Trasplante de hígado
¿Qué es un trasplante de hígado?
Un trasplante es una cirugía para reemplazar un hígado enfermo por uno sano de otra persona. Es posible que se trasplante un hígado entero o solo una parte.
En la mayoría de los casos, el hígado sano proviene de un donante de órganos que acaba de morir.
También está la opción de que el trasplante se haga con hígado de un donante vivo y sano. Un donante vivo puede ser un familiar. O puede ser alguien que no tenga relación con usted, pero que tenga el mismo tipo de sangre.
Las personas que donan parte de su hígado pueden tener vidas sanas con la parte restante.
El hígado es el único órgano del cuerpo que puede reemplazar el tejido perdido o dañado (regenerarse). Después de la cirugía, el hígado del donante pronto volverá a crecer hasta alcanzar su tamaño normal. La parte que usted recibe como un hígado nuevo también crecerá hasta llegar a su tamaño normal en el término de unas semanas.
¿Por qué podría necesitar un trasplante de hígado?
Usted no puede vivir sin un hígado que funcione. Si el hígado deja de funcionar adecuadamente, es posible que necesite un trasplante.
Tal vez se le recomiende un trasplante de hígado si tiene una enfermedad hepática terminal (insuficiencia hepática crónica). Esa es una enfermedad hepática grave que pone en riesgo la vida. Puede ser provocada por varias afecciones hepáticas.
La cirrosis es una causa común de la enfermedad hepática terminal. Se trata de una enfermedad crónica del hígado. Se presenta cuando el tejido sano del hígado es reemplazado por tejido cicatricial. Esto impide que el hígado funcione correctamente.
Otras afecciones que pueden llevar a una enfermedad hepática terminal u otros motivos para el trasplante de hígado incluyen lo siguiente:
Necrosis hepática aguda. Esto sucede cuando muere el tejido del hígado. Las posibles razones incluyen infecciones agudas y reacciones a medicamentos, drogas ilegales o toxinas. Un ejemplo es tener una sobredosis de acetaminofén.
La atresia biliar. Es una enfermedad poco frecuente del hígado y las vías biliares que ocurre en los recién nacidos.
Hepatitis viral. La hepatitis B o C son causas comunes.
Hepatitis alcohólica. Es el resultado del consumo crónico de alcohol.
EHGNA (enfermedad de hígado graso no alcohólico) o EHNA (esteatohepatitis no alcohólica). Si tiene EHGNA, se acumula demasiada grasa en el hígado y produce daños. El consumo de alcohol no es la causa de esta afección. La EHNA es una forma de EHGNA que incluye acumulación de grasa, hepatitis y daño en las células hepáticas.
Cáncer de vías biliares El trasplante puede ser una opción para algunas personas en circunstancias muy específicas.
Enfermedades metabólicas. Trastornos que alteran la actividad química de las células afectadas por el hígado.
Cáncer hepático. Esto incluye el cáncer hepático primario, que ocurre cuando los tumores comienzan en el hígado. Tener cirrosis aumenta el riesgo de tener cáncer hepático.
Hepatitis autoinmunitaria. Es el enrojecimiento o la hinchazón (inflamación) del hígado. Esto ocurre cuando el sistema del cuerpo que combate las enfermedades (sistema inmunitario) ataca el hígado.
El proceso de evaluación para el trasplante
Si el proveedor cree que usted puede ser un buen candidato para un trasplante de hígado, lo derivará a un centro de trasplante para que lo evalúen. Los centros de trasplante están ubicados en determinados hospitales por todo Estados Unidos.
El equipo del centro de trasplante le hará diversas pruebas. Así podrán decidir si ingresan su nombre a una lista de espera nacional para trasplantes. El equipo del centro de trasplante estará formado por las siguientes personas:
Un cirujano de trasplantes
Un proveedor de trasplantes que se especializa en el tratamiento del hígado (un hepatólogo)
Enfermeros de trasplantes
Un trabajador social
Un psiquiatra o psicólogo
Otros miembros, como un nutricionista, un capellán o un anestesista
El proceso de evaluación para el trasplante incluye:
Evaluación psicológica y social. Se consideran muchos temas distintos. Por ejemplo, el estrés, las preocupaciones financieras y si usted tendrá el apoyo de su familia o amigos después de la cirugía.
