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Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) en niños

¿Qué es la enfermedad por reflujo gastroesofágico en los niños?

La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es un trastorno digestivo crónico. Ocurre cuando el contenido del estómago sube (refluye) hacia el esófago y provoca síntomas o problemas.

La ERGE es una forma más grave y duradera del reflujo gastroesofágico (RGE).

El reflujo es frecuente en bebés menores de 2 años. La mayoría de los bebés escupen hacia arriba algunas veces por día durante sus primeros 3 meses de vida. El reflujo no suele causar ningún problema en los bebés. Generalmente, los bebés dejan de tener este problema para cuando tienen entre 12 y 14 meses.

También es frecuente que niños y adolescentes de entre 2 y 19 años tengan reflujo de vez en cuando. Esto no significa que tengan la enfermedad (ERGE).

Cuándo el reflujo se convierte en enfermedad

Su bebé, niño o adolescente puede tener ERGE en estos casos:

  • A causa de los síntomas, su bebé no se alimenta. Estos síntomas pueden incluir vómitos, arcadas, tos y dificultad para respirar.

  • Su bebé tiene reflujo durante más de 12 a 14 meses.

  • Su niño o adolescente tiene reflujo más de 2 veces por semana, durante algunos meses.

¿Cuáles son las causas de la ERGE en un niño?

Suele ser provocada por algo que afecta el esfínter esofágico inferior (EEI). Un músculo que está en la base del esófago. Se abre para permitir el paso de los alimentos al estómago. Y se cierra para que la comida permanezca en el estómago. Cuando el esfínter se relaja con demasiada frecuencia o durante mucho tiempo, el ácido del estómago refluye hacia el esófago. Esto provoca vómitos o acidez estomacal.

Todo el mundo tiene reflujo de vez en cuando. Si alguna vez eructó y sintió un gusto ácido en la boca, tuvo reflujo. A veces, el esfínter se relaja en el momento incorrecto. En general, su hijo simplemente tendrá un mal sabor en la boca. O bien podría tener una leve sensación temporal de acidez estomacal.

Los bebés son más propensos a tener un esfínter débil. Esto hace que este músculo se relaje cuando debería estar cerrado. A medida que la comida o la leche se está digiriendo, el esfínter se abre. Esto hace que el contenido que está en el estómago vuelva al esófago. A veces, los alimentos regresan por todo el esófago. Entonces, el bebé o niño vomita. En otros casos, el contenido del estómago solo vuelve hasta una parte del esófago. Esto provoca acidez estomacal o problemas para respirar. A veces no se experimenta ningún síntoma.

Hay algunos alimentos que parecen afectar el tono muscular del esfínter. Estos alimentos hacen que el músculo permanezca abierto más tiempo de lo normal. Dichos alimentos son los siguientes:

  • Chocolate

  • Menta

  • Alimentos con alto contenido de grasa

Otros alimentos pueden producir síntomas porque son ácidos. Dichos alimentos son los siguientes:

  • Cítricos

  • Tomate y salsas de tomate

Otros factores que pueden provocar ERGE son los siguientes:

  • Obesidad

  • Medicamentos (incluidos algunos antihistamínicos, antidepresivos y analgésicos)

  • El tabaquismo pasivo o el consumo de productos con nicotina (incluido el vapeo)

¿Qué niños corren riesgo de tener ERGE?

El reflujo es muy frecuente durante el primer año de vida de un bebé. Con frecuencia desaparece por su cuenta. Su hijo tiene mayor riesgo de presentar ERGE si tiene algo de lo siguiente:

  • Síndrome de Down

  • Trastornos neuromusculares, como la distrofia muscular y la parálisis cerebral

¿Cuáles son los síntomas de la ERGE en un niño?

El síntoma más frecuente de la ERGE es la acidez estomacal o acidez gástrica. A menudo, se la describe como una sensación de ardor en el pecho. Comienza detrás del esternón y sube hasta el cuello y la garganta. Puede durar 2 horas o incluso más tiempo. Suele empeorar después de comer. Acostarse o inclinarse después de comer también puede producir acidez estomacal.

Los niños menores de 12 años suelen tener síntomas distintos de la ERGE. Tienen tos seca, síntomas de asma o dificultad para tragar. No tienen la clásica acidez estomacal.

