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Hiperplasia benigna de próstata (HBP)

Hable con su médico sobre la HBP.

La HBP se produce cuando la próstata aumenta de tamaño, lo que interfiere en la micción. La HBP es una enfermedad muy frecuente y una de las principales razones por las que los hombres acuden al urólogo. Existen diversas opciones de tratamiento. Si ya ha probado la medicación o incluso la cirugía, aún puede haber otras opciones.

Antes de acudir a la consulta del médico, puede obtener su Puntuación de Síntomas de HBP. Este cuestionario le ayudará a determinar la gravedad de sus síntomas. Analizaremos juntos sus síntomas para decidir qué opción de tratamiento es la mejor para usted. Aunque la HBP no es un cáncer y no se convierte en cáncer, puede tener un impacto negativo en su calidad de vida. Es importante que reciba el tratamiento médico que necesita para mantener su estilo de vida y su bienestar general.

Concierte una cita hoy mismo para hablar de sus síntomas de HBP con nosotros.

Opciones de tratamiento no quirúrgico para la HBP

UroLift

El tratamiento con el sistema UroLift utiliza un enfoque mínimamente invasivo. Proporciona un alivio y una recuperación rápidos de los síntomas de la HBP. Esta opción de tratamiento precoz puede ayudar a los hombres a evitar la medicación y la cirugía mayor. UroLift actúa levantando y reteniendo el tejido prostático agrandado para que deje de obstruir la uretra. Es el único procedimiento para la HBP que no requiere medicación continua ni cortar, calentar o extirpar el tejido prostático.

Entre sus ventajas se incluyen

  • Alivio rápido de los síntomas
  • Menor riesgo que los procedimientos quirúrgicos
  • Preservación de la función sexual
  • Rápida vuelta a la actividad normal
  • Sin medicación continua
  • Mejora de la calidad de vida

Tras el tratamiento, los pacientes suelen volver a casa el mismo día sin sonda. El tiempo de inactividad tras el tratamiento es mínimo y muchos pacientes experimentan un alivio de los síntomas en tan sólo dos semanas. Los pacientes pueden experimentar algunas molestias urinarias durante el periodo de recuperación. Los efectos secundarios más frecuentes son de leves a moderados e incluyen dolor o ardor al orinar, sangre en la orina, dolor pélvico, necesidad urgente de orinar y/o incapacidad para controlar las ganas de orinar. La mayoría de los síntomas desaparecen entre dos y cuatro semanas después de la intervención.

Los estudios clínicos han demostrado que el tratamiento con el sistema UroLift no provoca nuevos casos sostenidos de disfunción eréctil o eyaculatoria. No siempre puede decirse lo mismo de otros tratamientos de la HBP, como la resección transuretral de la próstata, el láser e incluso la medicación. El tratamiento con el sistema UroLift está cubierto por Medicare y muchas aseguradoras privadas. Póngase en contacto con su proveedor de seguros para obtener información específica sobre su cobertura.

Medicación

Hay varios medicamentos disponibles para aliviar los síntomas de la HBP. Se utilizan para reducir, o al menos detener, el crecimiento de la próstata sin recurrir a la cirugía. Algunos medicamentos actúan relajando los músculos de la próstata y del cuello de la vejiga. Otros medicamentos relajan los vasos sanguíneos. Estas opciones ayudan a mejorar el flujo de orina y a reducir los síntomas de la HBP. Hable con su médico sobre los posibles efectos secundarios de los medicamentos recetados y sobre qué medicamentos podrían ser adecuados para usted.

Opciones de tratamiento quirúrgico para la HBP

Su médico puede recomendarle opciones quirúrgicas para tratar la HBP. La intervención quirúrgica más habitual para tratar la HBP es la resección transuretral de la próstata (RTUP). La RTUP consiste en extirpar tejido prostático para aliviar la presión sobre la uretra. El cirujano introduce un cistoscopio, un dispositivo delgado parecido a un telescopio, en la uretra. Este dispositivo permite ver la parte obstruida de la uretra. Se introduce un dispositivo de corte a través del cistoscopio para eliminar el exceso de tejido prostático. El tejido cortado se acumula en la vejiga. Se lavan con líquidos durante el procedimiento y se envían al laboratorio para garantizar que están libres de cáncer.

Un posible efecto secundario de la RTUP es la eyaculación retrógrada. Tras algunos tratamientos quirúrgicos, el semen puede desplazarse hacia la vejiga en lugar de salir del pene durante la eyaculación. Este efecto secundario se denomina eyaculación retrógrada. Como resultado, es posible que haya poco o nada de semen al eyacular, lo que puede provocar infertilidad. Si está planeando tener hijos, hable con su médico antes de someterse a una RTUP. Por lo demás, no es perjudicial para la vejiga ni para la sensación ni el orgasmo, y su erección no cambiará. La eyaculación retrógrada también puede ser un efecto secundario de ciertos medicamentos.

Durante las primeras semanas de recuperación puede sentir ardor al orinar. También puede sentir que tiene que orinar con frecuencia. Estas sensaciones desaparecerán. Si su orina adquiere un color rojo brillante, significa que la zona tratada está sangrando. Esto puede ocurrir de forma intermitente durante aproximadamente un mes después de la RTUP. Si esto ocurre, descanse y beba mucho líquido hasta que deje de sangrar. Después de la operación, visitará a su médico para asegurarse de que se está curando sin problemas. Si se le han realizado pruebas en el tejido prostático, su médico le comentará los resultados.

Diagnóstico de la HBP

Diagnosticar la HBP en sus primeras fases puede reducir el riesgo de complicaciones. Su médico revisará su historial médico y le hará un examen físico. Otras pruebas pueden incluir:

  • Análisis de orina - Se examina la orina para detectar infecciones.
  • Tacto rectal - Se introduce un dedo enguantado en el recto para palpar la parte de la próstata próxima al recto.
  • Ecografía - Se utilizan ondas sonoras de alta frecuencia para crear imágenes en un ordenador de la próstata y los órganos cercanos.
  • Cistoscopia - Se introduce en el pene y a través de la uretra un tubo delgado y flexible con un dispositivo de visualización (citoscopio) que permite ver la vejiga y las vías urinarias para identificar cambios en la estructura u obstrucciones.
  • Estudio del flujo de orina: el paciente orina en un dispositivo que mide la rapidez con la que fluye la orina; un flujo reducido puede sugerir la presencia de HBP.
  • Residuo posmiccional: un dispositivo portátil de ultrasonidos mide la cantidad de orina que queda en la vejiga después de orinar.