Trasplante de páncreas
El trasplante de páncreas es un tipo de intervención quirúrgica en la que se recibe el páncreas sano de un donante.
El trasplante de páncreas es una opción para algunas personas con diabetes tipo 1. La diabetes de tipo 1 es una enfermedad autoinmune. En esta enfermedad, el páncreas no produce la hormona insulina. El tratamiento habitual de la diabetes de tipo 1 consiste en inyecciones diarias de insulina.
En un trasplante de páncreas, recibirá un páncreas sano de un donante que haya fallecido. Si padece insuficiencia renal como consecuencia de la diabetes, el cirujano puede realizar también un trasplante de riñón al mismo tiempo. O el trasplante de riñón puede hacerse antes o después del trasplante de páncreas. A veces, una persona viva dona parte de su páncreas para el trasplante.
En un trasplante de páncreas, su propio páncreas permanece en su cuerpo. El cirujano conecta el nuevo páncreas a los intestinos o a la vejiga urinaria. De este modo, sus jugos digestivos pueden fluir directamente hacia los intestinos o la vejiga. Tras un trasplante satisfactorio, es posible que ya no necesite insulina para controlar el azúcar en sangre. En su lugar, el nuevo páncreas creará insulina para usted. También podrá seguir una dieta normal. Además, es probable que tenga pocos o ningún episodio de niveles bajos (o muy altos) de azúcar en sangre. También es probable que disminuya el riesgo de sufrir lesiones renales, oculares y nerviosas.
Otra opción es el trasplante de células de los islotes pancreáticos. Las células de los islotes son las células del páncreas que producen hormonas, incluida la insulina. Se están realizando ensayos clínicos experimentales para averiguar si un trasplante de células de los islotes funciona para tratar la diabetes. Hasta ahora, los ensayos han demostrado que un trasplante de células de los islotes es más sencillo y menos invasivo que un trasplante de páncreas, pero no funciona tan bien. Se ha avanzado en el uso de células madre como tratamiento. Se trata de células del organismo que pueden programarse para formar determinados tipos de células. En este caso, las células madre forman células de los islotes.
¿Quién puede someterse a un trasplante de páncreas?
La mayoría de los trasplantes de páncreas se realizan a personas que padecen diabetes de tipo 1. Es probable que también tengan otros problemas debidos a la diabetes. Por ejemplo, daño renal, daño nervioso, problemas oculares u otros problemas. O bien, los profesionales sanitarios pueden autorizar un trasplante para alguien cuya diabetes esté fuera de control incluso con medicamentos. Este suele ser el caso cuando los niveles bajos de azúcar en sangre (hipoglucemia) han sido un problema duradero. Algunas personas con diabetes de tipo 2 pueden optar a un trasplante de páncreas. Un trasplante de páncreas también funciona mejor en personas sin enfermedades del corazón o de los vasos sanguíneos. Si opta por un trasplante, es posible que le pidan que deje de fumar o pierda peso antes de la intervención.
¿Cuáles son los riesgos de un trasplante de páncreas?
Los principales riesgos son la infección y el rechazo del órgano. El rechazo se produce cuando el sistema inmunitario del organismo ataca al nuevo órgano como un invasor "extraño". Para reducir las posibilidades de rechazo, el equipo sanitario hace coincidir el tipo de sangre y tejido del donante del órgano con el de la persona que recibe el trasplante.
También recibirá medicamentos especiales para prevenir el rechazo. Deberá tomar estos medicamentos mientras el órgano esté en su cuerpo. Estos medicamentos inhiben el sistema inmunitario. Además, aumentan las probabilidades de contraer infecciones, como resfriados y gripe.
Con el tiempo, los medicamentos pueden aumentar el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer. Esto incluye un mayor riesgo de cáncer de piel. Por ello, es importante que se cubra cuando esté al sol y utilice protección solar.
¿Hay lista de espera para un trasplante de páncreas?
Hay más personas que necesitan un páncreas sano que donantes. La espera para un páncreas puede ser bastante larga. Por término medio, puede llevar de 2 a 3 años. Los cirujanos pueden planificar un trasplante de páncreas al mismo tiempo que un trasplante de riñón. Esto se hace para ayudar a controlar los niveles de glucosa en sangre y reducir el daño al nuevo riñón. La probabilidad de rechazo es menor si el tipo inmunitario del órgano donado se adapta bien a su organismo.
¿Cuáles son los resultados tras un trasplante de páncreas?
Los resultados a largo plazo de las personas que se someten a un trasplante de páncreas son buenos. Las personas que se someten a un trasplante de riñón-páncreas también suelen tener menos probabilidades de rechazo. Un buen resultado a largo plazo depende de varios factores. Entre ellos está el control del azúcar en sangre. Tendrá que hacerse pruebas con el tiempo para asegurarse de que el trasplante de páncreas sigue funcionando bien. Es fundamental que acuda a todas las citas con su proveedor de atención sanitaria.