Quiste cerebral
¿Qué es un quiste cerebral?
Un quiste cerebral o lesión cerebral quística es un saco lleno de líquido ubicado en el cerebro. Pueden ser no cancerosos (benignos) o cancerosos (malignos). Que sea benigno significa que su crecimiento no se propaga a otras partes del cuerpo. Puede contener sangre, pus u otro tipo de material. En el cerebro, los quistes pueden contener líquido cefalorraquídeo. El líquido cefalorraquídeo es un líquido transparente que rodea y amortigua el encéfalo y la médula espinal. Algunos quistes cerebrales comienzan antes del nacimiento.
Aun cuando un quiste cerebral no sea un cáncer, igualmente puede causar problemas. El quiste puede hacer presión contra el tejido del cerebro y causar síntomas, como dolor de cabeza, problemas de la vista o náuseas. Si esto ocurre, podría necesitar una cirugía para extraer el quiste. En algunos casos, si el quiste es pequeño, no está creciendo y no es probable que cause síntomas, probablemente su proveedor de atención médica puede recomendarle vigilarlo en lugar de operarlo.
Hay diferentes tipos de quistes cerebrales:
Quiste aracnoideo(quiste leptomeníngeo). Es un quiste que se ubica entre el cerebro y la aracnoides. Esta membrana es una de las cubiertas protectoras que rodean el cerebro. Un quiste aracnoideo contiene líquido cefalorraquídeo. Este tipo de quistes son más frecuentes en niños, pero también pueden aparecer en adultos. Este tipo de quiste se presenta más en los hombres que en las mujeres.
Quiste coloideo. Es un quiste lleno de gel. Generalmente se forma en uno de los cuatro ventrículos del cerebro. Los ventrículos son reservas de líquido cefalorraquídeo en el cerebro. Los quistes coloides suelen producirse en el tercer ventrículo. Está en un punto central del cerebro. Este quiste puede provocar la obstrucción del flujo del líquido cefalorraquídeo de forma intermitente y causar cefaleas posicionales. Son dolores de cabeza que se producen cuando una persona está en cierta posición. Suelen aparecer en la edad adulta.
Quiste dermoide. Es un tipo de quiste poco frecuente. Aparece cuando unas pocas células de la piel quedan atrapadas cuando el cerebro y la médula espinal se forman antes del nacimiento. Estos quistes pueden incluso contener células de las glándulas sudoríparas o de los folículos pilosos. Estos quistes suelen aparecer en niños.
Quiste epidermoide. También se lo conoce como tumor epidermoide. Al igual que un quiste dermoide, se forma a partir de una porción pequeña de tejido que queda atrapado cuando se forman el cerebro y la médula espinal. Un quiste epidermoide no contiene glándulas sudoríparas ni células de folículos pilosos. Crece muy lentamente. Estos quistes suelen aparecer por primera vez cuando la persona llega a la adultez.
Quiste pineal. Se presenta en la glándula pineal, en el medio del cerebro. Este tipo de quiste suele descubrirse solo en un procedimiento de exploración por imágenes que se le realiza a la persona por otra razón. Los quistes pineales rara vez causan problemas. Si crecen, a veces pueden afectar a la visión. Pueden aparecer en personas de cualquier edad.
Abscesos cerebrales. Esto ocurre en cualquier parte del cerebro como un quiste único o múltiples quistes. La causa más común de los abscesos es una infección por bacterias. A veces son causados por un parásito o un hongo.
Quiste neoplásico. Se debe a un tumor benigno o maligno. Cuando un tumor cerebral se inicia fuera del cerebro, se denomina metastásico.
¿Qué causa un quiste cerebral?
Los quistes cerebrales están causados por la acumulación de líquido en una zona del cerebro. Los quistes cerebrales pueden formarse durante las primeras semanas, cuando el bebé está creciendo en el útero. Algunos quistes pueden formarse a causa de una lesión en la cabeza u otro traumatismo cerebral. En otros casos, es posible que haya una relación entre un quiste cerebral y un tumor no canceroso o un tumor canceroso.
¿Cuáles son los síntomas de un quiste cerebral?
Los síntomas generalmente dependen del lugar del cerebro en donde está creciendo el quiste. En algunos casos, si el quiste es pequeño, puede no causar síntomas. Algunos quistes son “silenciosos” (no causan síntomas) hasta que se vuelven más grandes. En algunos casos, puede tener un problema relacionado con la zona del cerebro en la que crece el quiste. En otros casos, los síntomas pueden deberse al bloqueo del flujo normal del líquido cefalorraquídeo. Esto puede provocar un aumento de la presión en el cerebro (presión intracraneal).
Los síntomas pueden ser diferentes para cada persona, pero pueden incluir algunos de los siguientes:
Dolor de cabeza (común)
Náuseas y vómitos
Vértigo o mareo
Problemas auditivos o visuales
Dificultad con el equilibrio y para caminar
Dolor en la cara
Convulsiones (infrecuente)
¿Cómo se diagnostica un quiste cerebral?
En algunos casos, el proveedor de atención médica puede descubrir un quiste cerebral cuando aparece en una prueba de diagnóstico por imágenes que se hace por otra razón. En otros casos, es posible que tenga síntomas relacionados con el quiste. Su proveedor de atención médica primaria probablemente lo remitirá a un neurólogo. Se trata de un proveedor de atención médica especializado en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades del sistema nervioso central. O quizá lo derive a un neurocirujano. Este es un profesional que hace cirugías en el cerebro o la médula espinal.
