¿Qué es un hematoma subdural?
¿Qué es un hematoma subdural?
Un hematoma subdural es la acumulación de sangre en la superficie del cerebro. La sangre se acumula en un espacio entre las capas de protección que rodean el cerebro.
El cerebro está dentro del cráneo, que es una caja ósea. Dentro del cráneo y sobre el cerebro, hay tres capas llamadas meninges. Estas capas cubren y protegen el cerebro. El revestimiento más externo está justo dentro del cráneo. Es una capa dura y fibrosa llamada duramadre o, simplemente, dura. Dentro de la duramadre, hay una capa llamada aracnoides. Más cerca del cerebro está la membrana llamada piamadre. El líquido cefalorraquídeo (LCR) llena el espacio dentro de las meninges. El LCR también actúa como amortiguador del cerebro.
La duramadre reviste el cráneo y rodea el cerebro. Cuando hay un hematoma subdural, la sangre se filtra entre las capas duramadre y aracnoides. Se acumula dentro del revestimiento rígido exterior del cerebro. El sangrado a menudo viene de un vaso sanguíneo que se rompe dentro del espacio que rodea el cerebro. Suele ocurrir por una lesión en la cabeza. La lesión puede ser leve. La sangre puede ejercer presión sobre el cerebro y dañar los tejidos. Los hematomas subdurales pueden tener riesgo de muerte.
Los hematomas subdurales son frecuentes. Ocurren en algunas personas con lesiones graves en la cabeza. Los hombres jóvenes son los más propensos a sufrir este tipo de lesiones. Los adultos mayores tienen más riesgo de tener un hematoma subdural, incluso con lesiones leves en la cabeza. Esto se debe a que las venas que rodean el cerebro son más vulnerables a las lesiones. Aproximadamente un tercio de los hematomas subdurales ocurren en adultos mayores. En los bebés, los hematomas subdurales ocurren a menudo por el síndrome del bebé sacudido.
¿Cuáles son las causas de un hematoma subdural?
La causa más común de un hematoma subdural es una lesión en la cabeza. Puede ser por un accidente automovilístico, una caída o un ataque violento. El impacto repentino puede forzar los vasos sanguíneos dentro de la duramadre y hacer que se rompan y sangren. A veces, las arterias pequeñas también se rompen dentro del espacio subdural. En algunas personas, el cerebro se contrae (con frecuencia, al envejecer) y el espacio subdural se hace más grande. Esto puede hacer que los vasos sanguíneos sean más propensos a romperse. Las personas de 50 años o más pueden tener hematomas subdurales durante días o semanas. Se llaman hematomas subdurales crónicos porque el coágulo de sangre se vuelve líquido. Se vuelve de un color oscuro.
Las siguientes son algunas causas comunes de un hematoma subdural:
Lesión en la cabeza por accidentes o violencia. Esto es más común en personas jóvenes.
Disminución cerebral (atrofia). Esto es más común en los adultos mayores.
Medicamentos para evitar coágulos de sangre, como warfarina, aspirina y otros anticoagulantes
Pérdida de líquido cefalorraquídeo
¿Quiénes están en riesgo de tener un hematoma subdural?
La causa más común de un hematoma subdural es una lesión en la cabeza. Por lo tanto, las personas con riesgo de sufrir accidentes automovilísticos o caídas tienen más riesgo de padecer este problema. Puede tener más riesgo de un hematoma subdural en los siguientes casos:
Lesión en la cabeza, por ejemplo, a causa de accidentes automovilísticos, caídas o cambios repentinos de velocidad
Práctica de deportes de alto impacto
Edad avanzada. Esto hace más posible que el volumen del cerebro haya disminuido, lo que aumenta el riesgo de daño en los vasos sanguíneos
Consumo excesivo de alcohol
Lesión cerebral previa
Toma de medicamentos anticoagulantes
Violencia, como el síndrome del bebé sacudido
Pérdida de líquido cefalorraquídeo (poco frecuente)
Ruptura de un vaso sanguíneo en un punto débil o sobresaliente (aneurisma cerebral) (poco frecuente)
Tumor (poco frecuente)
Trastornos de sangrado, como la hemofilia (poco frecuente)
¿Cuáles son los síntomas de un hematoma subdural?
Un hematoma subdural puede causar síntomas de inmediato (agudo). O puede crecer lentamente y causar los síntomas más tarde. Quizá note los síntomas semanas después de sufrir una lesión o de la ruptura de un vaso sanguíneo (crónico).