Cada niño puede tener síntomas diferentes. Algunos síntomas comunes de la ERGE son los siguientes:

  • Eructar

  • No comer

  • Tener dolor abdominal o dolor de pecho

  • Estar inquieto a la hora de comer

  • Vomitar con frecuencia

  • Tener hipo

  • Tener arcadas

  • Atragantamiento

  • Toser con frecuencia

  • Tener ataques de tos por la noche

Otros síntomas:

  • Sibilancias

  • Resfriarse con frecuencia

  • Tener infecciones de oído frecuentes

  • Sentir un traqueteo en el pecho

  • Tener dolor de garganta por la mañana

  • Tener sabor agrio en la boca

  • Tener mal aliento

  • Presentar pérdida o deterioro del esmalte de los dientes

Los síntomas de la ERGE pueden ser similares a los otros problemas de salud. Procure que un proveedor de atención médica vea a su hijo para obtener un diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica la ERGE en un niño?

El proveedor de atención médica de su hijo le hará una exploración física y revisará su historia clínica. Otras pruebas pueden incluir las siguientes:

  • Radiografía de tórax. La radiografía sirve para buscar signos de que el contenido del estómago ha pasado a los pulmones. Eso se conoce como aspiración.

  • Serie gastrointestinal superior o deglución con bario. Esta prueba permite ver los órganos que están en la parte superior del aparato digestivo de su hijo. Controla la vía digestiva (esófago), el estómago y la primera parte del intestino delgado (el duodeno). Su hijo deberá tragar un líquido metálico llamado bario. El bario recubre los órganos para que puedan visualizarse en una radiografía. Luego, se toman radiografías para buscar signos de llagas (úlceras) u obstrucciones anormales.

  • Endoscopia. Esta prueba permite revisar el interior de parte del tubo digestivo. Para ello, se utiliza un instrumento pequeño y flexible llamado endoscopio. Tiene una luz y una cámara en el extremo. También se pueden tomar muestras de tejido del interior del tubo digestivo para analizarlas.

  • Manometría esofágica. Esta prueba verifica la fuerza de los músculos del esófago. Permite determinar si su hijo tiene problemas de reflujo o dificultades para tragar. Se coloca una pequeña sonda en una de las fosas nasales de su hijo, que luego baja hacia la garganta y el esófago. Así, mide la presión que hacen los músculos del esófago cuando están en reposo.

  • Monitoreo del pH. Con esta prueba se mide el pH o el nivel de ácido en el esófago. Se coloca una sonda delgada de plástico en una de las fosas nasales de su hijo, que luego baja hacia la garganta y el esófago. La sonda tiene un sensor que mide el nivel de pH. El otro extremo de la sonda, que está fuera del cuerpo de su hijo, se conecta a un pequeño monitor. Este monitor registra los niveles de pH de su hijo durante 24 a 48 horas. Durante este período, su hijo puede ir a casa y hacer sus actividades normales. Deberá mantener un diario de los síntomas que tiene su hijo y que puedan estar relacionados con el reflujo. Por ejemplo, las arcadas o la tos. Además, debe registrar la hora, el tipo de alimentos y la cantidad de comida que consuma su hijo. Luego, se revisan las lecturas de pH. Se comparan con la actividad durante este período.

  • Estudio de vaciamiento gástrico. Esta prueba se hace para ver si el estómago de su hijo envía los alimentos al intestino delgado correctamente. El retraso del vaciamiento gástrico puede provocar reflujo en el esófago.

¿Cómo se trata la ERGE en un niño?

El tratamiento dependerá de los síntomas, de la edad y del estado de salud general del niño. También, de la gravedad de la afección y de la causa subyacente.

Cambios en la dieta y el estilo de vida

En muchos casos, los cambios en la dieta y el estilo de vida pueden ayudar a aliviar la ERGE. Consulte al proveedor de atención médica de su hijo sobre los cambios que puede implementar. Estos consejos lo ayudarán a tratar mejor los síntomas de la ERGE.

En bebés:

  • Después de alimentarlo, sostenga a su bebé erguido durante 30 minutos.

  • Si lo alimenta con un biberón, mantenga la tetina llena de leche. De este modo, el bebé no tragará demasiado aire mientras se alimenta. Pruebe distintas tetinas. Encuentre una que permita que la boca de su bebé se selle bien durante la alimentación.

