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El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer tanto en hombres como en mujeres.

Existen dos tipos principales de cáncer de pulmón: el cáncer de pulmón de células pequeñas y el cáncer de pulmón de células no pequeñas. Si un cáncer de pulmón presenta características de ambos tipos, se denomina cáncer mixto de células pequeñas/grandes, aunque esto no es frecuente.

Uno de los principales factores de riesgo del cáncer de pulmón es el tabaquismo y la exposición al humo de tabaco ajeno. La exposición al radón, el amianto, el polvo radiactivo o el arsénico también puede aumentar las probabilidades de padecer cáncer de pulmón.

El cáncer de pulmón puede extenderse dentro del tórax y luego a otras partes del cuerpo, provocando síntomas en lugares inesperados. Por ejemplo, si se extiende a la columna vertebral o los huesos, puede causar dolor de espalda u otros huesos, o debilidad en brazos o piernas. Si se extiende al cerebro, puede provocar convulsiones, dolores de cabeza o cambios en la visión.

Conozca las señales de advertencia

  • Tos persistente
  • Dolor torácico
  • Ronquera
  • Pérdida de peso y de apetito
  • Saliva sanguinolenta o de color óxido
  • Dificultad para respirar
  • Fiebre sin motivo conocido
  • Infecciones pulmonares recurrentes
  • Sensación de cansancio o debilidad
  • Nueva aparición de sibilancias

Opciones de tratamiento

  • Radioterapia

    La radioterapia es una forma de destruir las células cancerosas.

  • Quimioterapia

    La quimioterapia es un tratamiento con medicamentos potentes. Los fármacos quimioterápicos pueden tratar cánceres que se han extendido por todo el cuerpo.

  • Cirugía

    En algunos casos, la cirugía puede ser una buena opción para el diagnóstico y el tratamiento del cáncer.