Sequedad de la piel
¿Qué es la sequedad de la piel?
La sequedad de la piel es muy común. Puede irritar la piel y causar picazón. La sequedad de la piel suele empeorar en el invierno, cuando el aire es frío y seco. Bañarse también empeora esta afección. Si no se trata, la piel puede descamarse o escaldarse.
¿Cuáles son las causas de la sequedad de la piel?
La sequedad de la piel ocurre cuando la piel pierde demasiada humedad. La piel se vuelve más fina y suda menos con la edad. Por eso los adultos mayores suelen tener sequedad de la piel. Otras causas de la sequedad de la piel pueden ser las siguientes:
Vivir en lugares con clima seco y árido
Nadar
Empleos que requieren lavarse mucho las manos
Bañarse con frecuencia
Afecciones de la piel, como eccema y psoriasis
Aire frío
Baños o duchas frecuentes con agua caliente
¿Cuáles son los síntomas de la sequedad de la piel?
La sequedad de la piel afecta a todas las personas de manera diferente. Entre los síntomas, se incluyen los siguientes:
Piel áspera escaldada o descamada
Picazón de leve a moderada
Piel agrietada que puede sangrar ocasionalmente
Labios cortados o agrietados
¿Cómo se diagnostica la sequedad de la piel?
Por lo general, el proveedor de atención médica le diagnosticará esta afección examinándole la piel. El proveedor le preguntará sobre su historia clínica y sus hábitos diarios. Es posible que le realicen otras pruebas si su proveedor de atención médica considera que su sequedad de la piel es producto de una enfermedad preexistente.
¿Cómo se trata la sequedad de la piel?
Tomar baños más cortos o ducharse con menos frecuencia puede aliviar la sequedad de la piel. Cuando deba hacerlo, use agua tibia y no demasiado caliente. Usar pomadas, emulsiones o cremas que mantengan la humedad de la piel también puede ser útil.
Aplique los productos humectantes inmediatamente después de tomar un baño de inmersión o de ducharse. La Academia Estadounidense de Dermatología (American Academy of Dermatology) recomienda usar productos que contengan vaselina o lanolina.
Además:
No use jabones fuertes, detergente ni perfume. Suelen resecar la piel. Una mejor opción son los limpiadores humectantes o los geles de baño para piel seca.
Séquese la piel sin frotarla. No la restriegue.
Tome duchas o baños de inmersión de 5 a 10 minutos.
Aplíquese el humectante inmediatamente después de bañarse o de lavarse las manos.
Use jabones sin fragancia y detergente para la ropa sin colorantes, y opte por perfumes que sean hipoalergénicos.
No se frote ni se rasque la piel. Esto puede empeorar los síntomas y causar una infección.
Aplíquese una loción o crema de ácido salicílico para pieles gruesas y descamadas. Esto elimina la capa superior de la piel. Sin embargo, puede irritar otras zonas.
Use humectantes que no permitan que la humedad se vaya con el contacto con el aire. Lo ideal son las pomadas oleosas, pero si lo prefiere, puede usar cremas.
Pruebe con cremas con cortisona. Pueden ser útiles para aliviar la picazón y la sequedad de la piel.
Trate de usar un humidificador en su casa. Si estos tratamientos no sirven para aliviar la sequedad de la piel, su proveedor de atención médica puede recetarle medicamentos de uso tópico.
Cuándo debe llamar al proveedor de atención médica
Llame a su proveedor de atención médica en los siguientes casos:
Tiene picazón sin sarpullido visible.
La picazón y la sequedad no lo dejan dormir.
Se ha rascado tan fuerte que tiene cortes o llagas.
Los remedios caseros no aplacan la sequedad ni la picazón.
Tiene la piel roja e hinchada, que puede ser signo de infección.
Información importante sobre la sequedad de la piel
La sequedad de la piel es muy común. Puede irritar la piel y causar picazón.
Mantenga la humedad de la piel tomando baños de inmersión o duchándose con menos frecuencia y con agua tibia en lugar de agua caliente, y aplíquese emulsiones, pomadas o cremas después de bañarse.
Si la sequedad de la piel no se alivia con remedios caseros, o tiene signos de infección, hable con su proveedor de atención médica.
Próximos pasos
Consejos para aprovechar al máximo la cita con el proveedor de atención médica:
Tenga en claro la razón de la cita médica y qué quiere que suceda.
Antes de la consulta, anote las preguntas que quiere hacer.
Lleve a un acompañante para que lo ayude a formular las preguntas y a recordar qué le dice el proveedor.
En la consulta, anote el nombre de los diagnósticos nuevos y de todo medicamento, tratamiento o prueba nuevos. También anote las instrucciones que el proveedor le indique.
Sepa por qué se receta un tratamiento o un medicamento, y cómo lo ayudará. Conozca los efectos secundarios.
Pregunte si su afección se puede tratar de otra forma.
Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.
Sepa qué esperar si no toma el medicamento o no se realiza la prueba o el procedimiento.
Si tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo de esta.
Sepa cómo comunicarse con el proveedor si tiene preguntas.