  • Añadir cereales de arroz a los biberones puede ser útil para algunos bebés. Hágalo solo si el proveedor de atención médica se lo recomienda.

  • Haga que su bebé eructe algunas veces mientras lo alimenta, ya sea con biberón o si lo amamanta. Su hijo puede tener reflujo con mayor frecuencia cuando eructa con el estómago lleno.

Para niños:

  • Controle la ingesta de comida de su hijo. Limite los alimentos fritos y con alto contenido de grasa, la menta, el chocolate, las bebidas con cafeína como refrescos o té, los cítricos y jugos, y los productos con tomate.

  • Ofrézcale porciones más pequeñas a la hora de comer. Agregue refrigerios entre las comidas si su hijo tiene hambre. No deje que coma de más. Permita que le diga cuando tiene hambre o cuando está satisfecho.

  • Si tiene sobrepeso, comuníquese con su proveedor para establecer objetivos de pérdida de peso.

  • Sirva la cena temprano, al menos 3 horas antes de ir a dormir.

A continuación, presentamos otras cosas que puede intentar:

  • Pídale al proveedor de su hijo que revise los medicamentos que toma. Algunos medicamentos pueden irritar el revestimiento del estómago o del esófago.

  • No deje que su hijo se acueste o se vaya a dormir inmediatamente después de comer.

  • Consulte siempre al proveedor de atención médica de su bebé antes de elevar la cabecera de la cuna si le diagnosticaron reflujo gastroesofágico. Acueste a todos los bebés, incluidos los bebés con ERGE, boca arriba para dormir hasta que tengan 1 año. Esto se hace por motivos de seguridad y para reducir el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) y otros problemas relacionados con sueño que pueden producir la muerte en los bebés.

Medicamentos y otros tratamientos

El proveedor de atención médica de su hijo también puede recomendarle otras opciones.

Medicamentos

Puede que el proveedor de su hijo le recete medicamentos para ayudar con el reflujo. Hay medicamentos que ayudan a reducir la producción de ácido en el estómago. Esto reduce la acidez estomacal relacionada con el reflujo. Estos medicamentos pueden incluir los siguientes:

  • Bloqueadores de H2. Estos medicamentos disminuyen la producción de ácido en el estómago bloqueando una hormona llamada histamina. La histamina ayuda a fabricar el ácido.

  • Inhibidores de la bomba de protones. Estos ayudan a que el estómago deje de producir ácido. Lo hacen evitando que funcione la bomba de ácido del estómago.

El proveedor puede recetar otro tipo de medicamento que ayude a que el estómago se vacíe más rápidamente, si se tiene la certeza de que su hijo tiene un retraso en el vaciamiento del estómago. Si la comida no se queda en el estómago el tiempo habitual, hay menos probabilidades de que haya reflujo.

Suplementos de calorías

Algunos bebés que tienen reflujo no pueden aumentar de peso porque vomitan con frecuencia. En tal caso, quizás el proveedor de atención médica de su hijo le sugiera lo siguiente:

  • Agregar cereales de arroz a la fórmula del bebé

  • Darle más calorías a su bebé añadiendo un suplemento recetado

  • Cambiar la fórmula a una que sea libre de leche o de soja, si es posible que su bebé sea alérgico

Alimentación por sonda

En algunos casos, se puede aconsejar la alimentación por sonda. Algunos bebés con reflujo tienen otras afecciones que hacen que se cansen. Por ejemplo, la enfermedad del corazón congénita o haber nacido antes de tiempo (ser prematuro). Estos bebés suelen tener sueño después de comer o beber un poco. Otros bebés vomitan después de ingerir una cantidad normal de fórmula. Estos bebés mejoran y se los alimenta constantemente con una pequeña cantidad de fórmula.

En ambos casos, puede que sea necesaria la alimentación por sonda. Se administra fórmula o leche materna por una sonda que se coloca en la nariz. A esto se lo llama sonda nasogástrica. La sonda va hacia el esófago y el estómago. Su bebé puede alimentarse por sonda además de la alimentación con biberón. O se puede realizar la alimentación por sonda en lugar de hacerlo con el biberón. También existen sondas que se pueden usar para pasar alrededor del estómago (desviarlo). Se denominan sondas nasoduodenales.

