Cáncer de mama: linfedema después del tratamiento
El linfedema es una hinchazón que puede surgir después de una cirugía contra el cáncer en la que se extirpan ganglios linfáticos. También puede aparecer después de recibir radiación en los ganglios linfáticos. Puede presentarse meses o años después de un tratamiento. Es una afección crónica que no tiene cura. Sin embargo, puede tomar medidas para impedir que aparezca. Si se presenta, también puede tomar medidas para disminuir o aliviar los síntomas.
Si no se trata, el linfedema puede empeorar. Es importante que sepa qué es el linfedema y a qué debe estar atento. Si se lo atiende de inmediato, el linfedema es más fácil de tratar y hay más probabilidades de que el tratamiento funcione.
¿Qué es el sistema linfático?
El sistema linfático ayuda al organismo a combatir las infecciones. Es una red de vasos diminutos y órganos pequeños con forma de frijol que se llaman ganglios linfáticos. Los vasos transportan linfa por todo el cuerpo. La linfa es un líquido transparente e incoloro que contiene algunas células sanguíneas. Los ganglios filtran la linfa para ayudar a combatir infecciones.
El sistema linfático ayuda a proteger y mantener el equilibrio de líquidos en el cuerpo. Filtra y drena la linfa y los desechos de cada parte del cuerpo. La linfa se transporta de vuelta a los vasos más grandes que están cerca del corazón.
Cómo ocurre el linfedema en el cáncer de mama
Los ganglios linfáticos que están debajo del brazo se llaman axilares. Son los encargados de drenar los vasos linfáticos de la parte superior de los brazos, de la mayor parte de las mamas y del pecho, del cuello y de las axilas. En la cirugía contra el cáncer de mama, por lo general se extirpan estos ganglios (y vasos) linfáticos cercanos. En consecuencia, se interrumpe el flujo de la linfa. También podrían tratarse los ganglios linfáticos con radioterapia. En este caso, se pueden producir daños y formación de tejido cicatricial que también afectan la manera en que la linfa fluye por esta zona. Todo esto puede provocar que se acumule líquido y se produzca hinchazón en el lado afectado. Esto se llama linfedema.
Si muchos de los ganglios linfáticos que están debajo del brazo han resultado afectados, tendrá un mayor riesgo de tener linfedema por el resto de su vida. La hinchazón puede empeorar y agravarse. Pueden formarse úlceras en la piel, infecciones, dolor u otros problemas.
El linfedema puede aparecer inmediatamente después de la cirugía o la radiación, o también meses o hasta años más tarde.
Unos días después de la cirugía ocurre un tipo leve de linfedema. Esto es normal. Por lo general, dura poco tiempo.
El linfedema también puede ocurrir unas 4 a 6 semanas después de la cirugía o la radiación y luego desaparecer por un tiempo.
El tipo de linfedema más común no es doloroso. Suele aparecer poco a poco, la mayoría de las veces en los 3 años siguientes a la cirugía. No mejora sin tratamiento.
¿Se puede prevenir el linfedema?
El linfedema puede aparecer en cualquier momento después de una cirugía o radiación que afecte a los ganglios linfáticos. El riesgo continúa durante toda la vida de la persona. El linfedema no se puede curar, pero sí se puede controlar. Si presenta cualquier tipo de hinchazón, un proveedor de atención médica debe revisarla de inmediato.
Los médicos no pueden predecir quién tendrá linfedema y quién no. Pero hay algunas cosas que se pueden hacer para ayudar a prevenirlo.
Las mujeres que hicieron tratamiento contra el cáncer de mama y que se cuidan bien la piel y hacen ejercicio después del tratamiento pueden tener menos probabilidades de tener un linfedema. Mantener o alcanzar un peso saludable también contribuye a disminuir el riesgo.
Los tipos nuevos de cirugías de ganglios linfáticos también ayudan a reducir el riesgo de linfedema. De todos modos, no hay una manera segura de prevenir el linfedema.
Prevención de infecciones y lesiones
Después de la cirugía de mama, es muy importante proteger el brazo del lado de la cirugía. Un drenaje deficiente del sistema linfático puede poner al brazo en riesgo de contraer infecciones. También podría hacer que el brazo sea menos sensible a las temperaturas extremas. Esté atento a las actividades que hagan que el brazo afectado se esfuerce demasiado.
Para proteger el brazo de lesiones e infecciones, asegúrese de hacer lo siguiente:
En lo posible, pida que las inyecciones o extracciones de sangre se hagan en el brazo no afectado.
Y pida que le midan la presión arterial en el brazo no afectado, siempre que se pueda.
No use camisones ni prendas que tengan puños o mangas elásticos ni ajustados.
Lleve el bolso o los paquetes pesados con el brazo no afectado o con los dos.
Para rasurarse las axilas, use una rasuradora limpia y tenga mucho cuidado.
