Artritis Reumatoide
¿Qué es la artritis reumatoide?
La artritis reumatoide es una enfermedad crónica que provoca la inflamación de las articulaciones. La inflamación puede volverse tan severa que pueden verse afectadas la función y la apariencia de las manos, así como otras partes del cuerpo. En la mano, la artritis reumatoide puede causar deformidades en las articulaciones de los dedos, dificultando el movimiento de los dedos. Los bultos, conocidos como nódulos reumatoides, pueden formarse sobre las articulaciones pequeñas de las manos y de la muñeca.
La artritis reumatoide juvenil (su sigla en inglés es JRA) es una forma de artritis que se presenta en los niños de hasta 16 años y que produce inflamación y rigidez de las articulaciones durante más de seis semanas. A diferencia de la artritis reumatoide de los adultos, que es crónica y dura toda la vida, los niños suelen superar la artritis reumatoide juvenil. Sin embargo, la enfermedad puede afectar al desarrollo de los huesos en los niños en edad de crecimiento.
¿Qué causa la artritis reumatoide?
Se desconoce la causa exacta de la artritis reumatoide. La artritis reumatoide es un trastorno autoinmunológico, es decir, que el sistema inmunológico del cuerpo ataca a sus propias células y tejidos sanos. La respuesta del cuerpo provoca la inflamación en y alrededor de las articulaciones, lo que puede llevar a la destrucción del sistema esquelético. La artritis reumatoide puede también tener efectos devastadores en otros órganos, como el corazón y los pulmones. Los investigadores creen que determinados factores, incluyendo la herencia, pueden contribuir al inicio de la enfermedad.
La artritis reumatoide afecta más a las mujeres que a los hombres (el 70 por ciento de las personas que tienen artritis reumatoide son mujeres). La enfermedad ocurre con mayor frecuencia entre las edades de 30 y 50 años.
¿Cuáles son los síntomas de la artritis reumatoide?
Las articulaciones que con mayor frecuencia resultan afectadas por la artritis reumatoide son las de las manos, las muñecas, los pies, los tobillos, las rodillas, los hombros y los codos. La enfermedad generalmente causa inflamación simétrica en el cuerpo, es decir, que las dos articulaciones a ambos lados del cuerpo resultan afectadas. Los síntomas de la artritis reumatoide pueden empezar de forma repentina o gradual. A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la artritis reumatoide en las manos. Sin embargo, cada individuo puede experimentar los síntomas de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir los siguientes:
Dolor.
Rigidez.
Hinchazón de las articulaciones.
Disminución del movimiento.
Dolor que empeora con el movimiento de las articulaciones.
Pueden notarse bultos sobre las articulaciones pequeñas.
Dificultad para realizar las actividades diarias (su sigla en inglés es ADL), como atarse los zapatos, abrir frascos o abotonarse la camisa.
Disminución de la capacidad de agarrar o pellizcar.
Fatiga.
Fiebre ocasional.
Los síntomas de la artritis reumatoide pueden parecerse a los de otras condiciones o problemas médicos. Siempre consulte a su médico para el diagnóstico.
¿Cómo se diagnostica la artritis reumatoide?
El diagnóstico de la artritis reumatoide puede resultar difícil en las primeras etapas de la enfermedad porque los síntomas pueden ser muy leves y no se detectan alteraciones en los rayos X ni en los exámenes de sangre. Además del examen físico y la historia médica completa, los procedimientos para diagnosticar la artritis reumatoide pueden incluir los siguientes:
Rayos X. Examen de diagnóstico que utiliza rayos invisibles de energía electromagnética para producir imágenes de los tejidos internos, los huesos y los órganos en una placa.
Aspiración de la articulación. Consiste en extraer una muestra del líquido de la bolsa inflamada para descartar que la causa pueda ser gota o una infección.
Biopsia (del tejido de los nódulos). Procedimiento en el que se extraen muestras de tejido (con una aguja o durante la cirugía) del cuerpo para examinarlas con un microscopio con el fin de determinar si existen células cancerosas o anormales.
Exámenes de sangre (para detectar ciertos anticuerpos, llamados factor reumatoide, y otros indicadores de artritis reumatoide).
Tratamiento de la artritis reumatoide
El tratamiento específico de la artritis reumatoide será determinado por su médico basándose en lo siguiente:
Su edad, su estado general de salud y su historia médica.
Qué tan avanzada está la condición.
Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
Sus expectativas para la trayectoria de la condición.
Su opinión o preferencia.
El tratamiento puede incluir lo siguiente:
Medicamentos. Algunos medicamentos pueden ser utilizados para el alivio del dolor, otros medicamentos se usan para tratar la inflamación y finalmente se utilizarán algunos medicamentos para retardar el progreso de la enfermedad. Dependiendo de sus síntomas y preferencias, su médico puede tratar con uno o más tipos de tratamientos.
Férula. Pueden utilizarse férulas para ayudar a proteger las articulaciones y fortalecer las articulaciones débiles.
Fisioterapia. Puede utilizarse la fisioterapia para ayudar a aumentar la fuerza y movimiento de las zonas afectadas.
Cirugía. Puede realizarse cirugía si fallan las opciones de tratamiento anteriores. La decisión de la cirugía debe realizarse consultando con su médico. La reparación o reconstrucción de la mano y la muñeca pueden realizarse de varias maneras, incluyendo las siguientes:
Limpieza quirúrgica. Esta opción puede realizarse en los pacientes que tienen artritis reumatoide u otros tipos de artritis de la mano. Los tejidos inflamados y enfermos de las manos pueden eliminarse para ayudar a aumentar la función.
Sustitución de articulaciones. Este tipo de cirugía, también llamada artroplastia, puede utilizarse en las personas que tienen artritis severa en la mano. Esta opción puede realizarse en los pacientes de más edad, que tienen un nivel de actividad más bajo. La sustitución de la articulación puede brindar una disminución del dolor y un aumento en la función de las manos y los dedos. Esto consiste en reemplazar una articulación que ha sido destruida por el proceso de la enfermedad por una articulación artificial. Esta articulación artificial puede estar hecha de metal, plástico, goma de silicona o del propio tejido del paciente (como un tendón).
Fusión de articulaciones. Esta opción normalmente consiste en quitar la articulación y fusionar los dos extremos de los huesos. Esto forma un hueso largo, sin articulación. Esta opción normalmente se utiliza en pacientes que tienen artritis avanzada. Después de la fusión del hueso, se elimina el movimiento en la articulación fusionada.
Es importante recordar que la cirugía no corrige la enfermedad subyacente. Sólo ayuda a corregir las deformidades causadas por la enfermedad. La artritis reumatoide puede seguir causando problemas en la mano, e incluso puede requerir más cirugías. Es necesario un seguimiento cuidadoso por parte de su médico para un control óptimo de esta enfermedad.