Esclerosis múltiple (EM)
¿Qué es la esclerosis múltiple?
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica (a largo plazo) del sistema nervioso central. Se considera un trastorno autoinmune, una afección en la que el cuerpo se ataca a sí mismo por error. La EM es una enfermedad impredecible que afecta a las personas de diferentes maneras. Algunas personas pueden tener solo síntomas leves. Otras pueden perder su capacidad de ver con claridad, escribir, hablar o caminar cuando la comunicación entre el cerebro y otras partes del cuerpo resulta alterada.
La mielina es una proteína y sustancia grasa que rodea y protege las fibras nerviosas. En la EM, el sistema inmunitario ataca la mielina, que se destruye en muchas zonas. La pérdida de mielina forma tejido cicatricial llamado esclerosis. Estas zonas también se llaman placas o lesiones. Cuando se dañan de esta manera, los nervios no pueden conducir los impulsos eléctricos de ida y vuelta al cerebro.
Cuando la EM causa ataques reiterados, se denomina EM remitente recurrente. Cuando los síntomas avanzan con el tiempo sin que aparezcan ataques, se denomina EM progresiva primaria.
¿Cuáles son las causas de la esclerosis múltiple?
Hay muchas causas posibles de la EM, como las siguientes:
Trastornos autoinmunitarios
Agentes infecciosos, como virus
Factores del entorno
Factores genéticos
¿Cuáles son los síntomas de la esclerosis múltiple?
Los síntomas de la EM suelen ser impredecibles. Pueden ser leves o graves, y durar mucho o poco tiempo. Pueden aparecer en varias combinaciones, según la zona del sistema nervioso afectada. Los siguientes son los síntomas más comunes de la EM. Sin embargo, cada persona puede tener síntomas diferentes.
Síntomas iniciales de la EM
Visión borrosa o doble
Distorsión de los colores rojo y verde
Dolor y pérdida de la visión debido a la inflamación del nervio óptico (neuritis óptica)
Dificultad para caminar y problemas de equilibrio
Sensaciones anormales, como entumecimiento, pinchazos u hormigueo (parestesia)
Otros síntomas de la esclerosis múltiple
Debilidad en los músculos de los brazos y las piernas
Problemas para coordinar Puede tener problemas para caminar o permanecer de pie. También puede quedar paralizado de forma parcial o total.
Espasticidad. Se trata del aumento involuntario de tono muscular que conduce a rigidez y espasmos.
Agotamiento físico Puede surgir a partir de la actividad física. Pero esta fatiga puede aliviarse con el descanso. Usted puede tener un cansancio constante que no desaparece.
Pérdida de sensibilidad
Problemas para hablar
Temblores
Mareos
Pérdida de la audición
Problemas en el intestino y en la vejiga
Depresión
Cambios en el funcionamiento sexual
Casi el 50 % de todas las personas que tienen EM tienen problemas intelectuales (cognitivos) relacionados con la enfermedad. Los efectos de esos problemas pueden ser leves. Puede que su proveedor de atención médica solo los descubra después de muchas pruebas. Los problemas pueden estar relacionados con lo siguiente:
Concentración
Atención
Memoria
Falta de juicio
Los síntomas de la EM se agrupan en primarios, secundarios o terciarios, como se describe a continuación:
Síntomas primarios. Estos síntomas son el resultado directo de la destrucción de la mielina:
Debilidad
Entumecimiento
Temblores
Pérdida de visión
Dolor
Parálisis
Pérdida del equilibrio
Problemas de incontinencia intestinal y urinaria
Síntomas secundarios. Estas son complicaciones que pueden surgir como consecuencia de los síntomas primarios; por ejemplo:
La parálisis puede causar escaras de decúbito.
Los problemas con la vejiga pueden causar infecciones urinarias reiteradas.
La inactividad puede causar debilidad, mala postura, desequilibrios musculares, disminución de la densidad ósea y problemas respiratorios.
Tener menos movilidad por la debilidad y la dificultad para tragar pueden derivar en un riesgo mayor de neumonía.
Síntomas terciarios. Estos son problemas sociales, laborales y psicológicos:
Una persona que no puede caminar ni conducir puede perder sus medios de subsistencia.
La tensión de lidiar con una enfermedad crónica puede afectar las relaciones personales.
La depresión es muy común en las personas con EM.
Los síntomas de la EM pueden ser parecidos a los de otros problemas de salud. Consulte siempre con su proveedor de atención médica para obtener un diagnóstico.
¿Cómo se diagnostica la esclerosis múltiple?
No existen pruebas específicas para diagnosticar la EM. El diagnóstico se basa en síntomas y signos, pruebas de diagnóstico por imágenes y análisis. Un proveedor de atención médica puede hacer un diagnóstico si sigue un proceso riguroso para descartar otras causas y enfermedades. Dos cosas deben ser ciertas para realizar un diagnóstico de EM remitente recurrente:
Debe haber tenido dos ataques con una separación mínima de un mes. Un ataque ocurre cuando cualquier síntoma de EM aparece repentinamente. O bien, cuando cualquier síntoma de EM empeora durante un mínimo de 24 horas.
Debe tener más de una zona dañada en la mielina del sistema nervioso central. La mielina es la vaina que rodea y protege las fibras nerviosas. Este daño debe haber ocurrido en más de una ocasión y no debe haber sido causado por ninguna otra enfermedad.
