La mayoría de los diabéticos están de acuerdo en que medir la glucosa en sangre es bastante fácil de hacer y entienden que proporciona información útil. Entonces, ¿por qué a tanta gente le cuesta tanto medirse la glucosa? ¿Es falta de voluntad? ¿Es que simplemente no les importa?
Resulta que la mayoría de la gente es bastante razonable. Dejan de medirse la glucosa en sangre cuando creen que todo el proceso implica muchas molestias y ven pocos beneficios. Y, por desgracia, existen bastantes molestias asociadas a la medición de la glucosa en sangre: algunas grandes, otras pequeñas y quizá algunas tontas.
William Polonsky, PhD, CDE, en su libro Diabetes Burnout, comparte las 10 razones principales por las que la gente odia medirse la glucosa. El número uno de su lista es: El medidor te hace sentir mal contigo mismo. Para algunas personas, el medidor puede convertirse en la forma de juzgarse a sí mismas. Dependiendo de los resultados de las pruebas, es habitual sentir que se está fallando si el medidor da un valor alto, o sentir que se es una buena persona si el medidor da un valor bajo.
Cuando ves una lectura alta, ¿cuál es tu respuesta? Es habitual que las personas tengan un diálogo interior, casi como si el contador les estuviera hablando. En momentos así, es fácil perder de vista el hecho de que la lectura es sólo un número y no refleja quién eres como persona.
¿Qué ayuda? Resulta que los que tienen éxito con el seguimiento llegan a ver sus lecturas como simples piezas de información y una oportunidad para tomar medidas, no como una forma de juzgarse a sí mismos. Como sugiere el Dr. Polonsky: "Piense en el indicador de gasolina de su coche. Cuando está casi vacío, ¿evita mirarlo? ¿Se grita a sí mismo por ser tan estúpido como para permitir que baje? ¿Te sientes un fracasado por haber permitido que esto sucediera? ¿Estás resentido con tu coche porque ahora tienes que parar a repostar? Probablemente no. No piensas en la cantidad de gasolina que hay en el depósito como algo bueno o malo, sino que el indicador sólo te proporciona información que te permite tomar las mejores decisiones".
Algunos consejos útiles:
- Deja de referirte al proceso como "medir tu glucosa". Piensa en ello como monitorización.
- Evita referirte a tus lecturas como buenas o malas. En su lugar, piensa en alto o bajo.
- Recuérdese a sí mismo lo tonto que es dejar que su lectura de glucosa en sangre determine su autoestima.
- Sea razonable en cuanto a las expectativas de glucemia. Colabore con su médico para determinar qué es razonable.
Además de estos consejos, únase a un grupo o red de apoyo, hable con otras personas, apóyese a sí mismo y dedique tiempo a atender sus necesidades emocionales, sociales y físicas.