Cálculos biliares
¿Qué son los cálculos biliares?
Los cálculos biliares son bultos de material sólido que se forman en la vesícula biliar. Esta afección también se conoce como colelitiasis. Se produce cuando el jugo digestivo llamado bilis se endurece como una piedra.
La vesícula biliar es un órgano pequeño que se encuentra debajo del hígado. Almacena la bilis que produce el hígado. La bilis está formada por varios elementos, como colesterol, sales biliares y un pigmento amarillento (bilirrubina).
Los cálculos biliares pueden ser pequeños como un grano de arena o grandes como una pelota de golf. En la vesícula biliar se pueden formar un solo cálculo grande, cientos de cálculos diminutos o ambos tipos a la vez. Por lo general, los cálculos biliares no provocan ningún síntoma. Pero en algunos casos, obstruyen los conductos que transportan la bilis (vías biliares). Esto puede provocar infecciones de las vías biliares, del páncreas o del hígado que pongan en peligro la vida. Si ya tuvo cálculos biliares, corre el riesgo de tener más.
Existen dos tipos de cálculos biliares: de colesterol y de pigmento.
Cálculos de colesterol
Estas son sus características:
Son el tipo de cálculo más común.
Suelen ser de color verde amarillento.
Están formados principalmente por colesterol endurecido.
Cálculos de pigmento
Estas son sus características:
Son menos comunes.
Son de color oscuro.
Están formados por un pigmento amarillento llamado bilirrubina.
¿Cuáles son las causas de los cálculos biliares?
Los cálculos de colesterol se forman cuando la vesícula biliar no se vacía correctamente. También se forman cuando la bilis tiene algo de lo siguiente:
Demasiado colesterol
Demasiada cantidad de un pigmento amarillento llamado bilirrubina
Escasez de sales biliares
Los especialistas en salud no saben la causa de los cálculos de pigmento. Sin embargo, este tipo de cálculos es más común en las personas que tienen lo siguiente:
Una enfermedad hepática (cirrosis) en la cual hay tejido cicatricial en lugar de tejido hepático sano
Una infección en los conductos que transportan la bilis (infección de las vías biliares)
Trastornos de la sangre que se transmiten de padres a hijos (hereditarios), como la anemia de células falciformes
¿Quiénes están en riesgo de tener cálculos biliares?
Algunas personas corren un riesgo más alto de tener cálculos biliares, incluidas las siguientes:
Nativos de los Estados Unidos. En este grupo se dan las tasas más altas de cálculos biliares en Estados Unidos. Es posible que sea genético, ya que tienen niveles muy altos de colesterol en la bilis.
Mexicanos-estadounidenses. En este grupo hay tasas de cálculos biliares más altas que el promedio.
Mujeres. Tienen el doble de probabilidades de tener cálculos biliares que los hombres.
Mayores de 60 años. El riesgo de tener cálculos biliares aumenta con la edad.
Personas con antecedentes familiares de cálculos biliares. Al parecer, los cálculos biliares son hereditarios en algunas familias. Puede haber una conexión genética.
Entre otros problemas de salud que pueden aumentar el riesgo de tener cálculos biliares, se incluyen los siguientes:
Obesidad. Es un factor de riesgo importante, sobre todo para las mujeres.
Estrógeno. Las mujeres pueden tener estrógeno adicional por el embarazo, por tratamiento de reemplazo hormonal o por las pastillas anticonceptivas. Al parecer, esto produce un aumento de los niveles de colesterol en la bilis y ralentiza el movimiento de la vesícula biliar. Ambos problemas pueden provocar cálculos biliares.
Dieta. El riesgo aumenta si sigue una dieta con alto contenido de grasas y colesterol o con poca fibra. Esto produce mayor colesterol en la bilis y la vesícula biliar se vacía menos.
Medicamentos para bajar el colesterol. Estos medicamentos pueden aumentar la cantidad de colesterol presente en la bilis.
Diabetes. Las personas con diabetes a menudo tienen niveles altos de ácidos grasos (triglicéridos), lo cual aumenta el riesgo de tener cálculos biliares.
Descenso de peso muy rápido. A medida que el cuerpo procesa las grasas al bajar de peso muy rápido, el hígado envía colesterol adicional a la bilis.
