Infección de las vías respiratorias altas (resfriado común o URI, por sus siglas en inglés)
¿Qué es una infección de las vías respiratorias altas?
La infección de las vías respiratorias altas (resfriado común o URI, por sus siglas en inglés), es una de las enfermedades más frecuentes que provoca más visitas al médico y ausencias a la escuela o al empleo que ninguna otra enfermedad por año. Se calcula que la población de Estados Unidos padece unos mil millones de resfriados por año. Los resfriados, que pueden ser causados por más de 200 virus diferentes, se deben a la inflamación de las membranas que recubren la nariz y la garganta provocada por estos virus. Sin embargo, de todos esos virus, los que producen la mayoría de los resfriados son los rinovirus.
Datos sobre los resfriados o URI:
La mayoría de los niños desarrollan entre seis y ocho resfriados, como mínimo, por año. Este número aumenta en niños que van a guarderías.
Los resfriados podrían ser menos frecuentes luego de los 6 años.
Los adultos se resfrían entre dos y cuatro veces por año, aproximadamente.
¿Cuál es la temporada "de resfriados"?
Los resfriados son más frecuentes durante el otoño y el invierno, desde fines de agosto o principios de septiembre hasta marzo o abril (en el hemisferio norte). El aumento de la incidencia de resfriados durante la estación fría puede atribuirse al hecho de que más niños están en ambientes cerrados y cerca de otros. Además, muchos de los virus del resfriado se desarrollan en poca humedad, lo que reseca las fosas nasales y las torna más vulnerables a la infección.
¿Qué causa el resfriado común?
Existen muchos tipos diferentes de virus que provocan el resfriado común. De hecho, el origen de los síntomas de un resfriado pueden ser más de 200 variedades de virus diferentes. El virus más común es el rinovirus. Otros virus incluyen los coronavirus, el virus de la parainfluenza, adenovirus, enterovirus y el virus sincitial respiratorio.
Una vez que el virus entra al cuerpo del niño, provoca una reacción: el sistema inmunológico del niño empieza a reaccionar frente al virus extraño. Como consecuencia, provoca lo siguiente:
Aumento en la producción de moco (goteo nasal).
Inflamación del revestimiento de la nariz (dificulta la respiración y provoca congestión nasal).
Estornudos (por la irritación en la nariz).
Tos (por el aumento de moco que gotea en la garganta).
¿Cómo se contagia un resfriado mi hijo?
Para contagiarse un resfriado, su hijo debe entrar en contacto con uno de los virus que provocan el resfriado presente en otra persona que afectada. El virus del resfriado puede transmitirse de las siguientes formas:
A través del aire. Si una persona resfriada estornuda o tose, pueden quedar en el aire pequeñas cantidades del virus. Por eso, si su hijo respira ese aire, el virus se adherirá a la membrana de su nariz.
Contacto directo. Esto significa que su hijo tocó directamente a una persona que estaba infectada. Los niños pueden transmitir un resfriado fácilmente, ya que se tocan la nariz, la boca y los ojos a menudo y luego tocan a otras personas u objetos, y así transmitirlo. Es importante saber que los virus pueden transmitirse mediante objetos, como por ejemplo juguetes, que han sido tocados por una persona resfriada.
¿Cuáles son los síntomas del resfriado común?
Los síntomas de un resfriado empiezan de uno a tres días después de que su hijo entró en contacto con el virus. En general, los síntomas duran aproximadamente una semana, pero esto varía en cada niño, y pueden durar hasta dos semanas. A continuación se enumeran los síntomas más comunes de un resfriado. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
En bebés:
Dificultad para dormir
Fastidio
Congestión nasal
En ocasiones, vómitos y diarrea
Fiebre
En niños más grandes:
Goteo y congestión nasal
Picazón y cosquilleo en la garganta
Ojos llorosos
Estornudos
Tos seca y leve
Congestión
Dolor de garganta
Dolor en huesos y músculos
Dolores de cabeza
Fiebre baja
Escalofríos
Secreciones nasales acuosas que después se espesan y se vuelven amarillentas o verdosas
Fatiga leve
Los síntomas del resfriado común pueden parecerse a los de otras enfermedades o problemas médicos. Siempre consulte al médico de su hijo para obtener un diagnóstico.
¿En qué se diferencia un resfriado de la gripe?
El resfriado y la gripe (influenza) son dos enfermedades diferentes. Los resfriados son relativamente inofensivos y suelen curarse solos al cabo de un tiempo, aunque a veces pueden producir una infección secundaria, como por ejemplo de oídos. La gripe también puede ser inofensiva, pero puede evolucionar en una complicación más grave, como por ejemplo la neumonía e incluso la muerte. A veces, lo que parece un resfriado puede ser en realidad una gripe. Tenga en cuenta las siguientes diferencias:
Síntomas del resfriado
Síntomas de la gripe
Fiebre baja o temperatura normal
Fiebre alta
Dolor de cabeza ocasional
Dolor de cabeza habitual
Goteo y congestión nasal
Goteo nasal ocasional
Estornudos
Estornudos ocasionales
Tos seca y leve
Tos que puede incrementarse
Dolores y molestias leves
Dolores y molestias severas frecuentes
Fatiga leve
Fatiga que puede persistir
Dolor de garganta
Dolor de garganta ocasional
Nivel de energía normal
Agotamiento
¿Quiénes corren mayor riesgo de contraer un resfriado común?
