Skip to Main Content

¿Qué es la vaginitis?

La vaginitis es cualquier inflamación o infección de la vagina. Es frecuente en mujeres de todas las edades. Aproximadamente 1 de cada 3 mujeres padece vaginitis en algún momento de su vida.

¿Qué causa la vaginitis?

Las bacterias, los hongos, los virus, los parásitos y las sustancias químicas de las cremas o sprays, e incluso la ropa, pueden causar vaginitis. A veces se produce por gérmenes que se transmiten entre parejas sexuales. Además, hay muchas cosas que pueden afectar a la salud de tu vagina. Por ejemplo, tu salud general, tu higiene personal, los medicamentos, las hormonas (especialmente los estrógenos) y la salud de tu pareja sexual. Los cambios en cualquiera de estos factores pueden provocar vaginitis.

Estos son los tipos más comunes de vaginitis:

  • Infección por cándida (levaduras). Está causada por uno de los muchos tipos de hongos conocidos como cándida. Normalmente viven en la vagina en pequeñas cantidades. La infección se produce cuando algo altera el equilibrio normal de levaduras en la vagina. Por ejemplo, los antibióticos pueden matar las bacterias que normalmente equilibran la cantidad de levaduras en la vagina. Crece demasiada levadura, lo que provoca una infección. Otra causa puede ser el embarazo o algunos problemas de salud, como la diabetes.

  • Vaginosis bacteriana (VB). Se produce cuando ciertos tipos de bacterias vaginales normales crecen sin control y causan inflamación. La VB está relacionada con la actividad sexual. Pero no es una infección de transmisión sexual (ITS).

  • Tricomoniasis (tricomonos). Esta ITS está causada por un parásito. Este parásito se transmite de una pareja a otra durante las relaciones sexuales. La mayoría de los hombres no presentan síntomas de tricomoniasis. Por ello, la infección no suele diagnosticarse hasta que la mujer presenta síntomas de vaginitis.

  • Vaginitis vírica. El herpes se transmite con mayor frecuencia por contacto sexual. El virus del herpes simple (VHS) puede causar vaginitis vírica.

  • Vaginitis no infecciosa. Se trata de una irritación vaginal sin infección. La causa más frecuente es una reacción alérgica o una irritación. Las sustancias químicas de los aerosoles vaginales, las duchas vaginales o los productos espermicidas pueden provocarla. También puede deberse a jabones perfumados, detergentes o suavizantes. Incluso las sustancias químicas de la ropa pueden provocar síntomas. Un tipo de vaginitis no infecciosa denominada vaginitis atrófica se produce cuando el organismo produce una cantidad insuficiente de la hormona estrógeno. Puede deberse a la menopausia, a la extirpación quirúrgica de los ovarios o a la radioterapia. Incluso puede ocurrir después del parto, sobre todo en mujeres lactantes. La falta de estrógenos seca y adelgaza el tejido vaginal.

¿Quién corre el riesgo de padecer vaginitis?

Tiene más riesgo de padecer vaginitis si:

  • Ha tomado antibióticos recientemente

  • Tiene cambios en los niveles hormonales debido al embarazo, la lactancia o la menopausia.

  • Tiene diabetes que no está bien controlada

  • Utiliza anticonceptivos con alto contenido en estrógenos.

  • Es sensible a sustancias químicas como perfumes, sprays corporales, jabón de lavandería, espermicidas o duchas vaginales.

  • Tienen una higiene personal deficiente

  • Tienen un sistema inmunitario débil. Por ejemplo, por ciertas enfermedades, como el VIH, o por tomar medicamentos que debilitan el sistema inmunitario (como la terapia con corticosteroides).

¿Cuáles son los síntomas de la vaginitis?

Los síntomas de la vaginitis pueden parecerse a los de otras afecciones y ser diferentes en cada mujer. Asegúrate de acudir a tu médico para que te haga un diagnóstico.

