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Absceso anorrectal

¿Qué es un absceso anorrectal?

Un absceso es una bolsa de pus procedente de una infección. Un absceso anorrectal se produce en la zona del ano o el recto. El ano es la última parte del tubo digestivo. Está al final del recto. Tiene un anillo muscular (esfínter) que se abre durante la defecación para permitir el paso de las heces. Dentro del ano hay muchas glándulas. Si una de estas glándulas se obstruye, puede infectarse. Entonces puede formarse un absceso.

¿Cuál es la causa de un absceso anorrectal?

Un absceso en esta zona suele estar causado por una glándula anal obstruida. Puede estar obstruida por bacterias o heces.

¿Quién corre el riesgo de sufrir un absceso anorrectal?

El absceso anorrectal es más frecuente en hombres que en mujeres. Suele ocurrir entre los 20 y los 60 años, siendo la edad media los 40 años.

Una persona tiene más riesgo de sufrir un absceso anorrectal si padece alguna de las siguientes enfermedades

  • Enfermedad inflamatoria intestinal (EII), como la enfermedad de Crohn

  • Ciertos medicamentos, como la quimioterapia para el cáncer

  • Objetos introducidos en el recto, por ejemplo durante las relaciones sexuales.

  • Medicamentos que suprimen el sistema inmunitario después de un trasplante de órganos

  • Embarazo

  • Diabetes

  • Fisura anal que no cicatriza, por estreñimiento

  • Infecciones de transmisión sexual (ITS)

¿Cuáles son los síntomas de un absceso anorrectal?

Los síntomas pueden presentarse de forma un poco diferente en cada persona. Pueden incluir:

  • Dolor intenso o molestias cerca del ano. El dolor es constante. Pero puede no producirse con la defecación.

  • Cansancio

  • Fiebre

  • Sudores nocturnos

  • Estreñimiento

  • Movimientos intestinales dolorosos

  • Hinchazón o enrojecimiento cerca del ano

  • Protuberancia o tejido endurecido y doloroso cerca del ano

  • Dolor en el bajo vientre (abdomen)

  • Salida de líquido o pus por el ano o las nalgas

Los síntomas de un absceso anorrectal pueden parecerse a los de otras enfermedades. Consulte a su médico para obtener un diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica un absceso anorrectal?

Su médico le preguntará por sus síntomas y su historial médico. Le hará un examen físico. El examen físico incluirá la zona anal. También es posible que le hagan:

  • Tacto rectal. El proveedor de atención médica puede introducirle suavemente un dedo enguantado y lubricado en el ano. También puede utilizar un instrumento llamado espéculo. Se introduce en el ano y se expande suavemente. De este modo, el médico puede ver mejor la zona anal.

  • Proctosigmoidoscopia (sigmoidoscopia). Se coloca en el ano un tubo flexible con una luz y una cámara diminuta. De este modo, el médico puede observar la zona.

  • Prueba de imagen. También es posible que le hagan una resonancia magnética, una tomografía computarizada o una ecografía (sonograma). Una de estas pruebas puede realizarse para encontrar la localización exacta del absceso.

¿Cómo se trata un absceso anorrectal?

El tratamiento dependerá de sus síntomas, su edad y su estado general de salud. También dependerá de la gravedad de la afección. En algunos casos, puede ser necesario realizar un examen anorrectal completo bajo anestesia. De este modo, su médico podrá decidir el mejor tratamiento. El tratamiento puede incluir:

  • Drenaje del absceso. El profesional sanitario hará una incisión en la piel cerca del ano para que pueda drenar el pus. Esto alivia la presión y permite que los tejidos cicatricen. Esto puede hacerse en el consultorio del médico. Si tienes un absceso grande o profundo, es posible que tengas que ir al hospital y que te operen con anestesia general. También es posible que tenga que ser hospitalizado si su sistema inmunitario es débil y contrae infecciones con facilidad.

  • Anestesia local. Puede aliviar el dolor.

  • Antibióticos. En algunos casos, el médico puede recetarle antibióticos. Este medicamento trata la infección. Pero los antibióticos por sí solos no suelen ser útiles. Por eso es muy importante el drenaje.

Hable con su médico sobre los riesgos, beneficios y posibles efectos secundarios de todos los tratamientos.

¿Cuáles son las posibles complicaciones de un absceso anorrectal?

Muchas personas con un absceso anorrectal desarrollan una fístula anal. Se trata de un pequeño túnel que se abre entre el interior del ano y la piel próxima al ano. El pus del absceso se filtra por este túnel. La fístula suele requerir una intervención quirúrgica.

Otras posibles complicaciones son

  • Dolor

  • Infección

  • Reaparición del absceso

¿Cómo puedo prevenir un absceso anorrectal?

Puede reducir las probabilidades de padecer esta afección controlando la diabetes, las ITS y otros factores de riesgo. Si padece una EII, es posible que necesite medicamentos que le ayuden a prevenir problemas anorrectales como un absceso.

¿Cuándo debo llamar a mi médico?

Llame a su profesional sanitario si tiene dolor, molestias o hinchazón en el ano o el recto.

Puntos clave sobre los abscesos anorrectales

  • Un absceso es una bolsa de pus procedente de una infección. En el ano hay muchas glándulas. Si una de estas glándulas se obstruye, puede infectarse. Entonces puede formarse un absceso.

  • Los síntomas pueden incluir dolor y fiebre.

  • El riesgo de sufrir un absceso anorrectal es mayor en las mujeres embarazadas, diabéticas o con enfermedad inflamatoria intestinal.

  • Es posible que le hagan un tacto rectal y una proctosigmoidoscopia.

  • El absceso puede drenarse en la consulta del médico o en el hospital.

  • Muchas personas con un absceso anorrectal desarrollan una fístula anal. Se trata de un pequeño túnel que se abre entre el interior del ano y la piel próxima al ano. A menudo, la fístula debe repararse quirúrgicamente.

Pasos siguientes

Consejos para aprovechar al máximo la visita al médico:

  • Conozca el motivo de su visita y lo que desea que ocurra.

  • Antes de la visita, anote las preguntas que quiere que le contesten.

  • Acompáñese de alguien que le ayude a hacer preguntas y a recordar lo que le diga su médico.

  • En la visita, anote el nombre del nuevo diagnóstico y de los nuevos medicamentos, tratamientos o pruebas. Anote también las nuevas instrucciones que le dé su médico.

  • Sepa por qué le recetan un nuevo medicamento o tratamiento y cómo le ayudará. Sepa también cuáles son los efectos secundarios.

  • Pregunte si su enfermedad puede tratarse de otra manera.

  • Saber por qué se recomienda una prueba o procedimiento y qué pueden significar los resultados.

  • Sepa qué puede esperar si no toma el medicamento o no se somete a la prueba o procedimiento.

  • Si tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el motivo de la visita.

  • Sepa cómo puede ponerse en contacto con su proveedor si tiene preguntas.