Hepatitis medicamentosa
¿Qué es la hepatitis medicamentosa?
La hepatitis medicamentosa es un enrojecimiento e hinchazón (inflamación) del hígado debido a una cantidad dañina (tóxica) de ciertos medicamentos.
El hígado ayuda a descomponer ciertos medicamentos que hay en su sangre. Si su sangre tiene demasiada cantidad de medicamento que debe procesar su hígado, este órgano puede tener daños muy graves. Esta situación puede ocasionar una hepatitis medicamentosa.
¿Cuáles son las causas de la hepatitis medicamentosa?
La hepatitis medicamentosa es poco frecuente. Se debe a haber ingerido una cantidad dañina o tóxica de algunos medicamentos, vitaminas, hierbas medicinales o suplementos alimentarios.
En la mayoría de los casos, usted tendrá que tomar un medicamento varios meses antes de que alcance un nivel tóxico que afecte su hígado. Pero esta enfermedad también puede ocurrir si toma demasiada cantidad de algunos medicamentos tales como el acetaminofén. En ese caso, puede suceder muy rápidamente.
Muchos tipos de medicamentos pueden causar hepatitis medicamentosa. Por ejemplo:
Medicamentos para el dolor y la fiebre que tienen acetaminofén
Aspirina y calmantes de venta libre, y medicamentos para la fiebre (antiinflamatorios no esteroides o AINE)
Esteroides anabólicos, que son medicamentos hechos por el hombre similares a la hormona sexual masculina testosterona
Algunos medicamentos utilizados para combatir las infecciones bacterianas (antibióticos)
Pastillas anticonceptivas (anticonceptivos orales)
Estatinas, que se utilizan para bajar el colesterol
Medicamentos con sulfas, que son un tipo de antibiótico
Medicamentos antiepilépticos
¿Quiénes corren el riesgo de tener hepatitis medicamentosa?
El riesgo de tener hepatitis medicamentosa varía según el medicamento.
Puede correr mayor riesgo de tener hepatitis medicamentosa si:
Tiene una enfermedad del hígado, como las causadas por tomar alcohol a largo plazo, VIH o hepatitis viral
Bebe alcohol y toma medicamentos al mismo tiempo
Es una persona mayor
Es mujer
Usa medicamentos de acción o liberación prolongada
¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis medicamentosa?
Los síntomas pueden variar de una persona a otra. Pueden incluir, por ejemplo:
Dolor abdominal
Cansancio y debilidad
Fiebre
Náuseas
Vómito
Falta de apetito
Orina oscura
Heces pálidas o de color arcilloso
Coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia)
Los síntomas de la hepatitis medicamentosa pueden parecerse a los de otros problemas de salud. Siempre consulte a su proveedor de atención médica para estar seguro.
¿Cómo se diagnostica la hepatitis medicamentosa?
Su proveedor de atención médica revisará sus antecedentes de salud y le hará un examen físico.
Pueden hacerle algunos análisis de sangre, por ejemplo:
Análisis de la función hepática. Comprueban si su hígado tiene enrojecimiento e hinchazón (inflamación) o daño.
Hemograma completo. Observa la cantidad y los tipos de células que hay en su sangre.
Estudios de coagulación. Estos exámenes observan qué tan eficiente es el hígado para producir proteínas que hacen que la sangre se coagule.
Panel de electrolitos. Analiza si tiene un exceso o una falta de minerales (desequilibrio de electrolitos) en su sangre.
Otros exámenes para evaluar si tiene enfermedad hepática, como los análisis de laboratorio para ver si tiene hepatitis viral o comprobar sus niveles de hierro, entre otros.
Análisis de otras sustancias químicas en su cuerpo.
Pruebas para comprobar la presencia de drogas.
Es posible que también le hagan las siguientes pruebas:
Ecografía. Se usa para ver su hígado, y para revisar la circulación de la sangre por los distintos vasos. Se emplean ondas de sonido de alta frecuencia para crear imágenes de sus órganos internos y mostrarlas en la pantalla de una computadora.
Tomografía computarizada. Esta prueba usa radiografías para crear imágenes de los órganos.
Resonancia magnética. Esta prueba usa energía electromagnética para crear imágenes de los órganos.
Biopsia del hígado. Le tomarán muestras pequeñas de tejido del hígado con una aguja. Estas muestras se revisan con un microscopio para ver la cantidad y el tipo de enfermedad hepática que tiene.
¿Cómo se trata la hepatitis medicamentosa?
Debe dejar de tomar el medicamento que le está causando el problema. También debe vigilar atentamente su hígado mientras se recupera. Con frecuencia, el hígado puede sanarse solo. Si es un caso grave, quizás necesite estar en el hospital mientras su hígado se recupera. En casos aislados, el hígado deja de funcionar y se necesita un trasplante de hígado.
Algunos medicamentos pueden causar un leve aumento de las enzimas hepáticas sin ningún síntoma. Puede que no necesite dejar de tomar estos medicamentos. Hable con su proveedor de atención médica para saber cuáles son los riesgos y los beneficios.
¿Cuáles son las complicaciones de la hepatitis medicamentosa?
Si no deja de tomar el medicamento que está causando el problema, su hígado se dañará aún más. Puede no recuperarse. Si eso sucede, necesitará un trasplante de hígado.
Puntos clave
La hepatitis medicamentosa es enrojecimiento e hinchazón (inflamación) del hígado.
Es una afección poco frecuente causada por cantidades dañinas o tóxicas de algunos medicamentos, vitaminas, hierbas medicinales o suplementos alimentarios.
En la mayoría de los casos, usted tendrá que tomar un medicamento varios meses antes de que alcance un nivel tóxico que afecte su hígado.
También puede desarrollar esta afección si toma demasiada cantidad de algunos medicamentos tales como el acetaminofén. Puede suceder rápidamente.
Debe dejar de tomar el medicamento que le está causando la enfermedad.
Próximos pasos
Consejos para ayudarle a aprovechar al máximo una visita a su proveedor de atención médica:
Tenga en mente la razón de su visita y qué desea que suceda.
Antes de su visita, escriba las preguntas que quiere hacerle.
Lleve a alguien con usted para que le ayude a hacer las preguntas y para que recuerde lo que el proveedor le dice.
En la visita, escriba el nombre de un diagnóstico nuevo y de todos los medicamentos, tratamientos o análisis nuevos. Además escriba todas las instrucciones nuevas que le dé su proveedor.
Pregunte por qué se indica un medicamento o tratamiento nuevo, y cómo le ayudará. Además, consulte cuáles serán los efectos secundarios.
Pregunte si su afección se puede tratar de otras maneras.
Infórmese de por qué un análisis o procedimiento se recomienda y qué podrían significar los resultados.
Consulte qué puede ocurrir si usted no toma el medicamento o no se hace el análisis o procedimiento.
Si tiene una cita de control, anote la fecha, la hora y el propósito de esa visita.
Averigüe cómo comunicarse con su proveedor si tiene preguntas.