Los niños sufren más resfriados por año que los adultos, ya que su sistema inmunológico aún no se ha desarrollado por completo y tienen un estrecho contacto físico con otros niños en la escuela o guardería. De hecho, un niño padecerá un promedio de entre seis y ocho resfriados por año, mientras que la media para un adulto es de dos a cuatro durante el mismo período. Sin embargo, la cifra promedio de resfriados tanto en niños como en adultos varía.
¿Cómo se diagnostica el resfriado común?
En general, el resfriado común se diagnostica por los síntomas que informa el paciente. Sin embargo, los síntomas pueden parecerse a los de ciertas infecciones bacterianas, alergias y otras enfermedades. Siempre consulte al médico de su hijo para obtener un diagnóstico.
Tratamiento del resfriado común
Es importante recordar que no existe una cura para el resfriado común y que los antibióticos no ayudan a tratarlo. Los medicamentos se utilizan para aliviar los síntomas, pero no hacen que el resfriado desaparezca más rápido. Por lo tanto, el tratamiento consiste en ayudar a aliviar los síntomas y proporcionar asistencia. El médico determinará el tratamiento específico basado en lo siguiente:
Edad, estado de salud general e historia clínica del niño
Gravedad de la enfermedad
Tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
Expectativas para la evolución de la enfermedad
Su opinión o preferencia
El tratamiento puede incluir lo siguiente:
Aumentar del consumo de líquidos. Esto ayudará a mantener húmedo el revestimiento de la nariz y la garganta, y a prevenir la deshidratación.
Evitar estar expuesto al humo pasivo. Mantenga alejado a su hijo del humo pasivo (humo de otros fumadores), puesto que esto aumentará la irritación en su nariz y garganta.
Para ayudar a aliviar la congestión y el taponamiento de la nariz en niños pequeños, considere lo siguiente:
Puede utilizar gotas de solución salina para la nariz.
Use una jeringuilla para ayudar a extraer el moco.
Coloque un humidificador de vapor frío en la habitación.
Los analgésicos, como el acetaminofén, a veces resultan útiles para disminuir las molestias de los resfriados.
Nunca le dé aspirinas a un niño con fiebre. La aspirina administrada a niños como tratamiento de enfermedades víricas se ha asociado con el síndrome de Reye, un trastorno infantil que puede ser grave o incluso mortal en niños. Debido a esto, los pediatras y otros profesionales de la salud recomiendan no utilizar aspirinas (ni ningún otro medicamento que contenga aspirina) para tratar enfermedades víricas (como por ejemplo, resfriados, gripe o varicela) en niños.
Existen otros medicamentos para la congestión, la tos y el goteo nasal. En octubre del 2008, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (Food and Drug Adminstration o FDA, por sus siglas en inglés) recomendó una prohibición de los medicamentos de venta libre para el tratamiento de tos y resfriado en niños menores de cuatro años.
Consulte este tema con el médico de su hijo.
¿Puedo evitar que mi hijo contraiga resfriados?
Las medidas preventivas adecuadas pueden disminuir el riesgo de que su hijo desarrolle un resfriado. Entre algunas de estas medidas se incluyen las siguientes:
Mantenga alejado a su hijo de personas resfriadas.
Aliente a su hijo a lavarse las manos con frecuencia y a que no se toque la boca, los ojos ni la nariz hasta que se haya lavado las manos.
Asegúrese de que los juguetes y las áreas de juego estén limpias, en especial si hay muchos niños jugando juntos.
¿Cuáles son las posibles complicaciones de un resfriado?
A continuación se enumeran algunas de las complicaciones que pueden producirse si un niño contrae un resfriado:
Infecciones de los oídos
Infecciones de los senos paranasales
Neumonía
Infecciones de la garganta
Consulte al médico de su hijo para una evaluación más detallada.
El clima frío y los resfriados
Según el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés) y contrario a la creencia popular, el clima frío o sufrir frío no provoca los resfriados. Sin embargo, la mayoría de los resfriados se producen en las estaciones frías (de principios de otoño a finales de invierno), lo cual se debe probablemente a diversos factores, entre los que se incluyen los siguientes:
Las escuelas dictan clases, con lo que aumenta el riesgo de exposición a los virus.
Las personas se quedan más dentro de casa y están más cerca unas de otras.
La poca humedad provoca sequedad en las fosas nasales y las hace más susceptibles a los virus del resfriado.
Uso excesivo de antibióticos
Según la Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics o AAP, por sus siglas en inglés), en las últimas décadas, el uso excesivo de antibióticos en niños se ha convertido en un problema frecuente agravado por la presión de los padres para que los niños los tomen. En consecuencia, muchas infecciones bacterianas en EE. UU. y el resto del mundo se han vuelto resistentes a los antibióticos, lo que se traduce en una falta de tratamientos eficaces para infecciones bacterianas.
El uso excesivo de antibióticos provoca que las cepas de determinadas enfermedades sean más resistentes a los medicamentos, y eso dificulta el tratamiento de los pacientes. Según los Centros para la Prevención y el Control de las Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention o CDC, por sus siglas en inglés), muy frecuentemente se han prescrito antibióticos para trastornos que no responden a ellos, como por ejemplo resfriados, líquido en el oído medio o bronquitis. Los antibióticos solo son eficaces en el tratamiento de infecciones bacterianas.
Según la AAP, la clave para evitar el uso excesivo de antibióticos es educar a los padres y los médicos sobre su uso adecuado. Según la Asociación Médica Americana (American Medical Association o AMA, por sus siglas en inglés), los siguientes son algunos consejos a tener en cuenta con respecto a los antibióticos:
Tome los antibióticos según se prescriben.
Finalice el tratamiento con los antibióticos según se prescribe.
No guarde o reutilice antibióticos.
Siempre consulte al médico de su hijo para obtener más información.