Trastorno del espectro autista en los niños
¿Qué es el trastorno del espectro autista en los niños?
El trastorno del espectro autista (TEA) es un problema que afecta el sistema nervioso y el crecimiento y desarrollo del niño. A menudo, aparece durante los primeros 3 años de vida de un niño.
Algunos niños con TEA parecen vivir en su propio mundo. No se interesan en otros niños y no tienen conciencia social. Los niños con TEA se concentran en seguir una rutina, que puede incluir comportamientos normales. Los niños con este trastorno también suelen tener problemas para comunicarse con los demás. Es posible que no empiecen a hablar tan pronto como otros niños. Es posible que no quieran hacer contacto visual con otras personas.
El TEA puede impedir que un niño desarrolle habilidades sociales. Esto se debe en parte a que es posible que el niño con TEA no logre comprender las expresiones faciales o las emociones de otras personas. Las siguientes son características posibles en los niños con TEA:
No quieren que los toquen
Quieren jugar solos
No quieren cambiar sus rutinas
Los niños con TEA también suelen repetir movimientos. Por ejemplo, agitar las manos o mecerse. También pueden tener apegos anormales a los objetos. Pero también es posible que los niños con TEA hagan muy bien ciertas tareas mentales. Por ejemplo, es posible que el niño pueda contar o medir mejor que otros niños. A veces, los niños con TEA tienen destrezas para el arte o la música o pueden recordar muy bien ciertas cosas.
¿Cuáles son las causas del TEA en un niño?
Los expertos desconocen la causa del TEA. Puede deberse a determinados genes. Los niños con TEA también pueden tener problemas con la estructura cerebral o con ciertas sustancias químicas en el cerebro. Lo que los investigadores sí saben es que el TEA no se debe a lo que hacen los padres para criar a sus hijos. Tampoco está relacionado con ninguna vacuna administrada a los niños.
Con mucha menos frecuencia, hay otros factores que pueden causar el TEA e incluyen los siguientes:
Estar expuesto a toxinas en el medio ambiente antes del nacimiento o después
Infecciones graves, como meningitis o encefalitis, que causan daño cerebral
Problemas durante el parto
Infecciones antes del nacimiento
¿Qué niños están en riesgo de sufrir TEA?
El TEA ocurre en todos los grupos raciales, étnicos y socioeconómicos. El trastorno ocurre con mucha más frecuencia en los varones que en las niñas. Entre 4 y 5 veces, más niños que niñas tienen TEA.
Determinados trastornos genéticos que son hereditarios pueden aumentar el riesgo de que un niño padezca TEA. Entre ellos, se encuentran los siguientes:
Síndrome X frágil
Fenilcetonuria (PKU)
Neurofibromatosis
Esclerosis tuberosa
Problemas cromosómicos
Es posible que su hijo necesite pruebas genéticas para determinar si otro problema contribuyó. Estas pruebas se hacen con un médico genetista. Es un proveedor de atención médica con capacitación especial en genética y problemas hereditarios. Podrá informarle sobre las posibilidades de tener otro hijo con el problema genético. Por ejemplo, la PKU presenta una probabilidad de 1 entre 4 de ocurrir en otro embarazo. Para la esclerosis tuberosa, las posibilidades son de 1 entre 2.
Incluso cuando no se encuentra ningún problema genético, tiene una probabilidad ligeramente mayor de tener otro hijo con TEA. Los expertos creen que esto se debe a que varios genes de ambos padres pueden actuar juntos y causan el TEA.
¿Cuáles son los síntomas del TEA en un niño?
Cada niño puede tener síntomas diferentes. A continuación, se detallan los síntomas más comunes del TEA.