Cirugía

En casos graves de reflujo, es posible que se realice una funduplicatura, que es una cirugía. El proveedor de su bebé puede aconsejarle esta opción si su hijo no está aumentando de peso debido a los vómitos, si tiene problemas de respiración frecuentes o si presenta irritación intensa en el esófago. En general, esta cirugía es laparoscópica. Este método produce menos dolor y una recuperación más rápida. Se hacen pequeños cortes (incisiones) en el abdomen de su hijo. Luego se hará pasar una sonda pequeña con una cámara en el extremo a través de una de las incisiones para examinar el interior. Los instrumentos quirúrgicos se introducen a través de las demás incisiones. El cirujano mira la pantalla de video para ver el estómago y otros órganos. La parte superior del estómago se envuelve alrededor del esófago. Esto genera una banda firme. Se fortalece el esfínter esofágico inferior y se reduce en gran medida el reflujo.

¿Cuáles son las complicaciones posibles de la ERGE en un niño?

Algunos bebés y niños que tienen ERGE no vomitan. Pero sí es posible que los alimentos vuelvan por el esófago e ingresen a la tráquea. Esto puede causar asma o neumonía.

El vómito que afecta a muchos bebés y niños que tienen ERGE puede causarles problemas con el aumento de peso y una nutrición deficiente. Con el tiempo, cuando el ácido del estómago vuelve al esófago, también puede producir estos problemas:

  • Inflamación del esófago, llamada esofagitis

  • Llagas o úlceras en el esófago, que pueden ser dolorosas y sangrar

  • Falta de glóbulos rojos debido a las llagas que sangran (anemia)

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a vivir con ERGE?

Muchos bebés que vomitan superan este problema aproximadamente cuando llegan al primer año de vida. Esto se da a medida que el esfínter se fortalece. En el caso de otros niños, tomar medicamentos y hacer cambios en el estilo de vida y la dieta puede reducir el reflujo, los vómitos y la acidez estomacal.

Cuándo debe llamar al proveedor de atención médica de su hijo

Llame al proveedor de atención médica de su hijo si al bebé o al niño le sucede lo siguiente:

  • Tiene reflujo y no aumenta de peso.

  • Tiene signos de asma o neumonía. Entre estos, se incluyen la tos y sibilancias o dificultad para respirar.

  • Tiene vómitos que continúan o vomita sangre.

Información importante sobre la ERGE en los niños

  • La ERGE es un trastorno digestivo crónico.

  • La ERGE es una forma más grave y duradera del reflujo gastroesofágico (RGE). El reflujo es frecuente en bebés menores de 2 años. La mayoría de los bebés escupen hacia arriba algunas veces por día durante sus primeros 3 meses de vida. El reflujo no suele causar ningún problema en los bebés.

  • Se produce cuando los contenidos del estómago regresan al esófago.

  • La acidez estomacal o acidez gástrica es el síntoma más frecuente de la ERGE.

  • Los vómitos pueden causar problemas con el aumento de peso y una nutrición deficiente.

  • En muchos casos, se puede aliviar la ERGE con cambios en la dieta y el estilo de vida.

  • El algunos casos, pueden ser necesarios los medicamentos, la alimentación por sonda o la cirugía.

Próximos pasos

Consejos para que aproveche al máximo la consulta con el proveedor de atención médica de su hijo:

  • Tenga en claro la razón de la consulta y qué quiere que suceda.

  • Antes de la consulta, anote las preguntas que quiere hacer.

  • En la visita, anote el nombre de los nuevos diagnósticos y de todo nuevo medicamento, tratamiento o prueba. También escriba cualquier indicación nueva que le dé el proveedor para su hijo.

  • Sepa por qué se receta un tratamiento o un medicamento, y cómo esto ayudará a su hijo. También conozca los efectos secundarios a los que debe estar atento y el momento en que debería comunicarlos.

  • Pregunte si la afección de su hijo se puede tratar de otra forma.

  • Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.

  • Sepa qué esperar si su hijo no toma el medicamento, si no se hace la prueba o no se somete al procedimiento.

  • Si su hijo tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo de la consulta.

  • Sepa cómo comunicarse con el proveedor fuera del horario de atención. Esto es importante en caso de que su hijo se enferme y usted tenga preguntas o necesite ayuda.