Afasia
¿Qué es la afasia?
La afasia es un trastorno del lenguaje causado por daños en el área del cerebro que controla la expresión y la comprensión del lenguaje. La afasia afecta la capacidad de una persona de comunicarse de forma eficaz con otras personas.
Muchas personas tienen afasia después de un ataque cerebral. Afecta tanto a hombres como a mujeres. La mayoría de las personas con afasia son de mediana edad o de edad avanzada.
Hay muchos tipos de afasia. Estos suelen diagnosticarse en función de la parte del lado del cerebro que controla el lenguaje que se ve afectada y el grado del daño. Por ejemplo:
Las personas con afasia de Broca tienen dañada la parte frontal del lado del cerebro que controla el lenguaje.
Las personas con afasia de Wernicke tienen dañada la parte lateral del lado del cerebro que controla el lenguaje.
Las personas con afasia global tienen dañada una gran parte del cerebro que controla el lenguaje.
¿Cuáles son las causas de la afasia?
La afasia está causada por daños en el lado del cerebro que controla el lenguaje, por lo general el lado izquierdo, y puede ocurrir por los siguientes motivos:
Ataque o derrame cerebral
Lesión en la cabeza
Tumor cerebral
Infección
Demencia
Actualmente, se desconoce si la afasia causa la pérdida total de la estructura del lenguaje o si causa problemas en cómo se accede al leguaje y en cómo se usa.
¿Cuáles son los signos y síntomas de la afasia?
Los síntomas de la afasia dependen del tipo de afasia que tenga la persona.
Las personas con afasia de Broca a veces llamada afasia expresiva, pueden eliminar, por ejemplo, las palabras “y” y “los” de su lenguaje y hablar con oraciones cortas, pero con significado. Por lo general, pueden entender algo del habla de los demás. Las personas con afasia de Broca con frecuencia tienen debilidad o parálisis del brazo y la pierna del lado derecho.
Las personas con afasia de Wernicke, a veces llamada afasia receptiva, pueden hablar con oraciones largas y confusas, añadir palabras innecesarias, o crear nuevas palabras. Por lo general, tienen dificultades para entender el habla de los demás.
Las personas con afasia global tienen dificultades para hablar o comprender el lenguaje.
¿Cómo se diagnostica la afasia?
Un fonoaudiólogo puede diagnosticar la afasia con pruebas del lenguaje que incluyen estudios de habla, denominación, repetición, comprensión, lectura y escritura. El diagnóstico también puede incluir el uso de pruebas de diagnóstico por imágenes para observar el cerebro, tales como:
Tomografía computarizada. En esta prueba se emplean rayos X y una computadora para crear imágenes detalladas del cuerpo. En la tomografía computarizada se observan detalles de los huesos, los músculos, la grasa y los órganos. Estas imágenes son más detalladas que las que se obtienen en las radiografías generales.
Resonancia magnética. En esta prueba se usan imanes grandes, radiofrecuencias y una computadora para generar imágenes detalladas de los órganos y las estructuras del cuerpo.
Tomografía por emisión de positrones (TEP). En esta técnica de diagnóstico por imágenes, en la que se usa una computadora, se usan sustancias radioactivas para examinar los procesos del cuerpo.
¿Cómo se trata la afasia?
El tratamiento dependerá de los síntomas, de la edad y del estado general de salud. También, de la gravedad de la afección.
El objetivo del tratamiento es mejorar la capacidad de comunicación del paciente a través de métodos que pueden incluir:
Terapia del habla y del lenguaje
Terapias de comunicación no verbal, como computadoras o imágenes
Terapia de grupo para los pacientes y sus familias
Vivir con afasia
Algunas personas con afasia se recuperan completamente sin tratamiento. Pero en la mayoría de las personas, habitualmente queda una cierta cantidad de afasia. Por lo general, la terapia del habla puede ayudar a recuperar algunas funciones del habla y del lenguaje con el tiempo, pero muchas personas continúan teniendo problemas para comunicarse. Algunas veces esto puede ser difícil y frustrante tanto para la persona con afasia como para los miembros de la familia. Es importante que los miembros de la familia aprendan las mejores maneras de comunicarse con sus seres queridos. Los terapeutas del habla a menudo pueden ayudar en este aspecto. Las sugerencias podrían ser las siguientes:
Incluir a la persona con afasia en las conversaciones.
Simplificar el lenguaje mediante el uso de frases cortas y simples.
Repetir palabras clave o escribirlas para aclarar el significado según sea necesario.
Usar una forma coloquial natural al nivel de un adulto.
Alentar todos los tipos de comunicación, incluido el habla, los gestos, las señales o el dibujo.
No corregir el discurso de la persona.
Darle a la persona mucho tiempo para expresarse.
Ayudar a la persona a participar fuera del hogar, como por ejemplo, a través de grupos de apoyo.
Para algunas personas, las computadoras pueden ser útiles tanto para comunicarse como para mejorar las habilidades del lenguaje.
Información importante sobre la afasia
La afasia es un trastorno del lenguaje causado por daños en partes del cerebro que controlan el habla y la comprensión del lenguaje.
Según las áreas afectadas del cerebro, una persona puede tener diferentes niveles de capacidad para hablar y comprender a los demás.
La afasia puede mejorar con el tiempo, pero muchas personas pierden algunas habilidades del lenguaje. La terapia del habla suele ser muy útil, al igual que otras herramientas, como las computadoras, que pueden ayudar a que las personas se comuniquen.
Próximos pasos
Consejos para ayudarlo a aprovechar al máximo la visita con su proveedor de atención médica:
Tenga en claro la razón de la visita médica y qué quiere que suceda.
Antes de la visita, anote las preguntas que quiere hacer.
Lleve a un acompañante para que lo ayude a formular las preguntas y a recordar qué le dice su proveedor.
En la visita, anote el nombre de los nuevos diagnósticos y de todo nuevo medicamento, tratamiento o prueba. También anote las instrucciones que el proveedor le indique.
Sepa por qué se receta un tratamiento o un medicamento, y cómo lo ayudará. Conozca los efectos secundarios.
Pregunte si su afección se puede tratar de otra forma.
Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.
Sepa qué esperar si no toma el medicamento o no se realiza la prueba o el procedimiento.
Si tiene una visita de control, anote la fecha, la hora y el objetivo de esta.
Sepa cómo comunicarse con su proveedor si tiene preguntas.