Síntomas sociales
Tiene problemas para hacer contacto visual con los demás
Tiene problemas para hacer amigos o interactuar bien con otros niños
Síntomas de comunicación
No se comunica bien con los demás
Empieza a hablar a una edad más avanzada que otros niños o no habla en absoluto
Cuando el niño es capaz de hablar, no habla en entornos sociales
Repite palabras o frases (ecolalia) o repite partes de diálogos de televisión o películas
Síntomas conductuales
Hace movimientos repetidos, como balancearse o aletear los dedos o las manos
Puede ser demasiado sensible o menos sensible a ciertos factores que lo rodean, como luces, sonidos, tacto o gusto
Tiene rituales
Necesita rutinas
Los síntomas del TEA pueden parecerse a los de otras afecciones. Procure que un proveedor de atención médica vea a su hijo para obtener un diagnóstico.
¿Cómo se diagnostica el TEA en un niño?
No hay un análisis único que permita hacer un diagnóstico del TEA. Los proveedores de atención médica usan ciertas pautas para diagnosticar el TEA en los niños antes de los 2 años. Las pautas permiten diagnosticar el trastorno de manera temprana. Los niños diagnosticados de manera temprana con TEA pueden recibir tratamiento de inmediato.
Según las pautas, se deben hacer pruebas de detección del TEA y de otros trastornos del desarrollo a todos los niños antes de los 2 años. La evaluación se hace en los chequeos de control del niño sano. Los niños que tienen síntomas de trastornos del desarrollo o de la conducta deberán hacerse más pruebas para detectar el TEA.
Los proveedores de atención médica buscan los siguientes problemas durante las visitas de control antes de los 2 años:
No balbucea, señala ni hace gestos a los 12 meses
No pronuncia ninguna palabra a los 16 meses
No usa frases de dos palabras a los 24 meses, solo repite palabras o sonidos de otros
Pierde el lenguaje o las habilidades sociales a cualquier edad
No hace contacto visual a los 3 o 4 meses
Si un niño tiene alguno de los problemas anteriores, el proveedor de atención médica le hará más exámenes de detección. Esto permitirá determinar si su hijo tiene TEA u otro trastorno del desarrollo. Es posible que su hijo necesite consultar a un proveedor de atención médica con capacitación especial para diagnosticar y tratar el TEA. Es posible que su hijo también necesite las siguientes pruebas de detección:
Examen del sistema nervioso
Pruebas de diagnóstico por imágenes, como tomografía computarizada, resonancia magnética o tomografía por emisión de positrones (TEP)
Pruebas de salud mental
Pruebas genéticas para buscar problemas genéticos que causan TEA u otros trastornos del desarrollo
¿Cómo se trata el TEA en un niño?
Cada niño con TEA necesita su propio programa de tratamiento especial. Esto se debe a que la cantidad de ayuda que los niños con TEA necesitan puede variar mucho. Los programas más eficaces son aquellos que se inician lo antes posible e incluyen a los padres.
El tratamiento para el TEA incluye lo siguiente:
Programas de cambio de conducta. En estos programas, se aprenden habilidades sociales, habilidades de movimiento y habilidades de pensamiento (cognitivas). Son útiles para que el niño cambie conductas problemáticas.
Programas de educación especial. Se centran en habilidades sociales, habla, lenguaje, cuidado personal y habilidades laborales.
Medicamentos. Algunos niños necesitan medicamentos para tratar algunos de los síntomas del TEA.
Es posible que su hijo y su familia también deban consultar a un proveedor de salud mental. Este proveedor puede brindarles asesoramiento para padres, capacitación en habilidades sociales y terapia individualizada. Este proveedor de atención médica también puede ayudarlo a encontrar los programas de tratamiento más adecuados para su hijo.
¿Cómo puedo prevenir el TEA en mi hijo?
Los expertos desconocen cómo prevenir el TEA en los niños. Lo que sí saben es que no se debe a lo que hace un padre para criar a un hijo, ni está relacionado con las vacunas infantiles. Detectar y tratar el TEA de manera temprana puede reducir los síntomas y mejorar el desarrollo normal de su hijo. También puede mejorar la calidad de vida de su hijo.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a vivir con TEA?
