Cómo dejar de fumar
Romper la adicción
Fumar es una adicción muy fuerte tanto para el cuerpo como para la mente. Cada persona es diferente. Encuentre lo que mejor funciona para usted. A veces, la solución es combinar varios métodos. Algunas personas pueden dejar de fumar por sí solas. Otras -quizá usted- necesitan ayuda de médicos, clínicas o grupos organizados. Para dejar de fumar, debe estar preparado emocional y mentalmente. También debe querer dejar de fumar por sí mismo, y no para complacer a sus amigos o familiares. Sea cual sea su motivación, hay ayuda para usted. Usted puede
- Pedir ayuda a su médico
- Acudir a terapia individual o de grupo
- Unirse a un grupo de apoyo
- Pedir a un amigo que deje de fumar con usted
- Tomar medicamentos para aliviar el síndrome de abstinencia
- Terapia de sustitución de nicotina
Las cinco D
Cuando le entren ganas de fumar, recuerde las cinco D:
- Espere hasta que se le pasen las ganas de fumar. La mayoría de las ganas se pasan en tres o cinco minutos.
- Distráigase desviando su atención de los pensamientos sobre fumar. Dé un paseo, trabaje en un crucigrama o haga algo que le guste.
- Beba agua para vencer las ansias de fumar. Le sorprenderá lo bien que funciona.
- Respire hondo para relajarse y liberarse del estrés que supone dejar de fumar. Cierre los ojos, inspire lentamente contando hasta tres y espire contando hasta tres. Repítalo.
- Hable de sus sentimientos con un amigo o un ser querido, o con otros ex fumadores.
Humo de segunda mano
Si estás cerca de alguien que fuma, podrías estar expuesto al humo de segunda mano de su cigarrillo, pipa o puro. Ahora sabemos que el humo de segunda mano puede enfermar a los no fumadores. Los adultos que no fuman pero viven o trabajan con fumadores tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de pulmón que otros no fumadores.
Los puros, las pipas, el tabaco de mascar y el rapé no son seguros
Algunas personas creen que el tabaco sin humo (tabaco de mascar o de escupir y rapé), las pipas y los puros son seguros. No lo son. El consumo de tabaco sin combustión puede provocar cáncer de boca, lesiones precancerosas conocidas como leucoplasia oral, adicción a la nicotina y posiblemente cáncer de laringe y esófago, así como problemas en las encías. Los fumadores de pipa y puros pueden desarrollar cáncer de boca, labio, laringe, faringe, esófago y vejiga. Los que inhalan también corren un mayor riesgo de padecer cáncer de pulmón.