Cuidado de la piel: protectores solares
¿Qué es el protector solar?
El protector solar protege la piel. Su uso es fundamental porque evita que la piel absorba la radiación ultravioleta (UV). La radiación UV daña la piel y puede provocar quemaduras (eritemas) solares y cáncer de piel. Ningún protector bloquea la radiación UV al 100 %, pero le permiten estar al aire libre por más tiempo antes de que la piel se le comience a enrojecer. Usar protector solar no significa que puede estar expuesto al sol por una cantidad ilimitada de tiempo. El daño a las células de la piel se produce igual.
¿Qué es el factor de protección solar (SPF)?
El factor de protección solar (SPF, por sus siglas en inglés) que aparece en la etiqueta de un protector indica la medida en que dicho protector protege contra los rayos ultravioletas B (UVB). Estos rayos son la causa principal de las quemaduras solares y, al igual que la radiación ultravioleta A (UVA), puede provocar cáncer de piel. El SPF que se indica en una etiqueta no se refiere a la capacidad del protector de bloquear los rayos UVA.
Un mayor SPF significa una mayor protección contra los rayos UVB. Sin embargo, ningún protector puede bloquear los rayos UVB por completo. Por ejemplo, un protector con un SPF de 30 bloquea alrededor del 97 % de los rayos UVB, y uno con un SPF de 50 bloquea el 98 % de estos rayos.
Cómo elegir un protector solar
Los protectores solares sirven para evitar las quemaduras a causa del sol y reducen el bronceado porque absorben o reflejan los rayos UV. Para protegerse la piel, es importante elegir un buen protector solar. Elija un protector solar con las siguientes características:
Que sea de amplio espectro. Es decir, que proteja contra los rayos UVA y UVB.
Que tenga un SPF de 30 o más.
Que sea resistente al agua. Es decir, que proporcione protección después de nadar o sudar durante una cierta cantidad de tiempo, que puede ser 40 u 80 minutos, según lo que indique la etiqueta.
El mejor protector solar es el que tiene estas características. En cuanto al tipo y a la marca, puede elegir el de su preferencia. Los protectores solares vienen en loción, crema, gel, pomada, barra y aerosol. Tenga en cuenta que cada protector solar contiene distintos ingredientes. No use productos con ingredientes que puedan irritarle la piel.
Cómo aplicarse el protector solar
A veces, aunque usen protector solar, las personas no se aplican la cantidad suficiente o no se lo aplican correctamente. Esto reduce su eficacia. Siga las siguientes recomendaciones:
Aplíquese protector solar sobre toda la superficie de la piel que estará expuesta al sol (sin ropa).
Use al menos 1 onza (28 gramos) de protector solar (lo suficiente como para llenar un vaso de chupito) para cubrir la piel que estará expuesta. Una onza debería ser suficiente para todo el cuerpo, aunque puede adaptar la cantidad según el tamaño de su cuerpo.
Aplíquese el protector sobre la piel seca entre unos 15 y 30 minutos antes de salir al aire libre para que se absorba bien.
Vuelva a aplicarse protector como mínimo cada 2 horas, o después de nadar o sudar.
Protéjase los labios con un bálsamo o una barra de labios con SPF 30 o más.
Recuerde que los niños también deben protegerse del sol. El protector solar se recomienda para todas las personas mayores de 6 meses. La Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics) aprueba el uso de protector solar en los bebés menores de 6 meses solo si no pueden cubrirse con ropa y no hay suficiente sombra. Aun así, los padres deben tratar de no exponer a los bebés al sol, especialmente a los rayos directos. Vista al bebé con ropa liviana que le cubra la mayor parte de la piel. Los padres también pueden aplicarle al bebé una pequeña cantidad de protector en las áreas expuestas, como la cara y el dorso de las manos.
No dependa solo del protector solar.
Usar protector para estar al aire libre es importante, pero hay otras maneras de protegerse la piel contra los rayos UV perjudiciales. Entre ellas, se incluyen las siguientes:
Permanecer en la sombra en determinados horarios. Reduzca su exposición al sol entre las 10 a. m. y las 4 p. m., cuando los rayos UV son más intensos.
Usar un sombrero de ala ancha, ropa que le cubra la mayor parte de la piel y anteojos de sol.
No usar camas ni lámparas solares.