El TEA es una afección que dura toda la vida y que puede generar un gran estrés tanto para la persona con TEA como para su familia. El proveedor de atención primaria de su hijo desempeñará un papel clave en el apoyo a usted y al niño. Lo ayudará a comprender el tratamiento y a cuidar a su hijo. Usted desempeña un papel fundamental en el tratamiento y el bienestar de su hijo. Cómo ayudar a su hijo:
Asista a todas las visitas de control con el proveedor de atención médica de su hijo.
Hable con el proveedor de atención médica de su hijo sobre otros proveedores que participarán en la atención de su hijo. Su hijo puede recibir atención de un equipo que puede incluir neurólogos, fonoaudiólogos, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales, trabajadores sociales, psicólogos y psiquiatras. El equipo de atención del niño dependerá de sus necesidades y de la gravedad de los síntomas del TEA.
Hable con otros sobre el TEA de su hijo. Colabore con el proveedor de atención médica de su hijo y con la escuela para crear un plan de tratamiento.
Consulte los recursos escolares para su hijo. Muchas veces, el TEA de un niño interfiere de forma grave con su capacidad para manejar el entorno escolar habitual. La Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA, por su sigla en inglés) y la sección 504 de la Ley de Derechos Civiles protegen a los niños con necesidades educativas especiales. Hable con el maestro o el director de la escuela de su hijo para obtener más información.
Colóquele a su hijo use un brazalete o un collar de alerta médica si deambula o tiene problemas de comunicación. También es conveniente que lleven un formulario de emergencia con información de contacto y símbolos de comunicación.
Busque apoyo en los servicios comunitarios locales. El TEA puede ser estresante. Puede resultar útil estar en contacto con otros padres que tienen un hijo con TEA.
Cuídese y esté atento a signos de estrés en usted o en sus familiares. Las exigencias físicas y emocionales del cuidado pueden ser abrumadoras. Permita que sus familiares y amigos le brinden ayuden y atención de relevo. Un descanso puede ser útil tanto para usted como para el niño. Obtenga apoyo profesional adicional si es necesario.
Información importante sobre el trastorno del espectro autista en los niños
El trastorno del espectro autista (TEA) es un problema que afecta el sistema nervioso y el crecimiento y desarrollo del niño.
Los niños con TEA suelen tener problemas para comunicarse. Es posible que tengan problemas para desarrollar habilidades sociales.
Los genes pueden estar involucrados en el TEA.
Se debe examinar a todos los niños antes de los 2 años para detectar si tienen TEA.
El diagnóstico puede incluir pruebas genéticas y pruebas de diagnóstico por imágenes.
Los niños con TEA necesitan un plan de tratamiento especial a largo plazo. En plan puede incluir programas destinados a cambiar el comportamiento y enseñar habilidades sociales.
Cada niño con TEA es único y tiene experiencias únicas. Las familias pueden obtener ayuda de recursos comunitarios.
Próximos pasos
Consejos para aprovechar al máximo la visita con el proveedor de atención médica de su hijo:
Tenga en claro la razón de la visita y qué quiere que suceda.
Antes de la consulta, anote las preguntas que quiere hacer.
En la consulta, anote el nombre de los diagnósticos nuevos y de todo medicamento, tratamiento o prueba nuevos. Anote también cualquier instrucción nueva que el proveedor de atención médica le dé a su hijo.
Sepa por qué se receta un tratamiento o un medicamento, y cómo ayudará a su hijo. Conozca los efectos secundarios.
Pregunte si la afección de su hijo se puede tratar de otra forma.
Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.
Sepa qué esperar si su hijo no usa el medicamento, si no se hace la prueba o no se somete al procedimiento.
Si su hijo tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo de la consulta.
Sepa cómo comunicarse con el proveedor de atención médica del niño fuera del horario de atención. Esto es importante en caso de que su hijo se enferme y usted tenga preguntas o necesite ayuda.