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Obtenga más información sobre nuestras opciones de tratamiento para los cálculos renales.

Cuando se trata de cálculos renales, la prevención es la mejor medicina. Existen muchos cambios en el estilo de vida que pueden ayudarle a prevenir los cálculos renales. Su médico puede ayudarle a determinar qué cambios en la dieta y otras medidas preventivas le ayudarán en su situación concreta.

La mayoría de los cálculos renales son lo bastante pequeños como para eliminarlos sin tratamiento. Pero en aproximadamente el 20% de los casos, el cálculo es demasiado grande y puede requerir tratamiento. Si tiene un cálculo renal que no se elimina de forma natural, disponemos de varios tratamientos para ayudarle.

Litotricia

La litotricia es un procedimiento utilizado para tratar los cálculos renales demasiado grandes para pasar a través del tracto urinario. Funciona enviando energía ultrasónica focalizada en forma de ondas de choque directamente al cálculo. Las ondas de choque rompen un cálculo grande en cálculos más pequeños que pasarán a través del sistema urinario. La litotricia permite a las personas con ciertos tipos de cálculos renales evitar la cirugía. Para encontrar el cálculo, el médico puede utilizar una serie de radiografías en movimiento. También puede utilizar ultrasonidos para encontrar el cálculo.

Ureteroscopia

Este procedimiento consiste en utilizar una cámara en el interior del cuerpo para extraer el cálculo. El cirujano introduce una pequeña cesta de alambre en la parte inferior del uréter, agarra el cálculo y lo extrae. Se trata de una intervención ambulatoria, lo que significa que el paciente se irá a casa el mismo día.

Nefrolitotomía percutánea (NLPC)

La NLPC puede realizarse antes, después o en lugar de otros tratamientos. La NLPC extrae los cálculos de mayor tamaño a través de una pequeña incisión en el costado. El médico coloca un tubo de visualización a través de la incisión. El cálculo se visualiza, se rompe con un dispositivo especial, si es necesario, y se extrae. Después, tendrá brevemente un pequeño tubo blando en la incisión. Este tubo transporta la orina fuera del riñón. Si necesita esta intervención, su médico le explicará los riesgos y posibles complicaciones. Se le explicará cómo prepararse y se le informará sobre la anestesia, que le mantendrá sin dolor durante el tratamiento. Es posible que pase de uno a tres días en el hospital. La sonda del costado se le retirará durante la hospitalización o poco después. En una visita de seguimiento a los tres meses se comprobará que el cálculo ha desaparecido. Las visitas posteriores ayudarán al médico a detectar nuevos cálculos en caso de que se formen.