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Algunas veces, las intoxicaciones accidentales se pueden tratar en el hogar siguiendo las indicaciones dadas en un centro de control toxicológico por el médico que atiende a su hijo. En otras ocasiones, se necesita una atención médica de emergencia.

Ingestión de veneno

Si encuentra a su hijo con un envase de alguna sustancia tóxica que esté abierto o vacío, es probable que se haya intoxicado. Mantenga la calma y actúe con rapidez:

  • Aleje el veneno del alcance de su hijo.

  • Si su hijo aún tiene la sustancia en la boca, ayúdelo para que la escupa o quítesela usted con los dedos (consérvela junto con cualquier otra evidencia que su hijo haga tragado).

  • No lo haga vomitar.

  • No siga las instrucciones del envase relacionadas con la intoxicación ya que en general no están actualizadas; por el contrario, llame al médico de su hijo o vaya inmediatamente a un centro de control toxicológico para que le brinden instrucciones.

Si su hijo tiene los siguientes síntomas, llame al 911 de inmediato:

  • Dolor de garganta

  • Dificultad para respirar

  • Somnolencia, irritabilidad, o sobresaltos

  • Náuseas, vómitos, o dolor de estómago sin fiebre

  • Quemaduras en la boca o en los labios, o ampollas

  • Babeo inusual

  • Olores extraños en el aliento

  • Manchas extrañas en la ropa

  • Convulsiones o pérdida del conocimiento

Lleve o envíe el envase del veneno con su hijo para que el médico pueda determinar qué fue lo que tragó. Si su hijo no tiene estos síntomas, llame al centro de control toxicológico o al médico de su hijo. Necesitarán la siguiente información para poder ayudarlo:

  • Su nombre y número de teléfono

  • El nombre de su hijo, la edad y el peso

  • Cualquier enfermedad que padezca su hijo

  • Cualquier medicamento que esté tomando su hijo

  • El nombre de la sustancia que su hijo tragó. Léala del envase y deletréela.

  • La hora en que su hijo tragó el veneno (o cuando usted se dio cuenta), y la cantidad que usted cree que debe haber tragado.

  • Cualquier síntoma que tenga su hijo

  • Si la sustancia era un medicamento recetado, brinde toda la información que figure en la etiqueta, incluyendo el nombre de la droga

    • Si el nombre de la droga no está en la etiqueta, proporcione el nombre y el número de teléfono de la farmacia, y la fecha de la receta.

    • Cómo era la píldora (si la puede describir) y si tenía algún número o letras impresas.

  • Si su hijo tragó otra sustancia, como por ejemplo parte de una planta, descríbala de la mejor manera posible para poder identificarla.

Veneno en la piel

Si su hijo derrama una sustancia química en su cuerpo, quítele toda la ropa contaminada y enjuague bien la piel con agua tibia, no caliente. Si la zona muestra signos de haber sufrido quemaduras o irritación, continúe enjuagando por al menos 15 minutos, por más que su hijo proteste. Luego, llame al centro de toxicología para recibir más instrucciones. No use pomadas, manteca, o grasa en la zona afectada.

Veneno en el/los ojo/s

Enjuague el ojo de su hijo manteniendo abierto el párpado y vierta un chorro firme y pequeño de agua tibia, no caliente, en el extremo interno cerca de la nariz. Deje que el agua recorra el ojo hasta el extremo externo para enjuagar bien la zona. Puede que necesite ayuda de otro adulto para sostener a su hijo mientras enjuaga el ojo; o envuelva a su hijo con firmeza con una toalla y póngalo debajo de su brazo. Continúe enjuagando el ojo durante 15 minutos, y llame al centro de toxicología para recibir más instrucciones. No use un lavaojos, gotas, ni pomadas a menos que se lo indiquen en el centro de toxicología.

Gases o humos venenosos

En el hogar, los gases tóxicos pueden provenir de las siguientes fuentes:

  • Un automóvil en marcha en un garaje cerrado.

  • Salidas para fugas de gas

  • Hornos a querosén, carbón o leña que no funcionen correctamente

  • Mezcla de lejía y amoníaco durante la limpieza, que se transforma en cloramina

  • Gases tóxicos provenientes de otros limpiadores y solventes

  • Incendios

Si su hijo aspira humos o gases, llévelo inmediatamente a tomar aire fresco.

  • Si su hijo respira sin problemas, llame al centro de toxicología para recibir más instrucciones.

  • Si su hijo respira con dificultad, llame al 911 o al servicio de emergencia local (Emergency Medical Services, EMS).

  • Si su hijo dejó de respirar, comience a administrarle reanimación cardiopulmonar (RCP [CPR, en inglés]) y no se detenga hasta que respire por sus propios medios, o hasta que otra persona pueda relevarlo a usted en la tarea. Si puede, pídale a alguien que llame al 911 de inmediato. Si usted está solo, realice la reanimación cardiopulmonar durante dos minutos y luego llame al 911.

Se requieren tapas a prueba de niños en ciertos productos comunes de uso doméstico.

En 2002, la Consumer Product Safety Commission (Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo) votó a favor del pedido de tapas de seguridad en una variedad de productos comunes de uso doméstico. Los productos, todos ellos hidrocarburos oleosos, son poco espesos y resbaladizos y, al beberlos, los niños pueden ahogarse si las sustancias llegan a sus pulmones. Los productos pueden causar neumonía química, al recubrir el interior de los pulmones. Entre los productos que deben tener una tapa de seguridad se incluyen:

  • Aceites para bebés

  • Filtros solares

  • Secadores de esmaltes de uñas

  • Aceites para el cabello

  • Aceites de baño, para el cuerpo y para masajes

  • Productos demaquillantes

  • Algunos productos químicos de uso automotriz (aditivos para gasolina, limpiadores de inyección de combustibles, y limpiadores de carburador)

  • Solventes de limpieza (limpiadores oleosos para madera, limpiadores para metales, quitamanchas, y removedores de adhesivos)

  • Algunos repelentes de agua que contienen alcoholes minerales utilizados para cubiertas, zapatos y ropa deportiva

  • Aceites domésticos de uso general

  • Solventes para limpiar armas que contienen querosén

Los productos oleosos que son más espesos y más "viscosos" no son un problema, ya que no son fáciles de inhalar y que lleguen a los pulmones.