No comer durante algunos días (ayuno prolongado). El ayuno retrasa la circulación en la vesícula biliar. Con el tiempo, la bilis llega a tener demasiado colesterol.
¿Cuáles son los síntomas de los cálculos biliares?
Algunas personas con cálculos biliares no presentan ningún síntoma. Estos cálculos se llaman silenciosos (o asintomáticos). No impiden el funcionamiento adecuado de la vesícula biliar, del hígado ni del páncreas. En la mayoría de los casos, no requieren tratamiento. La mayoría de los cálculos biliares no provocan síntomas de inmediato.
Es posible que los síntomas (conocidos también como ataque de vesícula) se presenten de repente. Con frecuencia, tienen estas características:
Comienzan cuando los cálculos biliares son más grandes.
Se producen cuando los cálculos empiezan a obstruir las vías biliares.
Se presentan después de consumir una comida con grasas o por la noche.
Los síntomas pueden ser diferentes en cada persona y pueden incluir lo siguiente:
Dolor intenso y constante en la parte superior del abdomen que empeora rápidamente
Dolor en la espalda, entre los omóplatos
Dolor en el hombro derecho
Náuseas
Vómitos
Fiebre
Escalofríos
Ictericia (color amarillento de la piel o los ojos)
Consulte a su proveedor de atención médica de inmediato si tiene alguno de los siguientes síntomas durante un ataque de vesícula o después:
Dolor que dura más de 5 horas
Sudoración
Escalofríos
Febrícula (fiebre baja)
Coloración amarillenta en la piel y la membrana blanca de los ojos
Heces de color parecido al de la arcilla
Los síntomas de los cálculos biliares pueden ser parecidos a los de otros problemas de salud. Consulte siempre a su proveedor de atención médica para asegurarse.
¿Cómo se diagnostican los cálculos biliares?
Muchas personas tienen cálculos biliares, pero no lo saben porque no presentan síntomas. En algunos casos, los cálculos se descubren por casualidad. Puede suceder si le hacen pruebas por otro problema de salud.
Sin embargo, si tiene dolor que no desaparece, el proveedor de atención médica evaluará sus antecedentes médicos y le hará una exploración física.
Es posible que le pidan que se haga algunas pruebas para revisar si tiene cálculos biliares, que incluyen lo siguiente:
Ecografía. Es una prueba de diagnóstico por imágenes en la que se usan ondas de sonido de alta frecuencia para generar imágenes de los órganos internos en una pantalla de computadora. Se recurre a esta prueba para observar la vesícula biliar y revisar si tiene cálculos biliares.
Gammagrafía HIDA o PIPIDA (gammagrafía biliar o centellografía hepatobiliar). Es una exploración en la que se revisa si hay contracciones anormales de la vesícula biliar y obstrucciones en las vías biliares. Se inyecta una sustancia química radioactiva o marcador en una vena. La cantidad de radiación es mínima. No es perjudicial. La sustancia se acumula en el hígado e ingresa a la vesícula biliar. Se usa un escáner especial para observar el marcador a medida que pasa por los órganos. Tendrá que tomar un medicamento para que la vesícula se contraiga.
Análisis de sangre. Permiten detectar si hay signos de infección, obstrucción, problemas hepáticos, ictericia e inflamación del páncreas (pancreatitis).
Tomografía computarizada. Es una prueba de diagnóstico por imágenes en la que se utilizan radiografías y una computadora para generar imágenes detalladas de cualquier parte del cuerpo. Permite ver los cálculos biliares determinar si hay infección o rotura de la vesícula o las vías biliares.
Colangiopancreatografía por resonancia magnética. Es una prueba especial por resonancia magnética en la que se generan imágenes usando campos magnéticos y energía de radiofrecuencia.
Ecoendoscopia. Es una ecografía interna que se realiza con un endoscopio flexible con luz. Le darán un medicamento para relajarlo y luego le introducirán el endoscopio por la boca. Se generan imágenes internas con ondas de sonido.
Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica. En este estudio, se usan radiografías y un tubo largo y flexible con una luz que tiene una cámara cerca del extremo (endoscopio). Mientras usted está sedado, se introduce el endoscopio por la boca y la garganta. Baja por el esófago, pasa por el estómago y llega hasta la primera parte del intestino delgado (el duodeno). Su proveedor de atención médica puede ver el interior de estos órganos en una pantalla de video y revisar si hay algún problema. Por el tubo, se coloca un medio de contraste en las vías biliares. De este modo, se las puede ver con claridad en las radiografías.
