Pruebas habituales para el hígado
¿Cuáles son algunas de las pruebas comunes para el hígado?
Con una serie de análisis de sangre, a menudo, se puede determinar si el hígado está inflamado, lesionado o si funciona con normalidad. Con estas pruebas, también se pueden diferenciar los trastornos agudos y crónicos del hígado. Y es posible diferenciar entre hepatitis (infección o inflamación del hígado) y colestasis (problemas con el flujo de la bilis).
A continuación, se mencionan los análisis de sangre más comunes.
Análisis de la función hepática
Análisis de bilirrubina sérica. Con este análisis, se miden los niveles de bilirrubina en la sangre. La bilirrubina se produce en el hígado y se excreta en la bilis. Los niveles altos de bilirrubina pueden significar que hay una obstrucción en el flujo de la bilis. O podría significar que hay un problema en el procesamiento de la bilis en el hígado.
Análisis de albúmina sérica. Con este análisis, se mide el nivel de albúmina. La albúmina es una proteína de la sangre. Con este análisis, es posible diagnosticar una enfermedad hepática. Los niveles bajos de albúmina pueden significar que el hígado no funciona con normalidad.
Índice internacional normalizado (INR, por su sigla en inglés). Antes, se conocía como prueba del tiempo de protrombina (PT, por su sigla en inglés). En esta prueba, se mide el tiempo que tarda la sangre en coagularse. Para la coagulación de la sangre, se necesita vitamina K y una proteína que se produce en el hígado. Si la sangre tarda mucho tiempo en coagularse, puede significar que hay una enfermedad hepática. O puede significar que los niveles de determinados factores de coagulación son bajos.
Análisis de las enzimas hepáticas
Análisis de fosfatasa alcalina sérica. Con este análisis, se mide el nivel de una enzima llamada fosfatasa alcalina. Esta enzima está presente en muchos tejidos. Las cantidades más elevadas se encuentran en el hígado, en las vías biliares y en los huesos. Este análisis sirve para revisar la función hepática. Y puede hacerse para detectar lesiones en el hígado que puedan causar obstrucción de la bilis, como tumores o abscesos.
Análisis de alanina transaminasa (ALT). Con este análisis, se mide el nivel de la alanina transaminasa. La ALT es una enzima que se encuentra principalmente en el hígado. Se libera al torrente sanguíneo después de una lesión aguda de las células del hígado. Este análisis sirve para revisar la función hepática. O puede hacerse para revisar el tratamiento de una enfermedad hepática aguda, como la hepatitis.
Análisis de aspartato transaminasa (AST). Con este análisis, se mide el nivel de aspartato transaminasa. Es una enzima presente en el hígado, en los riñones, en el páncreas, en el corazón, en el sistema músculo esquelético y en los glóbulos rojos. La enzima se libera al torrente sanguíneo después de una lesión aguda de las células del hígado.
Análisis de gamma-glutamil transpeptidasa (GGT). Con este análisis, se mide el nivel de gamma-glutamil transpeptidasa. Es una enzima producida en el hígado, en el páncreas y en las vías biliares. Este análisis se suele hacer para revisar la función hepática, para obtener información sobre enfermedades hepáticas y para ver si una persona consumió alcohol.
Análisis de lactato deshidrogenasa. Con este análisis, se pueden detectar daños en los tejidos y permite diagnosticar enfermedades hepáticas. La lactato deshidrogenasa es un tipo de proteína. También se la conoce como una isoenzima. Participa en el proceso metabólico del cuerpo. Pero se trata de un análisis hepático muy inespecífico. Es raras ocasiones, se usa para evaluar una enfermedad hepática.
Análisis de 5'-nucleotidasa. Con este análisis, se mide el nivel de 5'-nucleotidasa. Es una enzima producida solo en el hígado. El nivel de 5'-nucleotidasa es alto en las personas con enfermedades hepáticas, sobre todo las que causan problemas con el flujo de la bilis (colestasis).
Otras pruebas de diagnóstico
Si se sospecha de una enfermedad específica, se pueden hacer otras pruebas hepáticas de diagnóstico. Estas pruebas incluyen las siguientes:
Análisis de alfafetoproteína (AFP). La alfafetoproteína es una proteína de la sangre producida por el tejido del feto y por tumores. Este análisis se hace para predecir el riesgo de cáncer de hígado primario (carcinoma hepatocelular). También se hace para analizar la eficacia de la terapia a fin de tratar determinados tipos de cáncer, como el hepatoma (un tipo de cáncer de hígado).
Anticuerpos antimitocondriales (AMA). Estos anticuerpos en la sangre pueden significar que hay una cirrosis biliar primaria, una hepatitis crónica activa u otros trastornos autoinmunitarios. La presencia de muchos otros anticuerpos también sugiere una enfermedad hepática y pueden encontrarse en la sangre.
Análisis de alfa-1 antitripsina (A1AT) sérica. Con este análisis, se miden los niveles de alfa-1 antitripsina en la sangre. Mediante este análisis, también se puede encontrar una forma poco frecuente de enfisema en adultos. Y se hace para detectar una forma rara de enfermedad hepática (cirrosis) en niños y en adultos.
Pruebas de detección de hepatitis viral. Sirven para verificar si tiene o tuvo hepatitis A, B, C, D o E. En los EE. UU., las hepatitis D y E son poco comunes.
Algunos análisis de sangre pueden sugerir la existencia de una enfermedad hepática metabólica en personas que tienen obesidad, diabetes, presión arterial alta, enfermedades del corazón y colesterol alto.