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El cáncer de próstata es el más comúnmente diagnosticado en hombres en EE.UU.

El cáncer de próstata es la segunda causa de muerte por cáncer en los hombres, después del cáncer de pulmón. La próstata es una glándula del tamaño de una nuez situada delante del recto y debajo de la vejiga.

El cáncer de próstata es frecuente en hombres mayores de 65 años. Suele crecer lentamente y puede tardar años en crecer lo suficiente como para causar problemas. Como ocurre con otros tipos de cáncer, el tratamiento del cáncer de próstata funciona mejor cuando se detecta precozmente. A menudo, el cáncer de próstata que se ha extendido responde al tratamiento.

Opciones de tratamiento

  • Radioterapia

    La radioterapia es una forma de destruir las células cancerosas.

  • Quimioterapia

    La quimioterapia es un tratamiento con medicamentos potentes. Los fármacos quimioterápicos pueden tratar cánceres que se han extendido por todo el cuerpo.

  • Cirugía robótica

    Para muchos pacientes que requieren la extirpación de la próstata, la cirugía robótica es una excelente opción de tratamiento. Contamos con un equipo de expertos con amplia experiencia en este tipo de cirugía.

  • Cirugía

    En algunos casos, la cirugía puede ser una buena opción para el diagnóstico y el tratamiento del cáncer.

  • Tratamiento de implantación de semillas

    El tratamiento con implantes de semillas, o braquiterapia, utiliza pequeños implantes para atacar los tumores desde el interior del cuerpo.

Detección y pruebas

El cribado del cáncer de próstata puede ayudar a comprobar si padece cáncer. Las pruebas de detección suelen incluir un tacto rectal y un análisis de sangre del antígeno prostático específico (PSA). Hable con su médico sobre los pros y los contras de someterse a revisiones periódicas a partir de los 50 años o antes si corre un riesgo mayor. Se puede realizar una biopsia de próstata si su médico cree que tiene cáncer de próstata. Se utiliza una aguja fina para extraer pequeñas muestras de tejido prostático y comprobar si hay cáncer. En determinadas circunstancias, el médico puede recomendar una biopsia de próstata por fusión con resonancia magnética.

Tras el diagnóstico de cáncer de próstata, es probable que le hagan otras pruebas para ayudar a su equipo médico a saber más sobre su cáncer. Estas pruebas pueden incluir:

  • Gammagrafía ósea: Esta prueba muestra si el cáncer se ha extendido a los huesos.
  • Tomografía computarizada: Esta prueba ayuda a averiguar si el cáncer de próstata se ha extendido a los ganglios linfáticos, la pelvis u otros órganos.
  • RESONANCIA MAGNÉTICA: Este escáner se utiliza para ver la próstata y otros órganos y tejidos cercanos.
  • Biopsia de próstata por resonancia magnética: La biopsia consiste en extraer pequeños trozos de tejido para analizarlos. Después de realizar una resonancia magnética de la próstata para detectar cualquier lesión o zona sospechosa, se puede "fusionar" con la ecografía en directo durante la biopsia. Esta tecnología permite al médico dirigir directamente las muestras de tejido prostático para mejorar la detección y las opciones de tratamiento.
  • Biopsia de ganglios linfáticos: Las biopsias de ganglios linfáticos no son tan frecuentes en el cáncer de próstata. Se puede realizar una biopsia si las pruebas muestran que puede tener cáncer en los ganglios linfáticos o en otras zonas del cuerpo. También puede hacerse una biopsia si las exploraciones muestran que los ganglios linfáticos son más grandes de lo normal. El tratamiento del cáncer de próstata es diferente si se ha extendido a los ganglios linfáticos o a otras zonas del cuerpo.

Conozca las señales de advertencia

  • Necesidad de orinar con frecuencia, especialmente por la noche
  • Dificultad para iniciar la micción
  • Flujo de orina débil o interrumpido
  • Dolor o ardor al orinar
  • Dificultad para tener una erección
  • Sangre en la orina o el semen
  • Eyaculación dolorosa

Testimonio de un paciente