Los síntomas de un hematoma subdural pueden incluir los siguientes:
Problemas con el equilibrio o al caminar
Confusión
Mareos
Dolor de cabeza
Náuseas o vómitos
Desmayos (pérdida del conocimiento)
Convulsiones
Somnolencia
Problemas para hablar
Problemas de visión
Debilidad o entumecimiento que puede aparecer y desaparecer
¿Cómo se diagnostica un hematoma subdural?
Un hematoma subdural agudo es una emergencia. Necesitará una exploración física. Este examen incluye una revisión de los reflejos, además de la cabeza, de los ojos y del cuello. Los proveedores de atención médica suelen buscar debilidades o signos de problemas en el cerebro. Quizá le pregunten cuándo notó los síntomas por primera vez. El proveedor puede pedirle que haga movimientos simples, como tocarse la nariz con un dedo.
Los proveedores de atención médica suelen hacer una tomografía computarizada o una resonancia magnética de la cabeza para detectar signos de sangrado. Es muy importante encontrar el lugar del sangrado. Tal vez necesite realizarse uno o más estudios, como los siguientes:
Análisis de sangre para detectar trastornos de sangrado y medir la función de coagulación
Análisis de sangre para buscar otras causas posibles de los síntomas
Más pruebas de diagnóstico por imágenes de los vasos sanguíneos (angiografía por tomografía computarizada) para encontrar problemas subyacentes
Con frecuencia, los hematomas subdurales se diagnostican en las salas de emergencias.
¿Cómo se trata un hematoma subdural?
Los proveedores de atención médica suelen tratar los hematomas subdurales con cirugía para aliviar la presión en el cerebro. El proveedor puede usar distintas cirugías para tratar el hematoma. Entre ellos, se incluyen los siguientes:
Se corta un colgajo óseo del cráneo para sacar la sangre (craneotomía)
Se hace un orificio en el cráneo para permitir que la sangre drene (orificio de trepanación)
Si el hematoma subdural es pequeño, los proveedores de atención médica pueden controlarlo con atención en lugar de hacer una cirugía de inmediato. En ese caso, es probable que se quede en una unidad de cuidados intensivos. Puede que necesite lo siguiente:
Un sensor en la cabeza para medir la presión intracraneal
Medicamentos para controlar los síntomas
Tomografías computarizadas para observar el hematoma
Suspender la toma de anticoagulantes, como la warfarina, si suele tomarlos
Tratamiento con vitamina K, que puede revertir los efectos de algunos medicamentos anticoagulantes
¿Cómo pueden evitarse los hematomas subdurales?
Protéjase de las lesiones en la cabeza para prevenir los hematomas subdurales. Es importante que use casco cuando ande en motocicleta, monopatín, bicicleta o patineta. Usar cinturón de seguridad en el automóvil y equipos de seguridad en situaciones peligrosas puede proteger la cabeza de las lesiones. Puede tomar medidas para evitar las caídas.
¿Cuándo debo llamar a mi proveedor de atención médica?
Un hematoma subdural es una emergencia. Si usted o alguien que conoce tuvo una lesión en la cabeza y tiene los síntomas enumerados arriba, llame al 911 o vaya a la sala de emergencias más cercana.
Información importante sobre los hematomas subdurales
Un hematoma subdural es la acumulación de sangre en la superficie del cerebro. La sangre puede ejercer presión sobre el cerebro y dañar los tejidos. Los hematomas subdurales pueden tener riesgo de muerte.
Las personas mayores pueden tener un hematoma subdural crónico después de una lesión leve en la cabeza.
Un hematoma subdural puede ocurrir después de una lesión grave en la cabeza.
Los proveedores de atención médica suelen tratar los hematomas subdurales con cirugía para aliviar la presión en el cerebro.
Si tiene un hematoma subdural, necesita tratamiento de emergencia.
Los síntomas pueden presentarse de inmediato o a lo largo de varias semanas.
Próximos pasos
Consejos para ayudarlo a aprovechar al máximo la cita médica con su proveedor de atención médica:
Tenga en claro la razón de la cita médica y qué quiere que suceda.
Antes de la cita médica, anote las preguntas que quiere hacer.
Lleve a un acompañante para que haga preguntas. También puede ayudarlo a recordar lo que dice el proveedor de atención médica.
En la cita médica, anote el nombre de los nuevos diagnósticos y de todo nuevo medicamento, tratamiento o prueba. También anote las instrucciones que el proveedor de atención médica le indique.
Sepa por qué se receta un tratamiento o un medicamento, y cómo lo ayudará. Conozca los efectos secundarios.
Pregunte si su afección se puede tratar de otra forma.
Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.
Sepa qué esperar si no toma el medicamento o no se realiza la prueba o el procedimiento.
Si tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo de esta.
Sepa cómo comunicarse con su proveedor de atención médica si tiene preguntas.