Callosidades y callos
¿Qué son las callosidades y los callos?
Las callosidades y los callos son zonas de piel que se volvieron más gruesas debido a la fricción o la presión. La capa externa de piel se engrosa para proteger con tejido adicional el hueso que está debajo. Por lo general, las callosidades ocurren en los pies y las manos. Los callos son un tipo de callosidades pequeñas que aparecen en los dedos o entre un dedo y otro.
¿Cuáles son las causas de las callosidades y los callos?
Las callosidades y los callos de los pies pueden formarse por fricción o presión de lo siguiente:
Zapatos que no le calzan bien
Huesos de los pies que no están en una posición normal
Mucha actividad física, por ejemplo, correr todos los días
Las callosidades en las manos pueden deberse a fricción por lo siguiente:
Levantamiento de pesas
Tocar un instrumento musical
Usar herramientas
Jugar al tenis
Trabajar en el jardín
Hacer trabajos de granja, carpintería y otros trabajos con las manos
¿Quiénes están en riesgo de tener callosidades y callos?
Usted corre más riesgo de presentar callosidades y callos en las siguientes circunstancias:
Está muy activo físicamente.
Usa zapatos que no le calzan bien.
No usa medias con el calzado.
Tiene otros problemas en los pies.
Toca un instrumento musical.
Trabaja con las manos.
¿Cuáles son los síntomas de las callosidades y los callos?
Pueden ser un poco distintos en cada persona.
Callosidades
Por lo general, las callosidades son zonas gruesas de piel que se forman en las manos y los pies y que no duelen.
Callosidades en la mano. Con frecuencia se forman en la palma, justo debajo de los dedos, y en las partes blandas internas de los dedos.
Callosidades en el pie. Salen en la planta del pie o en el borde exterior de un dedo o del talón. La callosidad se puede extender por toda la región metatarsiana. Este tipo de callosidad por lo general se debe a un problema en el metatarso. Se trata del hueso largo situado en la base del dedo, cerca de la región metatarsiana. Los tilomas son callosidades que pueden crecer a lo largo del borde exterior del talón o del dedo gordo. Algunas callosidades ejercen presión hacia dentro del pie en vez de extenderse por fuera. Pueden tener un núcleo o unión de tejido en los que hay mayor presión.
Callos
Los callos pueden ser dolorosos. Por lo general, crecen en la parte superior del pie, con frecuencia en la articulación de los dedos. Los callos pueden ser desde una zona de piel un poco más gruesa hasta un bulto doloroso, que puede ser duro o blando. A menudo se forman encima de los dedos en martillo. Si los dedos se doblan, es posible que crezcan callos en las puntas de los dedos. También se puede formar un callo en el extremo de un dedo si este roza con el calzado. También pueden salir callos entre los dedos, a menudo entre el primero y el segundo. A veces, se confunden los callos con las verrugas.
Los síntomas de las callosidades y los callos pueden parecerse a los de otras afecciones. Consulte con su proveedor de atención médica para obtener un diagnóstico.
¿Cómo se diagnostican las callosidades y los callos?
El proveedor de atención médica le hará preguntas sobre sus síntomas y su historia clínica. Le hará una exploración física. Esta incluirá un examen minucioso de la zona de piel en la que se formó la callosidad o el callo. Es posible que el proveedor le pregunte sobre su calzado y la actividad física que hace. En la mayoría de los casos, no se necesitan análisis de laboratorio.
¿Cómo se tratan las callosidades y los callos?
El tratamiento dependerá de los síntomas, de la edad y del estado de salud general. También, de la gravedad de la afección.
El tratamiento para las callosidades y los callos puede incluir lo siguiente:
Cortar la piel. El proveedor de atención médica puede recomendarle usar una lima para uñas o una piedra pómez para quitar la piel del callo o de la callosidad. Es posible que le indiquen que haga esto después de ablandar la piel con un baño de inmersión o una ducha. En algunos casos, es posible que el proveedor de atención médica use un instrumento afilado para cortar las capas externas de piel que componen el callo o la callosidad.
Ácido salicílico. Puede poner ácido salicílico sobre el callo o la callosidad para ablandar y eliminar algunas capas de piel.
Crema con urea. Puede usarla para eliminar las capas adicionales de piel.
