Niños que viven con una enfermedad reumática
Vivir con una enfermedad reumática
Un niño que vive con una enfermedad reumática no necesariamente tiene que tener un estilo de vida con limitaciones. Todos los miembros de la familia se ven afectados cuando a un niño se le diagnostica una enfermedad reumática, de modo que hay que hacer un esfuerzo por mantener un patrón de actividad familiar que sea lo más normal posible. Con el tratamiento correcto, una enfermedad reumática no tiene que impedirle a su hijo realizar las actividades cotidianas durante un período largo.
El ejercicio físico y las enfermedades reumáticas
El ejercicio físico, cuando se hace correctamente, puede reducir los síntomas de la enfermedad reumática, entre los que se incluyen los siguientes:
Prevenir la rigidez en las articulaciones
Mantener fuertes los músculos que rodean las articulaciones
Mejorar la flexibilidad de las articulaciones
Reducir la hinchazón
Aliviar el dolor
Mantener los huesos y los tejidos cartilaginosos fuertes y sanos
Mejorar la alineación de las articulaciones
Mejorar el estado físico general
A menudo el ejercicio físico es una parte integral del plan de tratamiento general de un niño para la artritis pediátrica o para otras enfermedades reumáticas. También puede aumentar la sensación de bienestar de su hijo. Hay 3 tipos principales de ejercicios que pueden ser de ayuda para los niños con enfermedades reumáticas:
Amplitud de movimiento. Los ejercicios para la amplitud de movimiento priorizan el movimiento de las articulaciones en determinadas direcciones, a fin de mejorar la flexibilidad y reducir la rigidez.
Fortalecimiento. Los ejercicios de fortalecimiento incrementan o conservan la fuerza de los músculos alrededor de las articulaciones, lo que las mantiene más estables. Dos ejercicios comunes de fortalecimiento incluyen los isométricos (contracción de los músculos sin usar las articulaciones) y los isotónicos (fortalecimiento de los músculos por medio del uso de las articulaciones).
Aeróbicos. Los ejercicios aeróbicos mejoran la resistencia y la salud cardiovascular del niño, y, a la vez, mantienen la fortaleza muscular y la flexibilidad articular. Los tipos de ejercicios aeróbicos adecuados para la mayoría de los niños con enfermedades reumáticas incluyen caminar, hacer gimnasia acuática y andar en bicicleta.
Consulte siempre al proveedor de atención médica de su hijo antes de que el niño comience un programa de ejercicios. Un fisioterapeuta o un terapeuta ocupacional puede participar en la atención de su hijo para ayudar con los ejercicios físicos y la terapia.
Dieta y control del peso en las enfermedades reumáticas
Los investigadores aún no logran comprender por completo la función que desempeñan la dieta y la nutrición en las enfermedades reumáticas. Se están realizando estudios para analizar los efectos de los alimentos, el peso y la nutrición en la enfermedad. Sin embargo, la Fundación de la Artritis (Arthritis Foundation) recomienda las siguientes guías alimentarias para los niños con artritis pediátrica y otras enfermedades reumáticas:
La variedad. La alimentación variada que incluye opciones de los 5 grupos de alimentos diferentes le suministra al cuerpo del niño los nutrientes que necesita. Evitar los alimentos con alto contenido de grasa y azúcar o las comidas procesadas puede reducir la inflamación. El agotamiento físico, el dolor y algunos medicamentos pueden hacer que, para un niño con una enfermedad reumática, sea difícil comer de manera saludable.
El peso. Al ayudar al niño a mantener un peso saludable, se reduce la sobrecarga en las articulaciones que soportan el peso, por ejemplo, las rodillas y las caderas. Un nutricionista debe participar en el control del estado nutricional de su hijo.
Cómo ayudar a su hijo a sobrellevar una enfermedad reumática
Vivir con dolor y agotamiento físico crónicos puede hacer que el niño se sienta deprimido y que le cueste más soportar el dolor. El ciclo de dolor, depresión y estrés puede impedirle al niño vivir su vida al máximo. A menudo puede ser útil unirse a un grupo de apoyo para niños con enfermedades reumáticas y sus familias. Hable con el médico de su hijo acerca de ponerse en contacto con un grupo de apoyo. Tratar el dolor de una manera positiva y tomar el control pueden ayudar a romper ese ciclo. Parte del tratamiento adecuado del dolor es asegurarse de que su hijo descanse mucho para que conserve la energía, y esto incluye lo siguiente:
Dormir lo suficiente. Es importante que su hijo duerma de 8 a 10 horas por la noche para mantener su nivel de energía y recuperar el buen ánimo. El descanso también permite el reposo de las articulaciones. A veces, una siesta por la tarde es una oportunidad para el reposo articular.
Relajación. Poder relajarse puede minimizar el estrés en la vida de su hijo, así como los síntomas. Un cuerpo que está relajado implica que los músculos están relajados, y esto alivia parte del dolor asociado con las enfermedades reumáticas. Existen muchas técnicas de relajación diferentes. Consulte con el proveedor de atención médica de su hijo para obtener más información.