Picaduras de garrapata
Las garrapatas son pequeñas criaturas parecidas a las arañas que viven en el césped, los arbustos, las áreas con madera y en las costas. Adhieren sus cuerpos a un huésped humano o animal. Las garrapatas prefieren las áreas con pelo, como el cuero cabelludo, la zona detrás de las orejas, las axilas y la ingle, y también el área entre los dedos de las manos y de los pies. Las picaduras de garrapatas suelen darse por la noche y ocurren con más frecuencia en los meses de primavera y verano.
Si descubre una garrapata pegada a la piel de su hijo,
siga estos pasos:
No toque la garrapata con las manos desprotegidas.
Use una pinza para eliminar la garrapata. Sujete la garrapata firmemente en la zona de la boca o la cabeza, lo más cerca posible de la piel de su hijo.
Tire de la garrapata de forma lenta y constante sin girar la pinza hasta que se desprenda. No apriete la garrapata ni use vaselina, solventes, cuchillos ni un encendedor para matar la garrapata.
No tuerza ni sacuda la garrapata. Esto puede hacer que las partes de la boca se rompan. Si las partes de la boca se rompen y permanecen en la piel, retire estas partes con pinzas. Si no puede quitar la boca con pinzas limpias, déjela y consulte con su proveedor.
Guarde la garrapata y póngala en un recipiente o una bolsa de plástico para que pueda analizarse en busca de enfermedades, si fuera necesario.
Si no tiene pinzas, lleve a su hijo al centro de atención médica más cercano en donde puedan eliminar la garrapata de forma segura.
Y luego de eliminarla, lave el área de la picadura con agua y jabón, y aplique una loción o una crema antiséptica.
Lávese las manos por 5 minutos como mínimo con jabón y agua limpia del grifo cuando termine.
Llame al proveedor de atención médica del niño para obtener más instrucciones sobre la atención de seguimiento.
Independientemente de lo cuidadoso que sea sobre los animales que están en su casa o de cuánta atención le ponga a su hijo cuando juega al aire libre, a veces es imposible evitar las picaduras de insectos.
Si mantiene la calma y conoce aspectos básicos de primeros auxilios, puede ayudar a su hijo a superar el miedo y el estrés de las picaduras.