Aliviar los temores
La hospitalización suele ser un acontecimiento inesperado en la vida de un niño, y cuando un niño ingresa en el hospital toda la familia se ve afectada. Estas herramientas pueden reconfortar a tu hijo... y a ti.
Proporcionar comodidad
Su hijo necesita saber que usted estará allí, ya sea para pasar la noche o para ser operado el mismo día. Cada etapa del desarrollo está marcada por la preocupación por la separación y el abandono. Cuando tu hijo se encuentra en un entorno extraño y se queda solo, estos temores y ansiedades se acentúan.
Mantén la calma
Mantenga la calma, por usted y por su hijo. La mejor manera de calmar los temores personales es obtener respuesta a todas sus preguntas. Pregunte al médico de su hijo cualquier duda médica que tenga y confíe en nuestro experimentado personal de Child Life para obtener apoyo emocional.
Sea sincero con su hijo
Conocer el hospital y saber qué esperar puede ayudar a toda la familia a sentirse más cómoda. Visitar el hospital con antelación y asistir a una fiesta preoperatoria son buenas medidas. Averigüe qué sabe su hijo, qué puede confundirle y adapte lo que le diga en consecuencia. Y recuerde siempre ser sincero. La sinceridad es la mejor política.
Tranquilizar y elogiar
Los niños no siempre tienen que ser "valientes" o un "niño grande". Hable de distintas formas de afrontar lo que está ocurriendo, como mirar hacia otro lado, cogerle de la mano, respirar hondo o incluso soplar burbujas. Tranquiliza siempre a tu hijo diciéndole que ha hecho un buen trabajo, mantén siempre la calma y hazle saber que alguien estará ahí para ayudarle.
Cuando vuelvas a casa
Además de "volver a la normalidad" lo antes posible, ten a mano material médico de juego para que el niño pueda resolver cualquier problema no resuelto. Recuerda que la regresión y los miedos son normales y que tu hijo sigue necesitando tu apoyo y comprensión.