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Apnea obstructiva del sueño

¿Qué es la apnea obstructiva del sueño?

La apnea obstructiva del sueño se produce cuando un niño deja de respirar durante periodos del sueño. Generalmente, la interrupción de la respiración se produce debido a un bloqueo (obstrucción) en las vías respiratorias. Es posible que el tamaño de las amígdalas y de las adenoides de un niño se incremente excesivamente en relación con el de sus vías respiratorias (conductos nasales y bucales a la tráquea y los pulmones). Las glándulas inflamadas e infectadas pueden crecer más de lo normal y ocasionar una obstrucción mayor. Las amígdalas y las adenoides agrandadas obstruyen las vías respiratorias durante el sueño durante un período de tiempo. Las amígdalas y las adenoides se componen de tejido linfático y se ubican en la parte posterior y en los costados de la garganta.

Durante los episodios de obstrucción, puede parecer que el niño está intentando respirar (su tórax se mueve hacia arriba y hacia abajo), pero no existe un intercambio de aire dentro de los pulmones. Generalmente, estos episodios concluyen durante un período en el cual el niño se despierta y busca compensar la falta de respiración. Los periodos de obstrucción se producen regularmente durante la noche y generan un patrón de sueño deficiente e interrumpido.

A veces, la falta de circulación de aire y oxígeno hacia y desde los pulmones disminuye los niveles de oxígeno en la sangre. Si el patrón no se interrumpe, los pulmones y el corazón pueden sufrir un daño permanente.

La apnea obstructiva del sueño se presenta con mayor frecuencia en niños de entre 3 y 6 años. Es más común en los que padecen síndrome de Down o trastornos congénitos que afectan las vías respiratorias superiores (por ejemplo: trastornos que causan una lengua grande o una mandíbula pequeña).

¿Cuál es la causa de la apnea obstructiva del sueño?

En los niños, la causa más común de la apnea obstructiva del sueño es el aumento de tamaño de las amígdalas y adenoides en las vías respiratorias superiores. Las infecciones pueden producir este aumento de tamaño. Las adenoides de mayor tamaño pueden obstruir completamente los orificios internos de las fosas nasales y dificultar o imposibilitar la respiración nasal.

Existen muchos músculos en la cabeza y en el cuello que ayudan a mantener las vías respiratorias abiertas. Cuando una persona (un niño o un adulto) se duerme, el tono muscular tiende a disminuir, lo que permite que los tejidos se plieguen y se acerquen. Si las vías se encuentran parcialmente cerradas (por glándulas de mayor tamaño) durante el día, éstas podrían cerrarse completamente durante el sueño.

La obesidad es una causa posible de la apnea obstructiva del sueño. Si bien es una causa común en adultos, no lo es tanto en los niños.

Una causa poco frecuente de la apnea obstructiva del sueño en los niños es la presencia de un tumor o un bulto en las vías respiratorias. Algunos síndromes o defectos congénitos, como por ejemplo el síndrome de Down y el síndrome de Pierre-Robin también pueden provocar este trastorno.

¿Cuáles son los síntomas de la apnea obstructiva del sueño?

A continuación se enumeran los síntomas más comunes de la apnea obstructiva del sueño. Sin embargo, cada niño puede experimentar los síntomas de manera diferente. Los síntomas pueden incluir:

  • ronquidos fuertes y respiración ruidosa durante el sueño.

  • periodos de falta de respiración. si bien la pared torácica se mueve, no pasa aire ni oxígeno a los pulmones a través de la nariz y la boca. La duración de estos periodos es variable y se mide en segundos.

  • respiración por la boca. Los conductos nasales pueden encontrarse completamente obstruidos por amígdalas y adenoides agrandadas. Esto también puede producir voz nasal.

  • inquietud durante el sueño (despertándose por periodos o no).

  • irritabilidad y somnolencia excesiva durante el día. Esto se debe a una calidad de sueño deficiente. El niño puede mostrarse somnoliento, con dificultad para despertarse de la siesta o irritable.

  • hiperactividad durante el día. También puede experimentar problemas en la escuelas u otros problemas sociales y de comportamiento.

Los síntomas de la apnea obstructiva del sueño pueden asemejarse a los de otras afecciones o problemas médicos. Siempre debe consultar a su médico para obtener un diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica la apnea obstructiva del sueño?

Si advierte que su hijo ronca de manera evidente o respira ruidosamente mientras duerme, consulte con su médico. Es posible que su hijo sea derivado a un médico de oído, nariz y garganta u otorrinolaringólogo (ORL) para una evaluación más exhaustiva.

Además de un examen físico y de la historia clínica completa, los procedimientos para el diagnóstico de la apnea obstructiva del sueño pueden incluir:

  • registro de sueño: un informe de los padres o guardianes.

  • evaluación de las vías respiratorias superiores.

  • estudio del sueño o polisomnografía. es la mejor prueba disponible para diagnosticar la apnea obstructiva del sueño. Este estudio requiere un alto nivel de colaboración por parte del niño y es posible que no pueda realizarse en niños pequeños o de poca colaboración. Existen dos tipos de pruebas. En una, el niño duerme en un laboratorio de sueño especializado. En la otra, el niño es conectado a monitores similares pero duerme en su propia cama. Durante el estudio del sueño, se realizan diversas pruebas a fin de evaluar:

  • la actividad cerebral,

  • la actividad eléctrica del corazón,

  • el contenido de oxígeno en la sangre,

  • el movimiento de las paredes torácica y abdominal,

  • la actividad muscular, y

  • la cantidad de aire que pasa por la nariz y la boca.

Durante el estudio del sueño, se registrarán los episodios de apnea e hipopnea:

  • apnea. obstrucción total de las vías respiratorias.

