Espondilitis anquilosante juvenil (EAJ) en los niños
¿Qué es la espondilitis anquilosante juvenil en los niños?
La espondilitis anquilosante juvenil es un tipo artritis. Esta enfermedad afecta la columna vertebral y los lugares en donde los músculos, los tendones y los ligamentos se unen al hueso. La palabra "anquilosante" significa "duro" o "rígido". La palabra "espóndil" significa "columna vertebral". Se refiere a una inflamación.
La EAJ suele empezar en la adolescencia y hasta la edad de 30. Afecta a los varones y a los hombres más que a las niñas y a las mujeres. La EAJ es una afección de largo plazo (crónica). Algunas personas tienen períodos en los que la enfermedad está inactiva o los síntomas son leves (remisión). Otras personas tienen síntomas constantes.
¿Cuáles son las causas de la espondilitis anquilosante juvenil en los niños?
Los investigadores desconocen la causa exacta de la EAJ. Esta afección suele ser hereditaria. En la mayoría de las personas caucásicas y en la mitad de los afroamericanos que tienen esta enfermedad, se encuentra un marcador genético llamado HLA-B27. Sin embargo, solo una pequeña cantidad de personas con el marcador desarrollan la enfermedad. Por este motivo, los investigadores no saben exactamente si el marcador genético aumenta el riesgo de padecer la enfermedad.
¿Cuáles son los niños que corren riesgo de tener espondilitis anquilosante juvenil?
Un niño podría tener mayor riesgo de tener EAJ si tiene las siguientes características:
Familiares con EAJ
El marcador genético HLA-B27
¿Cuáles son los síntomas de la espondilitis anquilosante juvenil en los niños?
Los síntomas pueden presentarse de manera diferente en cada niño. También pueden aparecer y desaparecer con el tiempo. Entre ellos, se incluyen los siguientes:
Dolor en la espalda, las articulaciones, los glúteos, la cadera, los talones o los hombros
Rigidez temprano por la mañana que mejora con actividad
Dificultad para pararse con la espalda derecha
Dificultad para inspirar profundamente
Falta de apetito
Pérdida de peso
Cansancio (fatiga)
Fiebre
Dolor en los ojos, enrojecimiento y sensibilidad a la luz
Los síntomas de la EAJ pueden parecerse a los de otras afecciones. Procure que un proveedor de atención médica vea a su hijo para obtener un diagnóstico.
¿Cómo se diagnostica la espondilitis anquilosante juvenil en los niños?
Debido a que los síntomas son parecidos a los de otras afecciones, la EAJ puede ser difícil de diagnosticar.
El proveedor de atención médica le hará preguntas sobre los síntomas y la historia clínica de su hijo. También le puede preguntar sobre la historia clínica de su familia. Además, le hará una exploración física al niño. También es posible que a su hijo le hagan pruebas, como las siguientes:
Radiografías. En esta prueba, se usa una cantidad pequeña de radiación para producir imágenes de los tejidos del cuerpo. Las radiografías pueden mostrar cambios en la columna vertebral y las articulaciones. Es posible que no se presenten cambios en las etapas iniciales.
Otras pruebas de diagnóstico por imágenes. Pueden hacerse otras pruebas que producen imágenes del cuerpo con más detalle. Estas pueden incluir una resonancia magnética (RM). Esta prueba utiliza imanes grandes y una computadora para generar imágenes de los tejidos del cuerpo.
Análisis de sangre. No hay un análisis específico que se use para detectar la EAJ. Sin embargo, se pueden hacer análisis de sangre generales, por ejemplo:
Análisis de tasa de sedimentación de eritrocitos (ESR, por su sigla en inglés). Esta prueba se hace para ver si hay alguna inflamación en el cuerpo. Los niños con EAJ pueden tener un nivel alto de ESR, pero este también puede deberse a otras causas.
Detección de antígenos (HLA-B27). Es un análisis de sangre para detectar algunas afecciones autoinmunitarias. El HLA-B27 es un antígeno. Si este antígeno se encuentra en la sangre, puede indicar que hay un tipo de enfermedad autoinmunitaria. Al igual que la ERS, el resultado del análisis no es específico para indicar que hay EAJ y puede deberse a otra causa.
Puede ser difícil diagnosticar la EAJ. El proveedor de atención médica de su hijo puede recomendarle que lo vea otro proveedor de atención médica que se especialice en enfermedades de las articulaciones (reumatólogo).
¿Cómo se trata la espondilitis anquilosante juvenil en los niños?