Análisis de sangre. Se hacen para ayudar a encontrar un donante compatible y evaluar su prioridad en la lista de espera. También pueden ser útiles para aumentar las probabilidades de que el organismo del niño no rechace el hígado del donante.
Pruebas de diagnóstico. Se pueden hacer pruebas para examinar el hígado y evaluar su salud general. Estas pueden incluir radiografías, ecografías, biopsia del hígado, pruebas del corazón y los pulmones, colonoscopia y análisis dentales. A las mujeres también se les puede hacer una prueba de Papanicolaou, un examen ginecológico y una mamografía.
El equipo del centro de trasplante revisará toda su información. Cada centro de trasplante tiene normas sobre quiénes pueden recibir un trasplante de hígado.
Es probable que usted no pueda recibir un trasplante en los siguientes casos:
Si tiene una infección actual o crónica que no puede tratarse.
Si tiene cáncer metastásico (un cáncer que se ha propagado desde su ubicación principal a una o más partes del cuerpo).
Si tiene problemas graves del corazón u otros problemas de salud.
Si tiene una afección grave, además de la enfermedad hepática, que no mejoraría después de un trasplante.
Si no está en condiciones de seguir un plan de tratamiento.
Bebe demasiado alcohol.
Ingreso a la lista de espera
Si lo aceptan como candidato para un trasplante, agregarán su nombre a una lista de espera nacional para trasplantes. A las personas que necesitan un hígado nuevo con mayor urgencia se las anota en los primeros lugares de la lista. Muchas personas tienen que esperar un tiempo largo para recibir un hígado nuevo.
Le avisarán cuando haya un órgano disponible porque ha muerto un donante. Deberá ir de inmediato al hospital para prepararse para la cirugía.
Si una persona viva va a donar parte de su hígado para usted, la cirugía se planificará con anticipación. Su cirugía y la del donante se harán al mismo tiempo. El donante debe tener buena salud y tener un tipo de sangre compatible con el suyo. El donante también se someterá a una prueba psicológica. Esta se hace para garantizar de que esté cómodo con esta decisión.
¿Cuáles son los riesgos de un trasplante de hígado?
Todos los procedimientos conllevan ciertos riesgos. Algunas complicaciones de la cirugía de trasplante de hígado pueden incluir lo siguiente:
Sangrado
Infección
Que se obstruyan los vasos sanguíneos que irrigan el hígado nuevo
Que haya filtración de bilis u obstrucción de las vías biliares
Que el hígado nuevo no funcione durante un tiempo corto justo después de la cirugía
Su hígado nuevo también puede ser rechazado por el sistema inmunitario del cuerpo. El rechazo es una reacción normal del cuerpo a un objeto o tejido extraño. Cuando se trasplanta un hígado nuevo a su cuerpo, el sistema inmunitario lo considera una amenaza y lo ataca.
Para ayudar a que el hígado nuevo sobreviva en su cuerpo, le darán medicamentos para prevenir el rechazo (medicamentos inmunodepresores). Estos medicamentos debilitan la respuesta del sistema inmunitario. Debe tomar estos medicamentos durante toda su vida. Algunas enfermedades hepáticas pueden regresar después del trasplante. Para ayudar a que el trasplante sea más exitoso, es posible que comiencen a darle medicamentos contra la hepatitis B o C por adelantado, si tiene estas enfermedades.
¿Cómo me preparo para un trasplante de hígado?
El proveedor de atención médica le explicará el procedimiento. Hágale todas las preguntas que tenga sobre la cirugía.
Se le pedirá que firme un formulario de consentimiento mediante el que autoriza la realización de la cirugía. Lea el formulario atentamente y haga preguntas si hay algo que no está claro.
Para un trasplante planificado de donante vivo, siga todas las indicaciones que le den sobre no comer ni beber nada antes de la cirugía. Si su hígado viene de un donante que acaba de morir, usted debe dejar de comer y beber a partir del momento que le informen que hay un hígado disponible.