  • hipopnea: obstrucción parcial de las vías respiratorias en conjunto con una disminución significativa en el contenido de oxígeno de la sangre.

Según las pruebas de laboratorio, generalmente la apnea del sueño cobra relevancia en los niños si se producen más de diez episodios por noche al menos uno por hora. Algunos expertos la definen como un problema significativo si se produce una combinación de uno o más episodios de apnea o hipopnea por cada hora de sueño.

Los síntomas de la apnea obstructiva del sueño pueden asemejarse a los de otras afecciones o problemas médicos. Consulte con el médico de su hijo para obtener más información al respecto.

¿Cómo se trata la apnea obstructiva del sueño?

El tratamiento específico para la apnea obstructiva del sueño será determinado por el médico según lo siguiente:

  • la edad, el estado general de salud y la historia médica de su hijo;

  • la causa de la afección;

  • la tolerancia que su hijo tenga a determinados medicamentos, procedimientos o terapias;

  • las expectativas de la evolución de la afección; y

  • su opinión o preferencia.

El tratamiento para la apnea obstructiva del sueño se basa en su causa. Dado que las amígdalas y adenoides agrandadas constituyen la causa más común de obstrucción de las vías respiratorias en niños, el tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica de las amígdalas (amigdalectomía) o de las adenoides (adenoidectomía). El otorrinolaringólogo de su hijo analizará con usted las opciones, los riesgos y los beneficios del tratamiento. Esta cirugía requiere anestesia general. Según el estado de salud del niño, la cirugía puede realizarse en forma ambulatoria.

Cuando la causa del trastorno es la obesidad, se puede utilizar tratamientos menos invasivos, como por ejemplo la pérdida de peso y el uso de una mascarilla especial al dormir para mantener las vías respiratorias abiertas. Esta mascarilla proporciona una presión positiva continua de la vías respiratorias. El dispositivo en sí suele resultar incómodo y puede le cueste convencer al niño de que lo utilice. Puede que sea necesaria la cirugía.

¿Qué sucede durante la amigdalectomía y la adenoidectomía?

La amigdalectomía y la adenoidectomía o la amigdaloadenoidectomía (AA) son cirugías comunes que se realiza en niños en los Estados Unidos. El cirujano de nariz, garganta y oído de su hijo determinará y analizará con usted la necesidad de realizar una de estas cirugías. Generalmente estas cirugías se realizan en forma ambulatoria. Esto quiere decir que su hijo volverá a su casa el mismo día de la cirugía. En algunos casos puede que sea necesaria la permanencia en el hospital durante una noche, según si el niño:

  • no bebe adecuadamente luego de la cirugía,

  • tiene otras enfermedades o problemas crónicos con convulsiones,

  • presenta complicaciones posoperatorias, como por ejemplo hemorragias, o

  • tiene menos de 3 años.

Antes de la cirugía, tendrá la oportunidad de conocer a los diferentes miembros del equipo de atención médica que se ocupará de la atención de su hijo. El equipo puede incluir:

  • enfermeras ambulatorias: enfermeras que preparan a su hijo para la cirugía. Las enfermeras de quirófano asisten al médico durante la cirugía. Las enfermeras de la sala de recuperación (también denominada unidad de cuidados postanestésicos) atienden a su hijo cuando despierta de la anestesia general.

  • cirujano: un médico especializado en la cirugía de oído, nariz y garganta.

  • anestesista: un médico con capacitación especializada en anestesia. El anestesista requerirá la historia clínica y un examen físico de su hijo para formular un plan de anestesia para su hijo. Analizará dicho plan con usted y responderá todas sus dudas. Esta cirugía requiere anestesia general.

Durante la cirugía, su hijo se encontrará anestesiado en el quirófano. El cirujano extirpará las amígdalas y las adenoides por la boca. No se realizará ninguna incisión en la piel.

En la mayoría de los casos, su hijo será llevado a una sala de recuperación luego de la cirugía para su cercana supervisión. Una vez que el niño despierte completamente y se encuentre en buenas condiciones, la enfermera de la sala de recuperación volverá a llevarlo al área de cirugía ambulatoria.

Si todo salió correctamente, a esta altura usted y su hijo pueden regresar a casa. Si su hijo debe permanecer en el hospital durante una noche, el niño será transferido de la sala de recuperación a su habitación. Generalmente, los padres se encuentran en la habitación para recibir al niño.

La hemorragia es una complicación de esta cirugía que debe ser atendida en forma inmediata por el cirujano. Si la hemorragia es severa, es posible que el niño deba regresar al quirófano.

¿Cómo cuido a mi hijo en casa luego de una amigdaloadenoidectomía?

A continuación se enumeran algunas de las instrucciones que usted podría recibir para colaborar en el cuidado de su hijo:

  • aumento del consumo de líquidos;

  • administración de analgésicos recetados, y

  • prohibición de juegos intensos o violentos durante el tiempo recomendado por el cirujano.

¿Cuáles son los riesgos de someterse a una amigdaloadenoidectomía?

Todo tipo de cirugía representa un riesgo para un niño. El niño puede sufrir hemorragias relacionadas con la cirugía dentro de las primeras dos semanas de la intervención y puede que requiera de una trasfusión o una cirugía. Algunos niños experimentan un cambio en el sonido de su voz debido a la intervención. A continuación se enumeran otras posibles complicaciones:

  • hemorragias. Pueden producirse durante la cirugía, inmediatamente después de ésta o en su casa.

  • deshidratación. debido a un menor consumo de líquidos. En caso de ser grave, puede que se necesite de la administración de líquidos por vía intravenosa o catéter en el hospital.

  • fiebre; y

  • dificultad para respirar. Si el área de la cirugía se hincha y no se trata en forma inmediata la vida del paciente puede estar en riesgo.