Problemas del pie diabético
¿Cuáles son las causas de los problemas del pie diabético?
Los daños en los nervios (neuropatía) y las enfermedades de los vasos sanguíneos pueden aumentar el riesgo de tener lastimaduras en los pies (úlceras). Los nervios de los pies son los más largos del cuerpo. A menudo, se ven afectados por lesiones nerviosas (neuropatía). Cuando una persona con diabetes pierde la sensibilidad en los pies, es posible que no vea una lastimadura o lesiones hasta que se desarrollan úlceras graves.
Prevención de los problemas del pie diabético
Para evitar que aparezcan problemas en los pies, desde el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales se recomienda que las personas con diabetes se cuiden de la enfermedad y de sus síntomas. Proponen lo siguiente para un cuidado adecuado de los pies:
Examínese los pies y los dedos de los pies diariamente para detectar cortes, lastimaduras, moretones, protuberancias o infecciones . Use un espejo para mirarse la planta del pie. O pida ayuda a otra persona.
Examine el calzado antes de usarlo para asegurarse de que no tenga roturas, bordes filosos ni objetos que puedan dañarle los pies.
Lávese los pies con agua tibia (no muy caliente) y jabón suave todos los días. Si tiene una neuropatía, verifique la temperatura del agua con un termómetro o con la muñeca o el codo antes de sumergir los pies. Los proveedores de atención médica no recomiendan mantener en remojo los pies durante mucho tiempo. Séquese los pies con cuidado, especialmente entre los dedos, con una toalla suave.
Use calzado a su medida que le permita mover los dedos. Acostúmbrese de a poco al calzado nuevo. Al principio, úselos solo durante una hora. Después de años con una neuropatía, a medida que se pierden los reflejos, es probable que los pies se vuelvan más anchos y planos. Si le cuesta encontrar un calzado que le quede bien, pídale al proveedor de atención médica primaria que lo derive a un especialista (podiatra). Este proveedor de atención médica puede darle plantillas o zapatos ortopédicos.
Antes de ponerse los calcetines y el calzado, cubra los pies, excepto la piel entre los dedos, con vaselina (una loción que contiene lanolina) o con una crema fría. Las personas con diabetes tienden a sudar menos de lo normal en los pies. El uso de una crema humectante previene la piel seca y agrietada. Use talco o almidón de maíz entre los dedos de los pies para mantener la zona seca.
Use una lima o una piedra pómez para quitar la piel muerta, pero no use instrumentos punzantes para sacar callos. No intente quitarse los crecimientos por su cuenta. Tampoco use sustancias químicas corrosivas en los pies, como los removedores de verrugas.
Córtese las uñas de los pies de forma recta, sin redondearlas. Asegúrese de no dejar esquinas puntiagudas que puedan cortar a los otros dedos.
No se siente con las piernas cruzadas. Tener las piernas cruzadas puede obstruir la circulación de la sangre a los pies. No fume. Eleve las piernas cuando esté sentado. Mueva los dedos de los pies varias veces al día para que la sangre circule.
Pida al proveedor de atención médica que le examine los pies en todas las consultas. Llame al proveedor de atención médica si nota que una lesión no cicatriza bien. Quítese los zapatos y los calcetines mientras espera que comience la cita.
Use calcetines si siente frío en los pies durante la noche. No use almohadillas térmicas ni bolsas de agua caliente.
Use calcetines gruesos y suaves. No use calcetines holgados que puedan salirse ni calcetines con remiendos o costuras.
No ande descalzo, especialmente en la playa, sobre arena caliente o rocas.
Desde la Asociación Estadounidense de Diabetes (ADA, por su sigla en inglés), se recomienda que, si tiene un corte o una rotura en la piel o si tiene una uña encarnada, llame o vea al proveedor de atención médica. La ADA también indica que se comunique con el proveedor de atención médica si un pie o ambos cambian de color o forma o si tiene una sensación rara. Puede ser dolor o pérdida de sensibilidad. Si los pulsos de los pies son débiles, el proveedor de atención médica puede indicarle una prueba de pulsos en los brazos y en las piernas. Esto se hace para ver si tiene alguna obstrucción o un estrechamiento en las arterias de los pies.