El proveedor de atención médica le hará preguntas sobre sus antecedentes médicos y le hará un examen neurológico. Esto incluye lo siguiente:
Funciones mentales
Funciones emocionales
Funciones del lenguaje
Movimiento y coordinación
Vista
Equilibrio
Funciones de los 5 sentidos
También es posible que necesite lo siguiente:
Resonancia magnética. En esta prueba de diagnóstico por imágenes, se combinan imanes grandes y una computadora para generar imágenes detalladas de los órganos y las estructuras del cuerpo sin usar radiografías. Permite encontrar placas o cicatrices causadas por la EM. Por lo general, puede hacerse un diagnóstico de EM cuando tiene lugar un único ataque junto con determinados patrones de alteraciones en el tejido del cerebro que pueden observarse en una resonancia magnética del cerebro hecha con contraste.
Potenciales evocados. En estas pruebas se registra la respuesta eléctrica del cerebro a estímulos visuales, auditivos y sensoriales. Este estudio muestra si en varias partes del cerebro los mensajes se transmiten con más lentitud.
Análisis de líquido cefalorraquídeo. También se denomina punción raquídea o punción lumbar. Se realiza una evaluación o diagnóstico mediante el análisis del líquido extraído de la médula espinal. En este estudio, se comprueba la presencia de anomalías celulares y químicas que se observan en la EM.
Análisis de sangre. Se realizan para descartar que haya otras causas de varios síntomas neurológicos.
Examen de la vista y mediciones del campo visual.
¿Cómo se trata la esclerosis múltiple?
El tratamiento dependerá de los síntomas, la edad y la condición de salud general. También dependerá de la gravedad de la afección.
Actualmente, los tratamientos se dividen en los siguientes:
Tratamientos modificadores de la enfermedad. Estos apuntan directamente a reducir la inflamación en el sistema nervioso central. Estos medicamentos ayudan a retrasar el deterioro.
Tratamiento de las recaídas agudas. El uso de esteroides e intercambio plasmático (PLEX, por sus siglas en inglés) puede acelerar su recuperación cuando tiene un ataque de EM.
No hay ninguna cura conocida para la EM. Sin embargo, usted puede tomar medidas para cambiar el avance de la enfermedad, tratar los ataques, manejar los síntomas y mejorar el funcionamiento y la movilidad.
Los tratamientos para las afecciones que se presentan con la EM pueden incluir:
Medicamentos (hable con su proveedor de atención médica para saber qué medicamentos pueden ser una opción para usted)
Equipos como bastones, dispositivos ortopédicos o andadores
Actividades de rehabilitación
La rehabilitación varía en función de los síntomas y de la gravedad de estos. La rehabilitación de la EM puede ayudarlo con lo siguiente:
Recuperar funciones que son importantes para la vida cotidiana.
Tener el mayor nivel de independencia posible.
Involucrar a su familia.
Tomar las decisiones correctas en relación con su atención.
Aprender sobre equipos como bastones, dispositivos ortopédicos o andadores que pueden ayudarlo a moverse.
Establecer un programa de ejercicios para desarrollar fuerza, resistencia y control muscular.
Recuperar las habilidades motoras.
Hablar con más facilidad si tiene debilidad o falta de coordinación en los músculos de la cara y de la lengua.
Manejar la incontinencia del intestino o la vejiga.
Volver a aprender las habilidades cognitivas.
Cambiar la forma en que su casa está organizada para poder moverse de forma segura pero con la mayor facilidad posible.
¿Cuáles son las posibles complicaciones de la esclerosis múltiple?
Las complicaciones posibles de la EM pueden variar de leves a graves. Pueden abarcar desde la fatiga hasta la incapacidad para caminar. Otras complicaciones pueden incluir la pérdida de la visión, el equilibrio y el control del intestino y la vejiga. La dificultad de vivir con una afección crónica puede causar depresión.
Vivir con esclerosis múltiple
Es importante que tome los medicamentos tal como se lo hayan indicado. Puede obtener ayuda si participa en un ensayo clínico. El uso de equipos como bastones o andadores puede ayudarlo a moverse a medida que le resulte más difícil caminar. Las actividades de rehabilitación también pueden ayudarlo a recuperar su funcionamiento. Cambiar la disposición de las cosas en su casa puede ayudarlo a mantener su independencia. Hable con su familia y sus proveedores de atención médica sobre lo que necesita.
Información importante sobre la esclerosis múltiple
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica del sistema nervioso central.
La EM es una enfermedad impredecible. Algunas personas pueden tener solo síntomas leves. Otras pueden perder la capacidad de ver con claridad, escribir, hablar o caminar.
Los síntomas iniciales pueden incluir problemas de la vista, problemas para caminar y sensaciones de hormigueo.
La EM afecta a las personas de manera diferente. Pero los problemas más frecuentes son dificultades con el movimiento y las habilidades cognitivas, e incontinencia del intestino y de la vejiga.
Los medicamentos y la rehabilitación pueden ayudar a mantener el funcionamiento o a recuperarlo.
Próximos pasos
Consejos para ayudarlo a aprovechar al máximo la visita con su proveedor de atención médica:
Tenga en claro la razón de la visita médica y qué quiere que suceda.
Antes de la visita, anote las preguntas que quiere hacer.
Lleve a un acompañante para que lo ayude a formular las preguntas y a recordar qué le dice su proveedor.
En la visita, anote el nombre de los nuevos diagnósticos y de todo nuevo medicamento, tratamiento o prueba. También anote las instrucciones que el proveedor le indique.
Sepa por qué se receta un tratamiento o un medicamento, y cómo lo ayudará. También conozca los efectos secundarios a los que debe estar atento y el momento en que debería comunicarlos.
Pregunte si su afección se puede tratar de otra forma.
Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.
Sepa qué esperar si no toma el medicamento o no se realiza la prueba o el procedimiento.
Si tiene una visita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo de esta.