Parches. Los parches Moleskin o las almohadillas suaves pueden ayudar a proteger la zona de piel en la que se forman callos y callosidades, de modo que se alivie el dolor y la fricción.
Inyecciones de cortisona. Se pueden inyectar medicamentos con cortisona en los callos y callosidades doloridos para aliviar el dolor.
Cambiar el calzado. Si tiene callos, su proveedor de atención médica puede recomendarle que use zapatos que tengan más lugar para los dedos. De ese modo, los dedos no rozan con la parte superior de los zapatos.
Usar plantillas para el calzado. Si tiene callosidades, usar una plantilla, soporte para el arco o contrafuerte del talón acolchados puede ayudar a reducir la fricción. Las ortesis son plantillas especiales para el calzado que vienen en diferentes formas y tamaños para ayudar con los problemas en los pies. Pueden ser útiles para acolchar las callosidades o aliviar la presión en las zonas problemáticas en las que se forman. La ortesis puede ayudar a controlar los problemas existentes y prevenir que surjan otros.
Cirugía. Si tiene un hueso o una articulación fuera de lugar, ciertas partes del pie pueden estar muy presionadas. Esto puede provocar callos y callosidades. En esos casos, la cirugía quizás sea la mejor manera de solucionar el problema. En la mayoría de los casos, la cirugía para mejorar la posición de los huesos del pie es un procedimiento ambulatorio. Eso significa que puede volver a su casa ese mismo día. El proveedor de atención médica puede cortar el hueso adicional, reubicar huesos grandes o incluso conectar (fusionar) articulaciones. En algunos casos, se cortan tendones o ligamentos para disminuir la tensión de un hueso o articulación. Su proveedor de atención médica hablará con usted sobre la cirugía más adecuada para su caso.
Consulte con sus proveedores de atención médica sobre los riesgos, los beneficios y los posibles efectos secundarios de todos los tratamientos.
¿Cuáles son las complicaciones posibles de las callosidades y los callos?
Muchos callos y callosidades pueden doler, infectarse, dañar el tejido sano y afectar su capacidad de caminar. Si tiene diabetes, pueden provocar más problemas en los pies. Examínese los pies a diario para ver si tiene llagas u otros signos de infección.
¿Se pueden prevenir las callosidades y los callos?
Puede prevenir las callosidades y los callos eliminando la causa de la fricción o la presión. Use zapatos que le calcen bien.
Cuándo debe llamar al proveedor de atención médica
Llame al proveedor de atención médica si tiene cualquiera de los siguientes:
Síntomas que no mejoran o que empeoran
Síntomas nuevos
Llagas o signos de infección en el pie, como enrojecimiento, calor o secreción de líquidos
Dolor
Información importante sobre las callosidades y los callos
Las callosidades y los callos son zonas de piel que se volvieron más gruesas debido a la fricción o la presión. La capa externa de piel se engrosa para proteger con tejido adicional el hueso que está debajo.
Por lo general, las callosidades ocurren en los pies y las manos. Los callos son un tipo de callosidades pequeñas que aparecen en los dedos o entre un dedo y otro.
Por lo general, las callosidades no duelen. Los callos pueden ser dolorosos.
Muchos callos y callosidades pueden doler, infectarse, dañar el tejido sano y afectar su capacidad de caminar.
El tratamiento para las callosidades y los callos puede incluir cortar la piel, usar parches o medicamentos para la piel o cambiar el calzado. En algunos casos, una cirugía puede ser útil.
Próximos pasos
Consejos para aprovechar al máximo la cita con el proveedor de atención médica:
Tenga en claro la razón de la cita médica y qué quiere que suceda.
Antes de la consulta, anote las preguntas que quiere hacer.
Lleve a un acompañante para que lo ayude a formular las preguntas y a recordar qué le dice el proveedor.
En la consulta, anote el nombre de los diagnósticos nuevos y de todo medicamento, tratamiento o prueba nuevos. También anote las instrucciones que el proveedor le indique.
Sepa por qué se receta un tratamiento o un medicamento, y cómo lo ayudará. Conozca los efectos secundarios.
Pregunte si su afección se puede tratar de otra forma.
Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.
Sepa qué esperar si no toma el medicamento o no se realiza la prueba o el procedimiento.
Si tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo de esta.
Sepa cómo comunicarse con el proveedor si tiene preguntas.