El tratamiento de la EAJ tiene los siguientes objetivos:
Reducir el dolor y la rigidez
Prevenir deformidades
Ayudar a su hijo a realizar tanta actividad física como pueda
El tratamiento dependerá de los síntomas, de la edad y del estado de salud general de su hijo. También dependerá de la gravedad de la afección. El tratamiento puede incluir lo siguiente:
Medicamentos antinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno, para reducir el dolor y la inflamación
Uso a corto plazo de corticosteroides para reducir la inflamación
Medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD, por su sigla en inglés) para disminuir la inflamación del cuerpo
Medicamentos biológicos, como los inhibidores del factor de necrosis tumoral (TNF, por su sigla en inglés), para disminuir la inflamación en el cuerpo
Actividad física regular, que incluye ejercicios para fortalecer los músculos de la espalda
Fisioterapia
¿Cuáles son las complicaciones posibles de la espondilitis anquilosante juvenil en los niños?
Las posibles complicaciones del la EAJ incluyen las siguientes:
Daño en las articulaciones
Unión de los huesos de la columna vertebral y del pecho (huesos fusionados)
Curvatura anormal de la columna vertebral (cifosis)
Dificultades para respirar ocasionadas por los cambios en la columna vertebral y el pecho (enfermedad pulmonar restrictiva)
Fracturas en los huesos de la columna vertebral
Problemas en el corazón, en los ojos y en los riñones
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a vivir con espondilitis anquilosante juvenil?
La EAJ es una afección de largo plazo (crónica). Algunas personas tienen períodos en los que la enfermedad está inactiva o los síntomas son leves (remisión) y otras personas tienen síntomas constantes.
Es importante realizar un diagnóstico y tratamiento tempranos para reducir o demorar la aparición de complicaciones. Ayude a su hijo a hacer lo siguiente:
Realizar tanta actividad física como pueda
Equilibrar la actividad con el descanso
Comer alimentos saludables
También asegúrese de que su hijo deje de fumar o nunca comience. Fumar está relacionado con mayores problemas con la EAJ.
Colabore con el equipo de atención médica de su hijo para crear un plan de tratamiento continuo que sea el más adecuado para su hijo.
¿Cuándo debo llamar al proveedor de atención médica de mi hijo?
Llame al proveedor de atención médica de su hijo si el niño tiene dolor de espalda y de las articulaciones, si se levanta con rigidez en las mañanas o si tiene otros síntomas de EAJ.
Si su hijo tiene EAJ, llame al proveedor de atención médica si presenta lo siguiente:
Síntomas en los ojos
Dificultad para respirar
Otros síntomas nuevos
Síntomas que empeoran
Información importante sobre la espondilitis anquilosante juvenil en los niños
La EAJ es un tipo de artritis. Afecta la columna vertebral y los lugares en donde los músculos, los tendones y los ligamentos se unen al hueso.
Algunos de los síntomas son dolor y rigidez en la espalda, las articulaciones, los glúteos, la cadera, los talones o los hombros.
Puede ser difícil diagnosticar la EAJ. El proveedor de atención médica de su hijo puede recomendarle que lo vea otro proveedor de atención médica que se especialice en enfermedades de las articulaciones (reumatólogo).
El objetivo del tratamiento de la EAJ es reducir el dolor y la rigidez y permitir que el niño pueda estar activo.
El tratamiento puede incluir medicamentos, ejercicio y fisioterapia.
La EAJ es una afección de largo plazo (crónica). Algunas personas tienen períodos en los que la enfermedad está inactiva o los síntomas son leves (remisión) y otras personastienen síntomas constantes.
Próximos pasos
Consejos para ayudarlo a aprovechar al máximo la visita con el proveedor de atención médica de su hijo:
Tenga en claro la razón de la consulta y qué quiere que suceda.
Antes de la visita, anote las preguntas que quiere hacer.
En la visita, anote el nombre de los nuevos diagnósticos y de todo nuevo medicamento, tratamiento o prueba. También anote las instrucciones que el proveedor le da para el niño.
Sepa por qué se receta un tratamiento o un medicamento, y cómo esto ayudará a su hijo. También conozca los efectos secundarios y el momento en que debería comunicarlos al proveedor de atención médica del niño.
Pregunte si la afección de su hijo se puede tratar de otra forma.
Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.
Sepa qué esperar si su hijo no toma el medicamento o si no se realiza la prueba o el procedimiento.
Si su hijo tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo de la visita.
Sepa cómo comunicarse con el proveedor fuera del horario de atención. Esto es importante en caso de que su hijo se enferme y usted tenga preguntas o necesite ayuda.