Diagnóstico de afecciones no cancerosas (benignas) de mama
¿Cómo se diagnostican las infecciones y las afecciones benignas de mama?
Para diagnosticar una afección de las mamas, el proveedor de atención médica le preguntará sobre todos sus antecedentes de salud. Es posible que su proveedor también haga esto:
Realice un examen físico completo para lo siguiente:
Localizar algún bulto y palparlo para conocer sus características, como la textura, el tamaño y la relación con la piel y los músculos del tórax
Buscar cambios en los pezones o en la piel de las mamas
Revisar los ganglios linfáticos en las axilas y por encima de las clavículas
Le solicite pruebas de diagnóstico por imágenes, por ejemplo:
Mamografía de diagnóstico para ver si hay masas y calcificaciones
Ecografía de las mamas para ampliar la información del examen físico o la mamografía
Resonancia magnética de las mamas
Le pida un examen microscópico en laboratorio de la secreción de los pezones si algún pezón despide una sustancia que no sea leche materna
Le pida una galactografía con radiografía o con resonancia magnética de los pezones si algún pezón despide una sustancia que no sea leche materna
Considere hacerle una evaluación hormonal si la sustancia del pezón es lechosa
Le pida una biopsia de tejido extraído de la zona sospechosa
¿Cuáles son los distintos tipos de biopsia?
Biopsias guiadas por imágenes. Son las biopsias asistidas por ecografías y otras técnicas de diagnóstico por imágenes, entre ellas las siguientes:
Aspiración con aguja. Se guía una aguja muy fina o delgada hasta la zona sospechosa. Se extrae una pequeña muestra de tejido.
Biopsia por punción con aguja gruesa. Se guía una aguja más grande hacia el bulto y se extrae un trozo pequeño (cilindro) de tejido.
Biopsia quirúrgica. Es un procedimiento quirúrgico que se usa para extirpar todo el bulto o una parte de este.