Los síntomas de la infección por hongos son

  • Flujo vaginal espeso, blanco e inodoro, parecido al requesón.

  • Picor y enrojecimiento de la vulva y la vagina

  • Dolor al orinar o al mantener relaciones sexuales

Los síntomas de la vaginosis bacteriana son:

  • Flujo vaginal blanco y poco espeso

  • Flujo vaginal espeso, gris o verde

  • Olor a pescado

Los síntomas de la tricomoniasis incluyen:

  • Flujo vaginal espumoso, de color amarillo verdoso y con olor a humedad.

  • Picor o ardor en la vagina y la vulva y alrededor de ellas

  • Hinchazón o enrojecimiento en la abertura de la vagina

  • Sangrado leve, sobre todo después de mantener relaciones sexuales

  • Ardor al orinar

  • Dolor en el bajo vientre (abdomen)

  • Dolor durante las relaciones sexuales

  • Ausencia de síntomas, en algunos casos

Los síntomas de la vaginitis vírica incluyen:

  • Dolor en la zona genital por llagas, si la causa es el virus del papiloma humano (VPH).

  • Verrugas indoloras en la vagina, el recto, la vulva o la ingle, si la causa es el VPH. Pero el VPH puede estar presente sin verrugas visibles.

Los síntomas de vaginitis no infecciosa incluyen:

  • Picor, dolor, ardor o sequedad vaginales.

  • Flujo vaginal

  • Relaciones sexuales incómodas, incluso dolorosas

  • Manchas después de mantener relaciones sexuales con vaginitis atrófica

¿Cómo se diagnostica la vaginitis?

Su médico revisará su historial médico y le hará un examen físico y pélvico. También puede examinar el flujo vaginal con un microscopio para determinar la causa.

¿Cómo se trata la vaginitis?

El tratamiento dependerá de sus síntomas, edad y estado general de salud. También dependerá de la causa de la vaginitis y de su gravedad. Si le recetan medicamentos, hable con su proveedor de atención médica sobre los riesgos, beneficios y posibles efectos secundarios de todos ellos.

Infección por hongos

El tratamiento puede incluir:

  • Cremas y supositorios vaginales antimicóticos

  • Comprimidos vaginales

  • Medicamentos antimicóticos que se toman por vía oral

Vaginosis bacteriana

Para tratarla se utilizan antibióticos.

Tricomoniasis

Todas las parejas sexuales deben recibir tratamiento. Para evitar que la infección se repita.

Vaginitis vírica

El tratamiento depende del virus:

  • Para el herpes genital (VHS) pueden utilizarse medicamentos antivirales. Estos medicamentos no matan el VHS. Pero pueden disminuir el dolor y acortar la duración del brote.

  • El tratamiento del VPH puede incluir medicamentos aplicados a las verrugas. O puede incluir procedimientos para eliminar las verrugas, como la congelación, el calor, el láser o la cirugía.

Vaginitis no infecciosa

La vaginitis no infecciosa causada por un irritante se trata averiguando qué causó la reacción o la irritación, y eliminando su uso. En el caso de la vaginitis atrófica, el médico puede recomendar productos para aliviar la sequedad vaginal. Estos pueden incluir cremas vaginales, lociones, lubricantes o terapia hormonal.

¿Cuáles son las posibles complicaciones de la vaginitis?

Sin tratamiento, la vaginitis causada por vaginosis bacteriana (VB) o tricomoniasis (tricomonosis) puede aumentar el riesgo de problemas de salud más graves, como:

  • Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP)

  • Dar a luz antes de tiempo si estás embarazada (parto prematuro)

  • VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS).

Una causa frecuente de vaginitis vírica es el VPH. Ciertos tipos de VPH pueden causar cambios celulares que aumentan la probabilidad de contraer cáncer de cuello uterino. La vacuna contra el VPH puede prevenir la infección por los tipos de VPH que causan la mayoría de los cánceres de cuello uterino, pero sólo es eficaz si la vacuna se administra antes de la exposición al VPH.

