Enfermedad de la hemoglobina C en niños
¿Qué es la enfermedad de la hemoglobina C en niños?
La hemoglobina es la parte de los glóbulos rojos que transporta oxígeno a las células, tejidos y órganos. La hemoglobina C es una hemoglobina anormal.
¿Cuáles son las causas de la enfermedad de la hemoglobina C en los niños?
La enfermedad de la hemoglobina C es hereditaria. Esto significa que se transmite de padres a hijos.
Una persona puede ser portadora, lo que se denomina rasgo de hemoglobina C. No presenta síntomas. O una persona puede tener la enfermedad de la hemoglobina C. Quienes padecen la enfermedad pueden o no presentar síntomas.
Un bebé nacido de padres portadores del rasgo C tiene una probabilidad de 1 entre 4 de padecer la enfermedad.
En EE.UU., la hemoglobina C es más frecuente entre los afroamericanos. Las personas de ascendencia caribeña, italiana y griega también tienen un riesgo mayor.
¿Cuáles son los síntomas de la hemoglobina C en un niño?
La mayoría de los enfermos de hemoglobina C no suelen presentar síntomas. Pero pueden tener recuentos bajos de glóbulos rojos o anemia. Esto puede causar fatiga, debilidad, palidez y otros síntomas.
En el caso de las personas con hemoglobina C que presentan síntomas, éstos pueden incluir:
Bazo agrandado.
Cálculos biliares.
Episodios de dolor articular.
Mayor riesgo de infección.
¿Cómo se diagnostica la hemoglobina C en un niño?
El trastorno se detecta a menudo durante los análisis de sangre de cribado del recién nacido. Los análisis de sangre para detectar la enfermedad de la hemoglobina C incluyen:
Recuento sanguíneo completo. Comprueba los glóbulos rojos y blancos, las células de coagulación de la sangre (plaquetas) y, a veces, los glóbulos rojos jóvenes (reticulocitos). Incluye la hemoglobina y el hematocrito y detalles sobre los glóbulos rojos.
Frotis periférico. Se examina una pequeña muestra de sangre al microscopio para ver si las células tienen un aspecto normal.
Electroforesis de hemoglobina. Esta prueba mide los diferentes tipos de hemoglobina.
¿Cómo se trata la hemoglobina C en los niños?
La enfermedad de la hemoglobina C es una afección crónica, pero a menudo no necesita ningún tratamiento. La anemia que se desarrolla es leve y rara vez interfiere en la vida cotidiana. No se necesita ninguna terapia especial, vitaminas o suplementos de hierro para tratar la enfermedad de la hemoglobina C.
¿Cuáles son las posibles complicaciones de la enfermedad de la hemoglobina C en un niño?
La hemoglobina C no suele requerir cuidados médicos especiales. Pero a veces pueden surgir complicaciones, como por ejemplo
Anemia que necesita tratamiento.
Infecciones.
Agrandamiento del bazo.
Cálculos biliares.
Problemas de visión debidos a cambios en la retina.
¿Cuándo debe ponerse en contacto con el médico de su hijo?
Póngase en contacto con el pediatra si su hijo tiene:
Infecciones frecuentes o duraderas.
Síntomas de cálculos biliares, como dolor en la parte superior del abdomen o en la espalda, especialmente después de comer.
Puntos clave sobre la enfermedad de la hemoglobina C en niños
Los niños con enfermedad de la hemoglobina C no suelen presentar síntomas. Si los tienen, puede tratarse de una anemia leve.
No suelen necesitar tratamiento.
Las complicaciones no son frecuentes, pero pueden producirse.
Próximos pasos
Estos son algunos consejos que le ayudarán a aprovechar al máximo la visita al pediatra de su hijo:
Conozca el motivo de la visita y lo que desea que ocurra.
Antes de la visita, anote las preguntas que quiere que le contesten.
En la visita, anote el nombre de un nuevo diagnóstico y de cualquier nuevo medicamento, tratamiento o prueba. Anote también las nuevas instrucciones que le dé el pediatra para su hijo.
Sepa por qué se prescribe un nuevo medicamento o tratamiento y cómo ayudará a su hijo. Sepa también cuáles son los efectos secundarios.
Pregunte si la enfermedad de su hijo puede tratarse de otra manera.
Sepa por qué se recomienda una prueba o procedimiento y qué pueden significar los resultados.
Sepa qué puede esperar si su hijo no toma el medicamento o no se somete a la prueba o procedimiento.
Si su hijo tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el motivo de la visita.
Sepa cómo puede ponerse en contacto con el pediatra fuera del horario de consulta. Esto es importante si su hijo se pone enfermo y usted tiene preguntas o necesita consejo.