¿Cómo se tratan los cálculos biliares?
Si los cálculos biliares no provocan síntomas, por lo general no necesita tratamiento.
Si provocan síntomas, deben tratarse de inmediato. Pueden producir daños o infección si las vías biliares permanecen obstruidas por mucho tiempo.
Si los síntomas no desaparecen, el tratamiento puede incluir lo siguiente:
Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica. En este estudio, se usan radiografías y un tubo largo y flexible con una luz (endoscopio). Mientras usted está sedado, se introduce el endoscopio por la boca y la garganta. Baja por el esófago, pasa por el estómago y llega hasta la primera parte del intestino delgado (el duodeno). Por el tubo, se coloca un medio de contraste en las vías biliares. De este modo, se las puede ver con claridad en las radiografías. Los cálculos pequeños se pueden extraer por el endoscopio.
Esfinterotomía. También puede hacerse a través de un tubo en una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica. Alrededor de las aberturas de las vías biliares hay músculos anulares estrechos (llamados esfínteres). Los cálculos biliares pueden quedar atascados en un esfínter. Al cortar estos músculos, las vías se ensanchan y los cálculos pueden pasar al intestino.
Cirugía para extirpar la vesícula biliar (colecistectomía). Si los cálculos están en la vesícula biliar, hay que extirparla. En este caso, los cálculos no pueden extraerse con una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica. La cirugía para extirpar la vesícula biliar es muy común. El cuerpo funcionará bien aun sin la vesícula biliar. No es un órgano esencial para tener una vida saludable.
Drenaje percutáneo/colecistostomía. Si los cálculos en la vesícula le producen una obstrucción de ácido biliar y una infección, es necesario extirpar la vesícula biliar. Pero si está muy enfermo para la cirugía o si existen otras complicaciones, es posible que le introduzcan un tubo de drenaje por la piel del abdomen hasta llegar a la vesícula biliar. De ese modo, se hace una derivación temporal del bloqueo y se drena la infección.
Tratamiento de disolución por vía oral. Los cálculos se disuelven con medicamentos compuestos de ácido biliar. Sin embargo, pueden pasar un par de años antes de que los cálculos se disuelvan por completo. Además, suelen regresar cuando se suspende el medicamento.
Éter metil terbutílico. Una solución o una sustancia química parecida que puede inyectarse a través de la piel hasta llegar a la vesícula biliar para disolver los cálculos. Se trata de un procedimiento poco común.
La mayoría de las personas reaccionan muy bien una vez que se disuelven o se extraen los cálculos.
Información importante sobre los cálculos biliares
Los cálculos biliares son bultos de material sólido que se forman en la vesícula biliar.
Se producen cuando el jugo digestivo llamado bilis se endurece como una piedra.
Si los cálculos biliares no provocan síntomas, por lo general no se necesita tratamiento.
Si hay síntomas y no desaparecen, necesitará tratamiento para extraer los cálculos biliares.
Si los cálculos están en la vesícula biliar, generalmente hay que extirparla. Es una cirugía común.
Próximos pasos
Estos consejos lo ayudarán a aprovechar al máximo la visita a su proveedor de atención médica:
Tenga en claro la razón de la visita médica y qué quiere que suceda.
Antes de la visita, anote las preguntas que quiere hacer.
Lleve a un acompañante para que lo ayude a formular las preguntas y a recordar qué le dice su proveedor.
En la visita, anote el nombre de los nuevos diagnósticos y de todo nuevo medicamento, tratamiento o prueba. También anote las instrucciones que el proveedor le indique.
Sepa por qué se receta un tratamiento o un medicamento, y cómo lo ayudará. Conozca los efectos secundarios.
Pregunte si su afección se puede tratar de otra forma.
Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.
Sepa qué esperar si no toma el medicamento o no se realiza la prueba o el procedimiento.
Si tiene una visita de control, anote la fecha, la hora y el objetivo de esta.
Sepa cómo comunicarse con su proveedor si tiene preguntas.