¿Qué puedo hacer para prevenir la vaginitis?

Sigue estos consejos para prevenir la vaginitis.

Higiene

  • Mantente alejada de los productos químicos. No utilices sprays vaginales. No utilices papel higiénico perfumado ni tampones perfumados. Los aerosoles y los perfumes tienen sustancias químicas que pueden irritar la vagina.

  • No te hagas duchas vaginales a menos que te lo indique tu médico. Las duchas vaginales rara vez son necesarias. Además, alteran el equilibrio normal de la vagina.

  • Lávate bien. Lávate la zona vaginal externa (vulva) todos los días con un jabón suave y sin perfume. Manténgala lo más seca posible.

  • Límpiate correctamente. Asegúrate de limpiarte de delante hacia atrás después de defecar. Así evitarás la propagación de bacterias del ano a la vagina.

  • Cámbiate el tampón a menudo. Durante la menstruación, cambia el tampón con la frecuencia indicada en el envase. Esto permite el flujo normal de flujo vaginal y sangre.

Estilo de vida

  • Limita el número de parejas sexuales. Cuantas más parejas tenga, mayor será el riesgo de infección. El uso de preservativos ayuda a reducir el riesgo.

  • Duerma lo suficiente. Dormir ayuda a mantener sano el sistema inmunitario. Esto le ayuda a combatir la infección.

  • Pierde peso, si es necesario. El exceso de peso puede reducir la circulación de aire alrededor de la vagina. Esto puede aumentar el riesgo de infección.

  • Haz ejercicio con regularidad. La actividad regular ayuda a mantener el cuerpo sano.

  • Tome antibióticos sólo según las indicaciones. Los antibióticos pueden alterar el equilibrio químico normal de la vagina.

Ropa

  • No se siente con la ropa mojada. La levadura se desarrolla cuando hace calor y está húmeda.

  • No lleves pantalones ajustados. Y no lleves mallas, leggings o medias sin entrepierna de algodón. Este tipo de ropa atrapa el calor y la humedad.

  • Usa ropa interior de algodón. El algodón permite que el aire fluya alrededor de la vagina. Cámbiate de ropa interior todos los días.

Puntos clave sobre la vaginitis

  • La vaginitis es cualquier inflamación o infección de la vagina. Es frecuente en mujeres de todas las edades.

  • Las causas pueden ser infecciones, sustancias químicas, cambios hormonales y una higiene personal deficiente.

  • Los síntomas pueden incluir dolor, picor, ardor, llagas y flujo vaginal.

  • El tratamiento puede incluir medicamentos. El tipo de medicamento depende de la causa.

  • La vaginosis bacteriana, el herpes, la cándida y la tricomoniasis pueden causar vaginitis. El tratamiento de estas afecciones es importante para prevenir otros problemas de salud graves.

Pasos siguientes

Consejos para aprovechar al máximo la visita al médico:

  • Conozca el motivo de su visita y lo que desea que ocurra.

  • Antes de la visita, anote las preguntas que desea que le contesten.

  • Acompáñese de alguien que le ayude a hacer preguntas y a recordar lo que le diga su médico.

  • En la visita, anote el nombre del nuevo diagnóstico y de los nuevos medicamentos, tratamientos o pruebas. Anote también las nuevas instrucciones que le dé su médico.

  • Sepa por qué le han recetado un nuevo medicamento o tratamiento y cómo le va a ayudar. Sepa también cuáles son los efectos secundarios.

  • Pregunte si su enfermedad puede tratarse de otra manera.

  • Saber por qué se recomienda una prueba o procedimiento y qué pueden significar los resultados.

  • Sepa qué puede esperar si no toma el medicamento o no se somete a la prueba o procedimiento.

  • Si tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el motivo de la visita.

  • Sepa cómo puede ponerse en contacto con su proveedor de atención sanitaria si tiene preguntas.