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Cuando se produce un coágulo en una vena profunda -típicamente en las piernas- se habla de trombosis venosa profunda.

Los coágulos de trombosis venosa profunda pueden formarse en venas superficiales y en venas profundas. Estos coágulos requieren atención médica inmediata.

La trombosis venosa profunda es peligrosa porque los coágulos pueden desprenderse y viajar por el torrente sanguíneo hasta los pulmones, donde pueden bloquear el flujo sanguíneo (embolia pulmonar), una afección potencialmente mortal. La trombosis venosa profunda también puede dañar la vena y hacer que la pierna duela, se hinche y cambie de color.

Existen diversas situaciones y afecciones que pueden provocar la formación de coágulos sanguíneos. Por ejemplo, los coágulos pueden formarse cuando usted está inactivo porque está paralizado o postrado en cama, o debe sentarse en un vuelo o viaje en coche largo. Además, una intervención quirúrgica o una lesión pueden dañar los vasos sanguíneos y provocar la formación de un coágulo. El cáncer también puede causar TVP. Por último, algunas personas tienen una sangre que simplemente se coagula con demasiada facilidad, un problema que puede ser hereditario.

Síntomas

Si padece una trombosis venosa profunda, puede experimentar hinchazón, calor y enrojecimiento en la pierna afectada. También puede sentir dolor o sensibilidad en la pantorrilla o el muslo al tocarlos o apretarlos o al ponerse de pie o moverse, y dolor que empeora y dura más o se hace constante.

Es importante tener en cuenta que si un coágulo es pequeño, puede no causar síntomas. En algunos casos, la embolia pulmonar es el primer signo de que padece una trombosis venosa profunda.

Si su médico cree que padece esta enfermedad, probablemente le realizará una ecografía para medir el flujo sanguíneo a través de las venas y ayudar a detectar cualquier coágulo que pueda estar bloqueando el flujo. A veces se utilizan otras pruebas, como una venografía, si los resultados de la ecografía no son claros. Una venografía es una prueba radiográfica que toma imágenes del flujo sanguíneo a través de las venas.

Si padece una trombosis venosa profunda, el tratamiento debe iniciarse de inmediato para reducir la posibilidad de que el coágulo crezca o de que una parte del coágulo se desprenda y fluya hacia los pulmones.

Tratamiento

El tratamiento suele incluir la toma de anticoagulantes como la heparina y la warfarina (Coumadin, por ejemplo). La heparina se administra por vía intravenosa o en forma de inyección. La warfarina se administra en pastillas. Normalmente, tomará anticoagulantes durante al menos 3 meses para evitar que crezcan los coágulos existentes.

El médico también puede recomendarle que apoye o eleve la pierna siempre que sea posible, que salga a pasear y que lleve medias de compresión. Estas medidas pueden ayudar a reducir el dolor y la hinchazón.

Hay cosas que puede hacer para prevenir la trombosis venosa profunda. Si se somete a una intervención quirúrgica, puede tomar después un medicamento anticoagulante para prevenir la formación de coágulos. También puede ser útil llevar medias de compresión y levantarse de la cama lo antes posible tras una enfermedad o intervención quirúrgica. Si pasa mucho tiempo sentado, por ejemplo en un vuelo largo, ejercite las piernas para favorecer la circulación sanguínea.