Es posible que le den un medicamento para ayudarle a relajarse (sedante) antes de la cirugía.
El proveedor puede darle otras indicaciones en función de su afección de salud.
¿Qué sucede durante un trasplante de hígado?
La cirugía de trasplante de hígado requiere hospitalización. Los procedimientos varían según su afección y las prácticas de su proveedor.
Generalmente, un trasplante de hígado sigue este proceso:
Le indicarán que se quite la ropa y le darán una bata para que se ponga.
Se le colocará una sonda intravenosa en el brazo o la mano. Le pondrán otros tubos (catéteres) en el cuello y la muñeca. O tal vez los coloquen debajo de la clavícula o en la zona que está entre el abdomen y el muslo (la ingle). Estos se usan para controlar el corazón y la presión arterial, y para tomar muestras de sangre.
Lo colocarán de espaldas sobre la mesa de operaciones.
Si hay mucho vello en la zona de la cirugía, es posible que lo rasuren.
Le colocarán una sonda en la vejiga para sacar la orina.
Después de que esté sedado, el anestesista le introducirá una sonda en los pulmones. Esto se hace para ayudarlo a respirar con una máquina llamada respirador. El anestesista le controlará continuamente la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la respiración y los niveles de oxígeno durante la cirugía.
Le limpiarán la piel del sitio quirúrgico con una solución estéril (antiséptica).
El cirujano hará un corte o incisión justo debajo de las costillas, a ambos lados del abdomen. La incisión se extenderá unos pocos centímetros en línea recta vertical hasta el esternón.
El cirujano separará cuidadosamente el hígado enfermo de los órganos y las estructuras cercanas.
Se cerrarán con pinzas las arterias y las venas que están conectadas para detener el flujo de sangre al hígado enfermo.
Pueden usarse diferentes métodos quirúrgicos para extirpar el hígado enfermo e implantar el hígado del donante. El método que se use dependerá de su caso específico.
El hígado enfermo se extirpará después de haber sido separado de los vasos sanguíneos.
El cirujano revisará el hígado del donante antes de implantarlo en su cuerpo.
El hígado del donante se conectará a sus vasos sanguíneos. Se iniciará la circulación de la sangre al hígado nuevo. El cirujano hará una revisión para detectar si hay sangrado donde se hicieron los puntos de sutura.
El hígado nuevo se conectará a sus vías biliares.
La incisión se cerrará con puntos o con grapas quirúrgicas.
Es posible que se coloque un drenaje en el sitio de la incisión para reducir la hinchazón.
Se colocará una venda o un apósito estéril.
¿Qué sucede después de un trasplante de hígado?
En el hospital
Después de la cirugía, es posible que lo lleven a una sala de recuperación por unas horas antes de que lo trasladen a la unidad de cuidados intensivos (UCI). Permanecerá en observación en la UCI por varios días.
Estará conectado a monitores diferentes. Estos mostrarán sus latidos, su presión arterial, otras lecturas de presión, su frecuencia respiratoria y su nivel de oxígeno. Usted deberá permanecer en el hospital durante 1 a 2 semanas, o más.
Es probable que le inserten una sonda por la garganta. Eso se hace para que usted respire con la ayuda de un respirador hasta que pueda hacerlo por sí mismo. Dependiendo de su situación, es posible que necesite una sonda de respiración por unas horas o algunos días.
Podría tener una sonda delgada de plástico en la nariz que se conecta con el estómago para quitar el aire que usted tragó. Cuando los intestinos vuelvan a funcionar normalmente, le quitarán la sonda. No podrá comer ni beber nada hasta que le quiten la sonda.
Le tomarán muestras de sangre con frecuencia para revisar su hígado nuevo. También revisarán que sus riñones, pulmones y sistema circulatorio estén funcionando.
Es posible que le administren medicamentos por goteo intravenoso para la presión arterial y el corazón, y para controlar cualquier problema hemorrágico. A medida que usted mejore, esos goteos se harán disminuir lentamente y se suspenderán. Quizás le den antibióticos.
Una vez que se hayan retirado las sondas de respiración y del estómago y que usted esté estable, es posible que comience a beber líquidos. Es posible que vuelva a comer alimentos sólidos de a poco según le indiquen.
