Separación de la familia
Separarse de un familiar puede ser estresante para los niños en cualquier momento. Estar separado de uno de los padres -porque ese padre está hospitalizado, porque el padre suele visitar a otro familiar que está en el hospital o porque el niño está hospitalizado- puede ser aún más estresante. La falta de comunicación entre el hospital y el hogar, la pérdida de una rutina normal, la incertidumbre sobre lo que se espera y la pérdida de control sobre la situación pueden afectar a niños de todas las edades, de muchas maneras. Pero hay algunas cosas que se pueden hacer para ayudar a los niños a sobrellevar la situación.
Ayuda para la separación
Si tu hijo está en el hospital, asegúrate de que tiene sus objetos favoritos de casa. Considere la posibilidad de grabar su voz, tal vez mientras lee un cuento favorito o canta una canción preferida. Si está hospitalizado y su hijo está en casa, recurra a cuidadores conocidos para ayudar a aliviar el estrés de su hijo y, si es posible, manténgalo en su entorno familiar.
Ayuda a la comunicación
Si puede, mantenga conversaciones telefónicas frecuentes con su hijo. Envíele correos electrónicos o mensajes de texto, escríbale cartas, lleve un diario o un álbum de recortes sobre lo que ocurre en casa para compartirlo con el padre o el hijo cuando regrese, o háganse tarjetas de felicitación.
Familiarizarse con el entorno
Deje que su hijo se lleve sus cosas favoritas al hospital o al lugar donde pueda alojarse mientras usted esté hospitalizado. Ayude a su hijo a pintar o colorear dibujos para decorar la habitación del hospital, o haga un collage que sea "todo sobre" el progenitor que está hospitalizado.
Mantener las rutinas normales
Las rutinas son importantes para los niños, así que duerma, coma y juegue a horas regulares con las que su hijo esté familiarizado. Si usted está hospitalizado, procure que la persona que cuida de su hijo esté familiarizada con las rutinas y hábitos de su familia. En la medida de lo posible, procure acudir a sus citas y compromisos.
Proporcionar comprensión y dominio
Ayude a su hijo a entender lo que está ocurriendo. Háblele de forma adecuada a su edad sobre el diagnóstico y el pronóstico del paciente (o del suyo propio). Utilice términos claros y sencillos, responda honestamente a las preguntas y permita que su hijo tome decisiones aceptables para que sienta cierto control sobre la situación.