Prevenga las quemaduras de sol o de cualquier tipo en el brazo afectado.
Use guantes cuando trabaje en el jardín y cuando use productos de limpieza fuertes en la casa.
Limpie la piel del brazo afectado todos los días, séquela bien y con suavidad y póngase crema.
Haga los ejercicios que le hayan permitido con regularidad para mejorar el drenaje.
Siga una dieta saludable con bajo contenido de sodio.
No exponga el brazo afectado a temperaturas frías ni calientes en extremo. Por ejemplo, en jacuzzis, saunas, almohadillas térmicas o compresas de hielo.
Cuídese bien las uñas. No corte las cutículas ni se las muerda.
Limpie todos los cortes con agua y jabón. Use pomada antibacterial y póngase un apósito estéril sobre la herida.
Proteja los dedos de pinchazos con agujas y objetos filosos. Use un dedal para coser.
No use el brazo afectado para hacer movimientos enérgicos ni repetitivos con resistencia. Por ejemplo, movimientos como restregar, jalar y empujar.
Llame a su médico de inmediato si tiene algún signo de infección. Pueden incluir enrojecimiento, dolor, calor, aumento de la hinchazón o fiebre.
Síntomas del linfedema
El síntoma principal de linfedema después del tratamiento contra el cáncer de mama es la hinchazón del brazo en el lado en el que se extirparon los ganglios linfáticos. El grado de la hinchazón puede variar. Algunas personas pueden tener hinchazón considerable (edema). El brazo afectado quizás tenga varias pulgadas más que el otro brazo. Otras personas tienen una forma de edema más leve en la que el brazo afectado está apenas más grande que el otro.
Otros síntomas del linfedema pueden ser los siguientes:
Sensación de hinchazón, pesadez u opresión en la zona del brazo, el pecho o la axila.
El sostén, la ropa o las joyas no le quedan bien como de costumbre.
Dolor nuevo o persistente en el brazo.
Problemas para doblar o mover una articulación, como las de los dedos de la mano, la muñeca, el codo o el hombro.
Hinchazón en la mano.
Engrosamiento o cambios en la piel.
Debilidad en el brazo.
Si nota alguno de estos síntomas, consulte de inmediato a su proveedor de atención médica. El tratamiento tiene que iniciarse de inmediato para que el linfedema no empeore.
¿Cómo se diagnostica el linfedema?
No hay una prueba que permita detectar el linfedema. En cambio, su proveedor de atención médica le hará preguntas sobre sus antecedentes médicos y le hará una exploración física. Le preguntará sobre lo siguiente:
Las cirugías que le hayan hecho.
Cualquier problema que haya tenido después de las cirugías.
Cuándo comenzó la hinchazón.
Si anteriormente tuvo hinchazón considerable.
Los medicamentos que usa.
Otros problemas de salud que pueda tener. Por ejemplo, presión arterial alta, enfermedades cardíacas o diabetes.
Es posible que tenga que hacerse otras pruebas para diagnosticar el linfedema. Pueden incluir pruebas de diagnóstico por imágenes, mediciones de volumen y análisis de sangre.
Tratamiento para el linfedema
El tratamiento dependerá de la gravedad del problema. Se centra en las maneras de ayudar a prevenir y controlar la afección. Puede consistir en lo siguiente:
Ejercicio. El ejercicio ayuda al drenaje linfático. Su médico, un terapeuta capacitado específicamente en linfedema o un fisioterapeuta le recomendará ejercicios específicos.
Vendas. Usar una manga de compresión o una banda elástica puede ayudar a mover el líquido. También puede impedir la acumulación de líquido.
Dieta y control del peso. Llevar una dieta sana y controlar el peso son aspectos importantes del tratamiento.
Elevación. Cuando sea posible, mantenga el brazo elevado por encima del nivel del corazón para que la gravedad ayude con el drenaje.
Prevención de infecciones. Es importante que proteja la piel de la zona afectada para que no se muera, se agriete, se infecte ni se deteriore.
Masoterapia. Los masajes de un terapeuta capacitado específicamente en linfedema pueden ayudar a mover el líquido hacia afuera de la zona hinchada.
Pida a su proveedor de atención médica que lo derive a un terapeuta capacitado específicamente en linfedema. Este profesional es un proveedor de atención médica que se especializa en la enseñanza y el control del linfedema.
Colabore con su proveedor de atención médica
Hable con su médico sobre lo que usted puede hacer para tratar de que no se presente el linfedema. Incorpore estas precauciones a sus hábitos cotidianos. Haga planes para aplicarlas por el resto de su vida.
Compárese las manos y los brazos. Obsérvelos en el espejo. Sepa qué es normal para usted. Así podrá notar cualquier cambio de inmediato. Si aparece un linfedema, avise a su médico de inmediato. Usted puede tomar medidas para tratar de que no empeore.