Vigilarán atentamente sus medicamentos antirrechazo para asegurarse de que usted esté recibiendo la dosis correcta y la combinación correcta de medicamentos.
Cuando su proveedor crea que usted está listo, le trasladarán de la UCI a una habitación privada. Puede aumentar gradualmente la actividad a medida que se levante de la cama y camine un poco más cada vez. De a poco podrá ir comiendo más alimentos sólidos.
Su equipo de trasplante le enseñará cómo cuidarse cuando regrese a su casa.
En su hogar
Una vez que esté en casa, es importante mantener el área quirúrgica limpia y seca. El proveedor de atención médica le dará instrucciones específicas para bañarse. Si no se los quitaron antes de irse del hospital, le quitarán los puntos o grapas quirúrgicas que tenga en una visita de seguimiento en el consultorio.
No conduzca hasta que el proveedor de atención médica se lo indique. Es posible que deba limitar otras actividades.
Llame a su proveedor de atención médica si tiene cualquiera de estos síntomas:
Fiebre. Puede ser una señal de rechazo o infección.
Enrojecimiento, hinchazón, sangrado o secreción del lugar de la incisión.
Más dolor alrededor del lugar donde se realizó la incisión. Esto puede ser un signo de infección o rechazo.
Vómitos o diarrea
Coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia)
Su proveedor puede darle otras instrucciones, en función de su situación.
¿Qué se hace para prevenir el rechazo?
Debe tomar medicamentos durante toda su vida para ayudar a que el órgano trasplantado sobreviva en su cuerpo. Se llaman medicamentos antirrechazo (inmunodepresores). Estos medicamentos debilitan la respuesta del sistema inmunitario.
Cada persona puede reaccionar de manera diferente a los medicamentos. Y cada equipo de trasplante tiene preferencia por distintos medicamentos.
Constantemente se fabrican y aprueban medicamentos antirrechazo nuevos. Su proveedor establecerá el plan de tratamiento con medicamentos que sea más adecuado para usted. En la mayoría de los casos, tomará unos pocos medicamentos antirechazo al principio. Es posible que las dosis de estos medicamentos cambien con frecuencia, en función de su respuesta.
El proveedor lo vigilará atentamente y le hará análisis de sangre para controlar que no haya un rechazo. Si le preocupa que haya un rechazo, es posible que le haga una biopsia del hígado.
Los medicamentos antirrechazo debilitan el sistema inmunitario. Es por eso que las personas trasplantadas tienen un riesgo mayor de contraer infecciones. Algunas de las infecciones que representan el mayor riesgo para usted incluyen las siguientes:
Infección oral por hongos (candidiasis)
Herpes
Virus respiratorios
Durante los primeros meses después de la cirugía, debe evitar los lugares con mucha gente o el contacto con cualquier persona que tenga una infección.
Los síntomas del rechazo pueden manifestarse de manera diferente en cada persona. Algunos síntomas frecuentes del rechazo pueden incluir los siguientes:
Fiebre
Ictericia (color amarillento de la piel o los ojos)
Orina de color oscuro
Picazón
Hinchazón o dolor abdominal
Cansancio extremo (agotamiento físico)
Irritabilidad (sentirse molesto con facilidad)
Dolor de cabeza
Malestar estomacal
Próximos pasos
Asegúrese de saber lo siguiente antes de aceptar someterse a la prueba o al procedimiento:
El nombre de la prueba o del procedimiento
Los motivos por los que se realiza la prueba o el procedimiento
Los resultados que puede esperar y qué significan
Los riesgos y los beneficios de la prueba o del procedimiento
Los efectos secundarios y las complicaciones posibles
Cuándo y dónde le realizarán la prueba o el procedimiento
Quién es la persona que realizará la prueba o el procedimiento, y sus conocimientos o experiencia
Qué sucedería si no se realizara la prueba o el procedimiento
Las pruebas o los procedimientos alternativos disponibles
Cuándo y cómo obtendrá los resultados
A quién llamar luego de la prueba o del procedimiento en caso de tener preguntas o problemas
Cuánto deberá pagar por la prueba o el procedimiento