El proceso de diagnóstico de un quiste comienza con una historia clínica y una exploración física. Su proveedor de atención médica le preguntará sobre sus síntomas y afecciones médicas anteriores. También le preguntará sobre los antecedentes médicos de su familia. El examen físico puede incluir un examen del sistema nervioso. Es posible que le realicen estudios de diagnóstico por imágenes para observar el cerebro. Puede usarse un medio de contraste (tinte) para ayudar a obtener una imagen con más detalles. Estas pruebas pueden incluir las siguientes:
Tomografía computarizada. Este estudio consiste en utilizar radiografías y una computadora para generar imágenes detalladas del cuerpo. Pueden hacerle tomografías del cerebro y de la médula espinal.
Resonancia magnética. Esta prueba usa imanes fuertes y una computadora para generar imágenes del cuerpo. Las exploraciones de imágenes por resonancia magnética del cerebro y de la médula espinal se pueden realizar para obtener más información sobre el quiste y los tejidos cercanos.
Las resonancias pueden repetirse con el tiempo para ver si el quiste ha crecido.
¿Cómo se trata un quiste cerebral?
Si el quiste se encuentra en el cerebro y está causándole problemas, su proveedor de atención médica podría sugerirle extirpar el quiste mediante una cirugía. Si el quiste no causa síntomas y no crece, su proveedor de atención médica puede elegir observarlo atentamente y repetir las pruebas de diagnóstico por imágenes. El tratamiento puede variar según el tipo de quiste. Por ejemplo:
Si tiene un quiste aracnoideo, su proveedor de atención médica puede perforar el saco del quiste y drenar el líquido. El líquido se une con el resto del líquido cefalorraquídeo o se extrae con una aguja. Si el proveedor drena el quiste sin extirpar parte de la bolsa o colocar una sonda de drenaje permanente, la bolsa puede volver a llenarse de líquido.
Si tiene un quiste dermoide o epidermoide, es probable que el proveedor de atención médica se lo extirpe. Es probable que se extirpe el quiste completo con su saco. Si el quiste no se extirpa por completo, puede volver a crecer y causar síntomas de nuevo después de unos años.
Los quistes coloides suelen provocar una acumulación de exceso de líquido cefalorraquídeo. Esto se conoce como hidrocefalia. Esto puede crear un peligroso aumento de la presión dentro del cerebro. Una derivación o sonda de drenaje puede aliviar parte de esta presión. Los quistes coloides pueden ser difíciles de extirpar porque, por lo general, están en lo profundo del cerebro. Para eliminarlos, es posible que el proveedor de atención médica utilice métodos quirúrgicos especiales con diminutas herramientas endoscópicas que se envían a través de una sonda delgada hasta el interior del cerebro.
Por lo general, los quistes pineales no causan problemas. A menudo es posible controlarlos vigilando cualquier alteración.
Los quistes tumorales pueden tratarse con cirugía, radioterapia o quimioterapia. Estos tratamientos pueden hacerse solos o combinados.
Los abscesos se tratan con antibióticos, antifúngicos o antiparasitarios. También es posible que necesite cirugía.
Información importante sobre los quistes cerebrales
Los quistes cerebrales son sacos llenos de líquido que se pueden formar en el cerebro. Pueden ser no cancerosos (benignos) o cancerosos (malignos).
Los quistes cerebrales pueden aparecer en niños o en adultos. En algunos casos, los quistes cerebrales comienzan antes del nacimiento, pero no causan ningún síntoma hasta mucho más tarde.
Un quiste cerebral que no causa síntomas a veces aparecerá durante un estudio de exploración por imágenes que se realiza por otro motivo.
Hay diferentes tipos de quistes cerebrales. Entre ellos, se encuentran los quistes aracnoides, coloides, dermoides, epidermoides, pineales, infecciosos y tumorales.
Incluso cuando los quistes cerebrales no son cancerosos, pueden ejercer presión contra el tejido del cerebro y causar síntomas. A veces, un quiste puede bloquear el flujo normal del líquido cefalorraquídeo. Esto puede causarle problemas.
Su neurólogo o neurocirujano puede aconsejar la extirpación quirúrgica del quiste. Si el quiste es pequeño y no es probable que cause síntomas, es posible que su proveedor de atención médica le recomiende en cambio vigilarlo para ver si permanece estable.
Próximos pasos
Consejos para ayudarlo a aprovechar al máximo la visita con su proveedor de atención médica:
Tenga en claro la razón de la visita médica y qué quiere que suceda.
Antes de la visita, anote las preguntas que quiere hacer.
Lleve a un acompañante para que lo ayude a formular las preguntas y a recordar qué le dice su proveedor.
En la visita, anote el nombre de los nuevos diagnósticos y de todo nuevo medicamento, tratamiento o prueba. También anote las instrucciones que el proveedor le indique.
Sepa por qué se receta un tratamiento o un medicamento, y cómo lo ayudará. Conozca los efectos secundarios.
Pregunte si su afección se puede tratar de otra forma.
Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.
Sepa qué esperar si no toma el medicamento o no se realiza la prueba o el procedimiento.
Si tiene una visita de control, anote la fecha, la hora y el objetivo de esta.
Sepa cómo comunicarse con su proveedor si tiene preguntas.